Entre zombies, sangre y bananas: así es un día de grabación en el set de "Fear The Walking Dead"

Teleshow presenció una jornada de rodaje de la quinta temporada de la serie en Austin, Texas. Entre escena y escena, los protagonistas compartieron anécdotas y secretos de la superproducción de AMC

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Alycia Debnam-Carey como Alicia Clark,
Alycia Debnam-Carey como Alicia Clark, y Lennie James como Morgan Jones en la quinta temporada de “Fear The Walking Dead” (Foto: Ryan Green/AMC)

Son las siete de la mañana en Austin, Texas, y la temperatura no supera los diez grados. Entre la neblina se distingue un típico rancho texano, de esos de una planta construidos en madera, y una silla mecedora al lado de la puerta de entrada. El silencio del campo apenas se ve interrumpido por un grupo de temerosos zombies que se desplaza hacia la propiedad cuando de repente… ¡BOOM! Explotan por los aires y durante unos segundos cae con fuerza una lluvia de partes humanas, líquido rojo y algunos repugnantes elementos viscosos. "Y… ¡corten!", se escucha desde algún lugar cercano.

De esta manera recibe el equipo de Fear The Walking Dead (FTWD) a un reducido grupo de periodistas, entre los que se encuentra Teleshow, en las afueras de Austin, Texas. Están rodando la quinta temporada de la serie (lunes a las 23 por AMC) y el despliegue es digno de una superproducción: desde el vestuario y el maquillaje, pasando por las tomas que se repiten en busca de la perfección en cada detalle, hasta los efectos especiales y la seguridad para el grupo de visitantes. Nada queda librado al azar.

Alicia Clark, Victor Strand, Althea, Daniel Salazar y toda la "familia" de FTWD siguen escapando a los zombies que parecieran tener dominado el mundo. Pero con un giro en la trema inesperado, la adrenalina a la que tiene acostumbrados a sus fans y, por supuesto, los temerosos muertos vivientes, la serie se renueva y demuestra por qué es el cuarto drama más visto de los Estados Unidos entre adultos de 18 a 49 años.

De zombies y tiempo libre

Hay dos clases de zombies:
Hay dos clases de zombies: los que usan máscaras y se las pueden quitar entre escena y escena, y los que están maquillados durante toda la jornada de rodaje (Foto: Ryan Green/AMC)

El set de grabación queda, precisamente, en Spicewood, a unos 50 kilómetros de Austin. Es un campo amplio y hay más de 100 personas trabajando para una escena. Varios trailers -cada uno con una función específica: uno de ellos funciona como baño, ya que el equipo pasa todo el día rodando allí- y carpas montadas cerca de donde transcurre la acción. En una de las carpas están los vestuarios de los protagonistas y de los muertos vivientes, en otra descansan los actores entre escena y escena, más alejada está una especialmente destinada a los periodistas que visitan el lugar y en la más grande se sirve el almuerzo, que bien podría estar comparado con el de un hotel cinco estrellas.

Hay dos tipos de zombies: están los que se encuentran maquillados, por lo tanto no pueden salir de su personaje durante toda la jornada, y aquellos que usan máscaras. En consecuencia, entre toma y toma pueden estar al descubierto y disfrutar del sol que de a poco se asoma.

Así como los protagonistas de esta historia aprovechan el tiempo muerto para dirigirse al food truck, donde hay desde papas fritas y sándwiches hasta caramelos y budines, los actores-zombies hacen lo propio, desatando una escena realmente kafkiana. En una carpa un muerto viviente, con sus ropas desgarradas, la sangre que sale de la cabeza y un trozo de piel que le cuelga de la boca está comiendo una banana. A unos metros, otro que pareciera estar un poco menos putrefacto juega a las cartas con otros tres compañeros. Y otro juega a arrojar unos caramelos al aire y embocarlos en su propia boca. De fondo, nuevamente, se escucha una explosión y, unos segundos después, pedazos de zombies cayendo por doquier.

