El tráiler de "Apache"
Llevar una vida a la pantalla, ya sea en una película o una serie, obliga a incurrir en la ficción, a alejarse de los hechos estrictos para poder mostrar la historia real. Cualquier producto audiovisual lo hace. Apache: La vida de Carlos Tevez no es la excepción. Hay licencias e invenciones, pero también traslaciones casi literales. Varios de esos permisos suelen ayudar a entender mejor la historia que se quiere contar. Así el director y los guionistas recurren a leves desvíos, elipsis o simplificaciones según el caso. Nada que no suceda en otras obras de este tipo. Tan solo como un juego, como un ejercicio de inmersión en el pasado, intentemos develar cuáles de los hechos narrados en Apache se ajustan a lo sucedido y cuáles no.
1. Además de un joven Carlos Tevez, la serie tiene otro personaje protagónico, casi omnipresente. Uno que Adrián Caetano, su director, muestra descarnadamente y al que brinda tridimensionalidad: Fuerte Apache. El barrio es mucho más que una locación. Cada capítulo muestra cómo era/es vivir allí. La precariedad, la ausencia de normas, el peligro inmutable. Hay una construcción visual de Fuerte Apache que excede ese terreno en el que los disparos constituyen la banda de sonido más habitual. Es un escenario postapocalíptico.
Creado a principios de los 70, con una densidad demográfica ridículamente alta, Fuerte Apache son varias hectáreas a menos de cinco minutos de la General Paz, ignoradas, libradas a su propia violencia. Una geografía hostil compuesta de nudos, tiras y monoblocks, con los puentes metálicos y los largos pasillos. La leyenda asume que fue José de Zer en Nuevediario el que bautizó al barrio luego de quedar envuelto en una balacera: no sabemos si De Zer pensaba en ese momento en la película de John Ford o en Distrito Apache, de Paul Newman, contemporánea a los hechos, que pintaba un panorama similar.
En la serie de Caetano, la bandas de delincuentes y narcotraficantes representan a la que asolaba por esos tiempos a Fuerte Apache, los llamados Backstreet Boys. Remeda su particular forma de vestirse, sus negocios, las drogas, las peleas intestinas, su disolución salvaje.
Apenas debutó en la Primera de Boca, un Carlitos de 17 años le habló a un periodista sobre su barrio: "Yo sigo enamorado de Fuerte Apache. Mi infancia fue inolvidable. Me gustaría vivirla de nuevo. No me importa lo que digan. No me voy a olvidar de mis raíces. Los pibes me dicen: 'Cuando estés arriba no te olvides de los pobres'. El Fuerte es el lugar más hermoso del mundo. Ahí se ve la pobreza de verdad".
2. Otro de los principales personajes de la serie es Danilo, el Uruguayo, el amigo de Carlitos que interpreta de gran manera el joven actor Matías Recalt. En esa amistad, en las complicidad de los jóvenes, en la pasión por el fútbol, reside gran parte del encanto de la serie. Y en la manera en que sus caminos se van separando progresivamente. Hay una dolorosa simetría entre el ascenso de uno y la caída inexorable del otro. Dos chicos surgidos de una misma geografía con dos finales antagónicos. Ambos movimientos contrapuestos, uno sube y el otro baja, suceden con velocidad, en unos pocos años.
Que el derrumbe de Danilo sea tan abrupto muestra lo precario de la situación de los chicos, cómo en unos pocos meses se puede pasar de joven promesa a ser buscado por la Policía como un peligroso delincuente. En el personaje de Danilo está mínimamente camuflado Darío Coronel, El Guacho Cabañas. El primero de los apodos respondía a que no tenía padre y al abandono materno; el otro a que era paraguayo y poseía un estilo de juego aluvional como el de Roberto Cabañas, recordado delantero xeneize.
Darío y Carlos jugaron juntos en dos clubes barriales de baby fútbol (Villa Real y Santa Clara) y en las divisiones infantiles de All Boys. En el devenir futbolístico inicial de los dos amigos se vislumbraba que ambos podían destacarse de grandes. Tenían condiciones superiores al resto. Pero para llegar en el fútbol (no hablemos ya de triunfar) la habilidad con la pelota es una de las características con las que se debe contar. Se requieren además condiciones atléticas, cuidado del cuerpo, disciplina, un entorno contenedor, capacidad de frustración, determinación, inteligencia y dosis no siempre valoradas de suerte.
Entre los dos chicos persisten las complicidades y, cuando los caminos se separan, un cariño inalterable. En este punto la serie sigue con bastante fidelidad lo sucedido en la realidad. "Estábamos todo el día juntos. Íbamos al club, a la canchita del barrio, al colegio, a todos lados… Fue un golpe muy duro para mí. La última vez que lo vi presentí que era nuestra despedida", declaró Tévez, según consigna Nahuel Gallota en una excelente nota publicada en Un Caño, en 2010.
