El personaje que hizo cambiar el argumento original, el capítulo reescrito siete veces y todo lo que vendrá: los autores de ATAV descubren los secretos de la novela del año

En diálogo con Teleshow, Carolina Aguirre y Leandro Calderone cuéntan cómo se originó el éxito de El Trece, y adelantan qué pasará con Bruno y Lucía: "Ellos se aman, pero Adrián Suar nos contrata para separarlos", dicen

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Las novelas empiezan y terminan, pero cuando son un éxito pueden volver a empezar en una nueva temporada. Eso sucederá este jueves con Argentina, Tierra de Amor y Venganza, la novela que se convirtió en el fenómeno televisivo del año que concluye su primera parte e inmediatamente comienza la segunda, con un salto temporal de dos años.

Teleshow habló a solas con sus autores, Carolina Aguirre y Leandro Calderone, quienes adelantan en exclusiva lo que traerá esta nueva etapa, aunque sin arruinar la sorpresa que las novedades provocarán en el público.

"Cuando arrancás una tira siempre son 120 capítulos", explica Calderone, que es también creador de múltiples éxitos televisivos como Casi Ángeles y Herederos de una venganza, entre otros. Hoy sospecha que la ficción protagonizada por Delfina ChavesAlbert Baró, Benjamín Vicuña y Gonzalo Heredia llegará a unos 160 episodios. "El número va cambiando porque tiene que ver con cuestiones de programación y va en relación al resultado del programa, que anda bárbaro. Pero también hay una idea de cuidarlo", aclara.

ATAV es una ficción de alto presupuesto, en lo que se refiere a su producción. "Antes de arrancar costaba dos millones el capítulo, ahora no sé", dice Carolina Aguirre, explicando que los valores están atados al dólar, y que por ese motivo no puede calcularse cuánto se invierte en el despliegue que implica reproducir la Buenos Aires de 1930.

Ante esa situación, los autores de cualquier programa muchas veces se ven inmersos en diferencias y pujas con la producción por los contenidos que los libros plantean, pero que son cuasi imposibles de llevar adelante: "Pero cuando va bien, ganás y podés pedir", manifiesta la escritora, que alterna su tiempo entre la televisión y otros placeres, como instalarse en Japón y, desde ahí disfrutar proyectos personales.

Pero , ¿qué fue lo más disparatado que pidieron en esta serie? "Un día nos sacaron corriendo porque quisimos prender fuego una caballeriza de época", recuerda la creadora de Ciega a citas, que fue contactada por Calderone a partir de un personaje que inventó en Twitter, La Chica Sabrina, y que sin mediar prueba se incorporó al equipo de Sos mi hombre, convirtiéndose en una de las autoras más buscadas de la televisión. "Estábamos muy convencidos de prenderla fuego. Nos dijeron: '¡¿Qué?! ¿De dónde vamos a sacar una caballeriza para incendiar?'", recuerda, divertida, sobre la ocurrencia, y remarca las dificultades de realizar una tira como esta.

Bruno y Lucìa en ATAV.
Bruno y Lucìa en ATAV.

ATAV se empezó a pensar hace cuatro años, cuando Polka convocó a Calderone y Aguirre para imaginar una novela de época en un mundo de inmigrantes. Cuando finalmente comenzaron a grabarla, la dupla autoral contaba con 40 capítulos escritos, y llegó al aire ya con casi 70. La apuesta estuvo en los personajes, el casting y las historias, que fueron cambiando.

El primer capítulo se reescribió siete veces, y la novela comenzaba muy diferente: "Era sobre todo un italiano que llegaba en un barco", cuenta Carolina, destacando además que en ese momento la pensión era de españoles. Así, por ejemplo, "Moretti era Moreira", en el caso del personaje de Gonzalo Heredia: ¿Y Torcuato Ferreyra? Era Ferrari, más tano que don Enzo Ferrari. El asunto pasaba por Bruno, también italiano.

Convencidos de que necesitaban un protagonista que realmente fuera italiano, comenzaron el casting: "Y aparece la opción de Albert (Baró, el actor catalán que brilló en la serie Merlí), que nos encantó. Estábamos felices y entonces ahí dijimos: 'Bueno, cambiemos todo', y cambiamos el conventillo, que sean italianos, porque necesitamos un poco el crisol de razas", agrega Calderone.

—¿Cómo se hace para que un producto que está pensado para 120 capítulos se pueda extender sin desgastarlo?

Calderone: —Sabíamos que 120 era el proyecto pero que si iba bien, como esperábamos, habría más capítulos. Entonces teníamos ya en la génesis de la idea esta opción de hacer un salto temporal, que a los personajes en un nuevo status quo: se parte de un lugar diferente, pero la idea era plantearlo como dos temporadas en una. Y vamos a plantear dentro del mismo esquema la misma pregunta que se mantiene desde el principio hasta el final: ¿podrá Bruno vengarse de Torcuato, recuperar lo que perdió, hacer Justicia o lo que quieras?

Albert Baró y Gonzalo Heredia con parte de la banda que se ocupa de la venganza en ATAV
Albert Baró y Gonzalo Heredia con parte de la banda que se ocupa de la venganza en ATAV

—¿Hay un cierre de la primera temporada?

Aguirre: —Va a ganar uno. Y vuelve a empezar una nueva temporada donde se reformula esa pregunta. Arranca de nuevo con un nuevo plan.

—¿El resto de las historias también tienen cierre?

Calderone: —Sí, todas.

—Se suma Maité Lanata, que va a ser la hija de Trauman.

Calderone: —Maité no entra exactamente en el primer capítulo, pero entra ahí.

—¿Va a seguir los pasos del padre?