El estreno de la quinta temporada de "Fear The Walking Dead"

"Las explosiones las hacemos en varios pasos. Las minas fueron puestas de antemano. Luego los walkers entran caminando. Y finalmente hacemos que las minas exploten y que vuelen por los aires algunos elementos que dejamos preparados. Después se unen todas las partes. Cada mina está camuflada para simular la tierra y al lado está lleno de sangre y de partes de zombies: son dos dispositivos que están separados. Es divertido. Para que parezcan partes humanas usamos una mezcla de poliestireno y silicona. En otras ocasiones hemos creado aguas residuales, con aceite de motor y sangre falsa. Todo lo solemos hacer con comida porque los actores se la ponen en la cara. Lo malo es que la comida se pudre, entonces tengo que pedirla justo antes de rodar ¡y cruzar los dedos para que los horarios de rodaje no sean cambiados!", revela a Teleshow Frank Iudica, jefe del equipo de efectos especiales de FTWD.

La hermandad de los muertos, y los vivientes

A la izquierda, Maggie Grace
A la izquierda, Maggie Grace como Althea, mientras Alycia Debnam-Carey (Alicia Clark) acaba con un zombie (Foto: Ryan Green/AMC)

Un águila revolotea varios metros arriba del rancho, que está decorado por dos cuernos de toro y rodeado por algunos cactus que conducen el camino hasta una parrilla montada a 500 metros del set, donde cocinan unos steaks (filetes), que tan buena reputación tienen por la zona. Definitivamente es Texas. Se manejan otros tiempos en comparación con la mayoría de las grandes ciudades norteamericanas. Acá, al igual que la escena que están grabando desde las primeras horas de la mañana, todo se hace a fuego lento.

"Dejamos la temporada anterior con los personajes queriendo encontrarse, con muchos temas para tratar e historias para procesar. Pasaron por un montón de dolor y tomaron decisiones de las cuales no están orgullosos, por eso quieren sanarse. A partir de ahí empezamos: habrá algo de esperanza en medio del apocalipsis zombie", resume Michael Satrazemis, co-productor de la serie y director de algunos de los capítulos de la temporada que se viene.

El regreso de Daniel Salazar en "Fear The Walking Dead"

Si bien es cierto que esta nueva temporada trata más sobre las relaciones humanas que sobre los zombies, por supuesto, no faltan escenas de acción con los walkers. "Soy afortunado de haber hecho tantos trabajos con escenas de peleas. Me gustan mucho. Pero nunca estuve en un show tan difícil de hacer. Estamos la jornada entera con nuestro vestuario puesto, todo el tiempo afuera, no tenemos un estudio… Es realmente cansador. ¡Sentarse en una silla con respaldo es un lujo! En un principio no esperaba que fuera tan duro", se sincera John Dorie (Garret Dillahunt), vestido con su característico atuendo de cowboy. A su lado, Luciana Galvez (Danay García), asiente.

—Luciana Galvez: Y en Texas el clima es impredecible. Primero hace frío, después calor… Realmente necesitás prepararte porque grabar este programa requiere de mucho esfuerzo físico, y no hablo solo de la lucha contra los zombies. Los combates, al final, no terminan siendo tan duras en comparación con esto. El desafío, muchas veces, es aguantar el frío.

—John Dorie: Es cierto. Cuando llego a casa necesito una ducha y relajar. El elenco aquí es muy agradable, amo a mis compañeros y pasamos un gran tiempo charlando de lo que vamos a hacer. Creo que entre escena y escena nos sacamos la tensión… Acá podés ver a un walker fumando un cigarrillo, por ejemplo…

—Luciana: O comiendo una banana. Ellos tienen un trabajo muy duro y lo hacen realmente bien. Siempre fue un placer trabajar acá, cuando llegás saludás a todo el mundo y están todos contentos. Hay luz alrededor de esta gente.

Un elenco nómade

Colman Domingo (Victor Strand) y
Colman Domingo (Victor Strand) y Alexa Nisenson (Charlie) en la quinta temporada de la serie. Texas es uno de los lugares preferidos por los productores de “Fear The Walking Dead” para rodar (Foto: Ryan Green/AMC)

Por su flora y sus paisajes, Texas es uno de los lugares preferidos por la producción para rodar la serie. De todas formas, las locaciones se han desplazado a lo largo y lo ancho de los Estados Unidos, llegando incluso a México y hasta Canadá. Esto implica un trabajo de logística importante para el elenco: cada episodio lleva alrededor de ocho días de grabación, por lo menos. "Todos trabajamos como una familia. Solo se puede hacer si tenés a la gente correcta; y definitivamente la tenemos", afirma Satrazemis.

