Una triste noticia se conoció en las primeras horas de este lunes. El querido actor, autor y director de cine y teatro de origen polaco Max Berliner, que desarrolló toda su carrera en Argentina, murió a los 99 años.
Su hijo Daniel Berliner lo anunció con una imagen de su padre y un breve texto en su cuenta de Facebook: "Hoy solo Música !!! Para recordarlo ! Ejemplo de vida , así lo recordamos! Max viejo querido mío ! Y un día nos dejaste ! ZL".
El 23 de octubre hubiera cumplido 100 años. El "porteño de Varsovia", como se llamaba él, nació en Polonia y desembarcó en la Argentina en el año 1921 cuando tenía dos años. Actuó en más de 50 películas. La última fue estrenada el año pasado. Los gauchos judíos, Y mañana serán hombres, La Patagonia rebelde, Plata dulce, Las barras bravas, Un amor en Moisés Ville, Seres queridos, son algunos títulos.
Su madre era costurera y su padre broncero, al llegar a Buenos Aires consiguió empleo en una fábrica de camas y se mudaron al barrio de Once. A los cinco años de edad debutó en teatro con un parlamento en ídish, en una obra de Sholem Aleijem, Inmigrantes.
Berliner pregonaba por la difusión de la lengua ídish interpretando en dicha lengua, y por la promoción de la cultura judía, realizando obras de teatro en castellano.
En 2009, cuando tenía 90 años, realizó una publicidad para un medicamento contra el reuma. La gran repercusión de este comercial —donde se ve un Berliner ágil, haciendo destrezas gimnásticas— le dio una gran popularidad entre el público joven.
Durante la transmisión de los Premios Martín Fierro de 2010, los usuarios de Twitter generaron miles de mensajes sobre Max Berliner convirtiéndolo en un héroe urbano que todo lo puede. El uso del hashtag #maxberliner le dio durante unos meses un protagonismo sorprendente y casi todos los temas comentados en la comunidad de Argentina parecían estar relacionados, de alguna manera, con su nombre. Berliner participó como invitado en varios programas de televisión como consecuencia del fenómeno. Luego, fue nombrado como Personalidad Destacada de la Cultura de la ciudad de Buenos Aires por la legislatura porteña en diciembre del 2013.
Hasta sus últimos días Max se mantuvo en actividad: "Me mantengo vivo porque tengo proyectos. Me siento un pibe de 18 años que quiere seguir trabajando", confesó en una entrevista en medio de los festejos por sus 99 años. Aquel día pidió un deseo que no se cumplió: "Me gustaría vivir hasta los 120 años, porque estos 99 fueron maravillosos".
Vivía con su mujer, la artista plástica Rachel Lebenas -a quien conoció en un teatro-, en un departamento en Villa Crespo.
Algunos de sus trabajos en televisión fueron: Drácula, El pulpo negro, Amigos son los amigos, Chiquititas, Tumberos, Botineras, Como pan caliente, Disputas, Doble vida, Casados con hijos, Hermanos y detectives, Malparida y Graduados.
"¿Cómo te gustaría que te recuerden?", le preguntaron una vez y él contestó: "¿Que me recuerden? ¡Yo quiero que me vivan ahora! Siento el cariño de la gente en las redes sociales y en la calle. A veces, para que no me reconozcan me tapo con el sombrero en el subte. Todos me hacen homenajes por mi edad, pero no se dan cuenta de que yo me siento un pibe".
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