En All Boys, entrenados por el Tano Propatto (personaje -en todo sentido del término- absolutamente real), deslumbraron. También fue cierto que solo Darío superó una prueba en Vélez (club apenas camuflado en Apache bajo el nombre de Liniers) y que Carlos fue rechazado. La trayectoria del Guacho Cabañas en el Fortín fue breve. A pesar de haber quedado en Vélez y de que cualquiera que entendiera de fútbol reconociera sus cualidades, el paso en el fútbol de AFA fue fugaz. La indisciplina, el desamparo, las drogas. Cuentan que en algún entrenamiento le pegaba a propósito mal a la pelota para sacarla de los límites del predio: en la calle la esperaban algunos amigos del Fuerte para llevársela. Otros contaron que faltaron bolsos del vestuario y que las miradas se dirigieron hacia Darío. Desaparecía por semanas, y entrenadores y dirigentes salían por Fuerte Apache para hacerlo volver al club. Finalmente se cansaron y lo dejaron libre a los 15 años.
3. Dos años después, luego de probar en otros equipos y quedar fichado, pero fracasando en el intento de persistir, ya establecido en el consumo de drogas y en el mundo de la delincuencia, se suicidó tras quedar rodeado por las fuerzas policiales luego de un robo en Ciudadela. Prefirió pegarse un tiro él antes que caer abatido. En la obra de Caetano, la muerte de Danilo es violenta pero tiene otras características y no es autoinflingida.
Algunas personas del barrio, según cuenta el Chavo Fuks en su biografía de Tevez, testimonian que en los últimos años Darío Coronel, mientras Carlos se acercaba a la primera y descollaba en la Selección Sub-17, se lamentaba por cómo se habían distanciado sus realidades. Insistía frente a quien quisiera escucharlo que él era (o había sido) mucho más jugador que Tevez.
4. El padre biológico de Carlos muere en la ficción en una reyerta de bar por salir a defender un amigo. En esa muerte conviven paradójicamente lo casual y lo inexorable. En la realidad, Juan Alberto Cabral murió en un enfrentamiento. Recibió 23 balazos. No hubo una discusión de bar, ni un arrebato de un borracho.
Tal como cuenta la serie, Trina, su pareja, estaba embarazada de cinco meses de Carlitos. En la vida real ya tenía dos hijos. Luego la cuenta llegó a 12. A pesar de no haberse criado ni con su madre ni con ellos, Tevez los considera sus hermanos, al igual que a los que nacieron del matrimonio de Adriana y Segundo, sus tíos biológicos y padres adoptivos.
5. Fabiana Trina Martínez, la madre biológica de Carlos, le puso su apellido. Y llamándose Martínez, jugó durante su paso por las infantiles de All Boys. Cuando llegó a Boca pasó a ser Tévez. En la ficción, Carlos insiste para llevar el apellido de Segundo, su padre adoptivo. Muchos sostienen que lo que pasó fue que se apuró el cambio de apellido para que pudiera pasar a Boca: jugaba tan bien que todos conocían a Carlos Martínez de All Boys. En Boca, apenas ingresó fue Tevez.
Primero jugó la Liga pero no por los motivos que se aducen en la obra de Caetano. No fue mera intención de que agarrara experiencia afuera de los torneos AFA, de que se fogueara. Y al mismo tiempo, porque tardaban en conseguir la documentación original de Carlos porque la madre biológica no colaboraba. Se especula que como el pase de All Boys a Boca estuvo trabado un tiempo y parecía complicada su resolución, los dirigentes del club de la Ribera pretendían que Segundo ejerciera la Patria Potestad para llevárselo de un club a otro.
Pocos años después Boca sufriría en virtud del mismo artilugio: Fabricio Coloccini y Carlos Marinelli, dos de los mayores prospectos de las Inferiores, dejaron el club. El derecho de formación, ese porcentaje que se paga en cada pase, vino a solucionar este inconveniente. Tevez llegó a Boca tras el pago a All Boys de 10 mil dólares. Aunque muchos dicen que al club de Floresta jamás ingresó ese dinero.
6. El Personaje interpretado por Diego Pérez está estrictamente basado en Ramón Madonni, el legendario captador de talentos infantiles que desde el Club Parque abasteció primero a Argentinos Juniors y después a Boca. Madonni, descubridor entre otros de Riquelme, Sorín, Redondo, Gago, sostiene que Tevez fue el mejor que tuvo a su cargo, que desde chiquito se veía que iba a triunfar. "Lo vi un día que jugó contra nosotros (Parque) cuando él estaba en All Boys. Nos mató. Era muy fuerte y jugaba con una seriedad de pibe más grande. Cuando tenía nueve lo quise traer a Argentinos y me dijo que no. Después pasé a Boca y ahí fue distinto. Aceptó enseguida, quería venir volando", contó Madonni sobre su llegada al club de sus amores.
El reclutador explica que los jugadores deben tener tres cosas: habilidad con la pelota, gran capacidad de traslación y espíritu competitivo. Carlitos tenía las tres características desde muy joven. Quien lo haya visto en la cancha en sus primeros años como profesional recuerda la capacidad que tenía para jugar de espaldas y pelear (y ganarle) a defensores mucho más experimentados y con físico imponente. Sin olvidar su serenidad para definir. Tenía una facilidad innata para convertir. Pero desde sus primeros partidos su principal característica era que parecía que ningún escenario lo desbordaba; a ese Tévez lo distinguía su determinación.