Como los directores van rotando, han adoptado un mecanismo para explotar al máximo sus recursos con el menor margen de error posible: "En la temporada anterior vinieron otros directores y les mostramos cómo era nuestro estilo y cómo grabamos. Esto es importante especialmente ahora, que el público no mira un episodio por semana, sino que miran cuatro al hilo. Hay que ser congruentes: no se puede cometer ni un error".

Ese sentido, explica: "Escribimos todo para mostrarles una descripción visual del capítulo a los directores, después buscamos locaciones a partir de nuestras ideas. Ahí ya sabemos dónde estamos parados. No le quitamos la libertad de trabajar a los directores pero hay un estilo, una manera que tenemos de filmar y hay que respetarla. Contamos con grandes talentos y aprendemos del trabajo de todos".

Rubén Blades, histórico músico de salsa nacido en Panamá, y una de las grandes atracciones de FTWD con su personaje, Daniel Salazar, entiende que todo el trabajo de los directores sería en vano si no fuese por la capacidad de interpretación de sus colegas: "Un buen actor es aquel que entiende la escena, no solo su parte. Cuál es el propósito de la escena y lo que se quiere hacer. Un buen actor hace lo que sea para que el objetivo de la escena se cumpla. No competimos por ver quién está más en escena; por eso salen tan bien. La gente se presenta a tiempo -que es muy importante-, están todos preparados -también es muy importante- y no dejan lugar a las eventualidades. La televisión tiene que ser así".

Un entierro exprés

Las extensas jornadas y las
Las extensas jornadas y las bajas temperaturas son algunos de los grandes desafíos que tienen que enfrentar los actores de la serie de AMC (Foto: Ryan Green/AMC)

Ya es casi el mediodía pero el sol, radiante sobre el rancho texano donde siguen volando zombies, no logra calentar lo suficiente. Luciana y John están ubicados estratégicamente a unos 20 metros de los zombies que se acercan al lugar. Ella entra a un auto y agarra una escopeta y un par de balas, que se las lleva a su compañero para que dispare. En el medio, una nueva explosión y uno de los productores exclama: "Shit!" Un compañero lo mira de mala gana. "Don't say shit!", lo reta. Mientras tanto, en la carpa de prensa, los periodistas y otras figuras de la serie improvisan un fogón alrededor de una estufa.

Morgan Jones (Lennie James) cuenta: "En cada episodio nos pasa lo mismo: llegamos a un punto en el que decimos: 'Es imposible, no lo vamos a poder hacer, no alcanzan las horas del día'. Ese es uno de los grandes desafíos. A veces hay que grabar ocho escenas y es muchísimo. Físicamente es muy desafiante".

Althea (Maggie Grace), agrega: "Como esa vez que grabamos en ocho días lo que tendríamos que haber grabado en 15. Después sale todo bien y lo hacemos… Pero es cierto, son tantos desafíos y las escenas son tan grandes que parece completamente imposible". "¡Y encima te mienten! Te escriben el guión como si fuera una escena pero cuando la lees bien son siete escenas juntas y entonces hay que rodarla entera", cuenta, entre risas, Morgan Jones.

Una vez terminada la secuencia que estaba grabando, Luciana hace referencia a la escena que más difícil le resultó. Para eso recordó la muerte de Nick Clark (Frank Dillane), quien era su pareja, en la cuarta temporada. El grupo improvisó un funeral para despedirlo. Según su testimonio se grabó en una de las noches más frías de las que tenga recuerdo.

Actores, directores, productores y todos
Actores, directores, productores y todos los integrantes del equipo de “Fear The Walking Dead” aprovechan el tiempo muerto entre escena y escena para pasar un tiempo agradable juntos (Foto: Ryan Green/AMC)

"Eran las cinco de la mañana. Hacía tanto frío… La primera toma que hicimos fue lenta. Me tomé mi tiempo, toqué la tierra y lo despedí. Pero a la quinta toma ya era: 'Te voy a extrañar, chau'. Por otro lado, cada vez que estamos muchas horas con una escena las armas se ponen frías porque son de metal. Se supone que me tengo que hacer la ruda pero grito: 'Ay, esta cosa está tan fría'".

No se escuchan más explosiones, las cartas desaparecieron de la mesa y ya no es necesario estar pegado a la estufa. Llegó la hora de la pausa. Es momento de comer para técnicos, camarógrafos, encargados de prensa, periodistas, productores, directores y actores. Todos juntos. Mientras la mayoría se sirve su plato y agarra su bebida de una frappera gigante, un zombie come pollo con las manos.

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