7. Otro personaje importante en la serie es la enclenque camioneta de Segundo. Un vecino de Fuerte Apache hace unos años le dio vital importancia a ella. Dijo que Carlitos llegó hasta donde llegó porque Segundo gracias a esa camioneta lo podía llevar a todos lados. En la vida de Carlos, el rol de Segundo y de Adriana, su esposa y hermana de Trina, fue fundamental. Su acompañamiento silencioso, su presencia en los partidos, la predisposición por acompañar a Carlitos en el camino del fútbol. Interpretado con precisión y economía de recursos por Alberto Ajaka, que logra cargar al personaje de ternura sin dejar de lado su natural hosquedad, el Segundo de Apache ejerce un rol muy parecido al que tuvo en la realidad.
8. El episodio de la fuga del predio de la AFA en Ezeiza nunca ocurrió. En Apache, Carlitos se escapa de la concentración el primer día de entrenamiento para asistir al cumpleaños de su amigo Danilo. A su regreso lo recibe un José Pekerman enojado pero comprensivo. Detengámonos acá, detengámonos en el Pekerman de Apache: sin que se lo nombre todos nos damos cuenta de que el personaje encarnado por Boy Olmi es José. La elección de ese actor para ese papel y la caracterización, puede llegar a ser una de las mejores decisiones de casting del milenio. El parecido es asombroso. Exagerando, se podría afirmar que la próxima serie debería ser Don José, una biopic de Pekerman solo para que Boy Olmi se luzca en el papel.
Volviendo a las selecciones juveniles. Resulta inverosímil que Pekerman hubiera demostrado tanta paciencia inicial con un jugador y no lo hubiera desafectado por un largo tiempo. Otra vez la biografía del Chavo Fuks nos brinda un testimonio de Hugo Tocalli, que narra una llegada de Carlitos ya en el Sub 20. Afianzado en la primera de Boca llegó al predio después de hora con el auto chocado. Tocalli le dijo que "llega tarde quien se acuesta tarde". Y no mucho más. El técnico aclara que ese fue el único incidente dado que Carlos era muy respetuoso, dedicado y cumplidor.
En ese Campeonato Mundial Juvenil sub 17 disputado en Trinidad y Tobago al equipo no le fue tan mal como sugiere una escena de la serie en la que Carlitos y un compañero se lamentan en el avión de regreso. El equipo llegó hasta semifinales siendo vencido solo por Francia; luego, campeón. Pasaron casi 20 años pero un dato de ese torneo llamara la atención del lector actual. La figura de ese equipo no era Carlos Tevez sino Maxi López, que con su melena casi amarilla imponía superioridad física sobre sus rivales.
9. El debut en primera fue de improviso. Tal como narra la serie Carlos Bianchi le informó a Tevez que iba a ser titular minutos antes del partido mientras ambos hacían pis en los mingitorios del entonces llamado Chateau Carreras. Esa tarde en Córdoba, y frente a Talleres, Boca salió a la cancha con un equipo que desbordaba de estrellas. Oscar Córdoba; José María Calvo, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso y Clemente Rodríguez; Cristian Traverso, Mauricio Serna, Walter Gaitán y Juan Román Riquelme; Tevez y Marcelo Delgado.
También es cierto que ese domingo, Día de la Madre, los jugadores -por una idea del sponsor del club en ese entonces- salieron con el nombre de sus madres en medio de la franja amarilla. Y en la camiseta de Carlitos estaba inscripto Fabiana, el nombre de su madre biológica, y no el de Adriana, la madre que lo crió y se preocupó por él, la mujer a la que él considera su verdadera madre.
10. En las redes sociales ya hay especulaciones sobre si habrá o no segunda parte. Difícil seguir la carrera profesional de Tevez en una serie. El fútbol es muy complicado de filmar. Por eso en Apache las escenas de partidos están retaceadas y las que hay son poco convincentes. Las escenas finales dejan abierto el juego con el inicio del romance con Vanessa Mansilla, su actual esposa, y con un comentario de algunos de los miembros de la banda que viendo por televisión el debut de un vecino del Fuerte especulan con secuestrar a alguno de sus familiares.
Apenas Carlitos comenzó a ser conocido, y cuando el club le había conseguido una casa afuera de Fuerte Apache, debió mudarse junto a su familia hacia Martínez porque recibieron varias amenazas en una época del país (post 2001) en el que el secuestro de familiares de jugadores se convirtió en un evento frecuente (Astrada, Milito, Riquelme, Traverso, entre otros casos). En 2014 el que estuvo secuestrado varias horas fue Segundo. Una banda decidió robarle un dinero, pero cuando se dieron cuenta quién era aumentaron la apuesta: lo retuvieron y pidieron un rescate alto. Los integrantes de la banda fueron detenidos y condenados con una larga pena de prisión.
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