Calderone: —Ese es el gran interrogante con el personaje. Imaginemos una hija no reconocida. Es la hija de Trauman, una de las hijas que tuvo con una de sus prostitutas, y creemos que ella viene en busca de un padre, y posiblemente venga en busca de venganza.

—¿Quiénes más se suman?

Calderone: —Soledad Fandiño, que es una bailarina, porque el Varsovia transforma en un cabaret, al prohibirse la prostitución. Es la época de la explosión de los cabarets, como el Chantecler. Queremos contar otro tipo de explotación, de prostitución: estaban las prostitutas obligadas, las víctimas de trata, pero también están las prostitutas finas, las cocots, las mantenidas, las queridas, que era otra forma de prostitución.

Carolina Aguirre y Leandro Calderone vuelven con el seminario “10 pasos para escribir un guión” el 14 y 15 de septiembre en el Teatro Picadero (Foto gentileza Leandro Calderone)
Carolina Aguirre y Leandro Calderone vuelven con el seminario “10 pasos para escribir un guión” el 14 y 15 de septiembre en el Teatro Picadero (Foto gentileza Leandro Calderone)

—Andrea Rincón, ¿quién será?

Calderone: —Andrea Rincón es una prima de los Moretti que vive en Mar del Plata, y que se viene a la ciudad a trabajar y va a trabajar en el bar de los Moretti. El personaje es Pirucha, y eso un poco la define (risas). Viene a armar un poco de quilombo.

Aguirre: —Hay muchas cosas que queremos contar como en sutilezas, que quizás no son relevantes para la trama pero que pintan una época. En aquel momento, cuando vos te casabas dejabas de trabajar. Entonces nos parecía que un personaje como Anna (Cande Vetrano), si se casa deja de trabajar.

—Pero entraron las chicas al bar.

Calderone: —Sí, eso no va a durar mucho.

Aguirre: —No es tan fácil. Esa es otra cosa que nos interesaba contar. No es solamente escapar: cuando sos una víctima de trata la gente tiene la idea errada de que si te escapás o si te vas, hay un lugar hacia dónde ir.

—¿Se suma alguien más?

Aguirre: —Todo el tiempo se suma gente. Seguro nos estamos olvidando de alguien.

—¿Se va alguien?

Aguirre: —Cada tanto pegamos un tirito. Hoy hicimos un cronograma de los tiritos, toda la gente que tiene que morir de acá al final.

—O sea, si hay un actor que molesta mucho…

Aguirre: —No, hay gente que debe morir por la historia, debe morir. Hay gente que no queremos que se muera porque decimos: "Ay, qué perdida enorme este actor", pero está cantado que se tiene que morir. Y tiene que morir de esta manera.

Carolina Aguirre y Leandro Calderone, creadores de ATAV (Foto: Lucas Pires)
Carolina Aguirre y Leandro Calderone, creadores de ATAV (Foto: Lucas Pires)

—Para este final de temporada, ¿Anna va a saber que Isaac es su hijo?

Calderone: —Falta tiempo. Alguien se va a enterar de que Isaac es el hijo de Anna antes del pase de tiempo y va a guardar ese secreto dos años.

—O sea, esa situación se retoma en la temporada dos.

Aguirre: —Claro, pero ya empeorada porque ya pasaron dos años y tiene otros padres.

—¿Las casas siguen siendo las mismas casas en el pase de tiempo?

Calderone: —Sí, siguen siendo las mismas pero en un caso cambia la titularidad.

—Explicame.

Calderone: —Alguien pierde dinero, alguien gana dinero. Alguien se muda a otra provincia. Alguien vuelve de otra provincia. Hay alguien que ya se mudó, y vuelve.

—¿Torcuato sigue viviendo en su casa? 

Aguirre: —Sí, Torcuato sigue viviendo en su casa.

La pareja que forman Delfina Cháves y Albert Baró despertó fanatismo entre los seguidores de ATAV,
La pareja que forman Delfina Cháves y Albert Baró despertó fanatismo entre los seguidores de ATAV,

—Si te pregunto si Bruno va a estar con Lucía, no me lo vas a decir…

Calderone: —Hace mucho que no nos hostigan tanto como ahora en las redes: nos exigen, nos amenazan con que "más vale que estén juntos, más vale que les demos un poco de felicidad, que nos dejemos de joder", y hay un punto donde ellos saben, y nosotros sabemos, que si juntamos a los protagonistas se acaba. Juntar a los protagonistas es como llevarte la pelota.

Aguirre: —Aparte, Aguirre: —Y todo el tiempo nosotros tenemos que buscar formas para separarlos.

—¿Cuántos niños hay en el salto temporal? Porque sabemos que Lucía va a tener un bebé, está Isaac, está o no el bebé de Alicia

Calderone: —Tres y medio.

—¿Quién está embarazada?

Aguirre: —Ah, bueno…

—¿Se va a saber de quién es el bebe de Lucía?

Calderone: —Lucía sabe de quién es su hijo. Podría no saberlo porque nosotros no fuimos pacatos con el tema de la heroína y la sexualidad. Ella tuvo su primera vez con su marido, que es el villano; podría ser tranquilamente de Torcuato o de Bruno porque tuvo sexo con los dos. Pero ella sabe de quién es.

—Quien no va a saber es el padre.

Calderone: —El padre no lo va a saber. Y por un tiempo no lo va a saber el espectador.

La semana pasada en ATAV salió al aire el casamiento de Anna y Córdoba.
La semana pasada en ATAV salió al aire el casamiento de Anna y Córdoba.

—Es una tira en donde van pasando cosas, no han estirado el beso por estirar el beso en sí mismo.

Calderone: —Sí. Adrián nos decía: "¡Paren un poco!".

Aguirre: —"Paren de quemar historias". Porque nosotros tiramos leña como si fuese una chimenea. "Paren, porque no van a llegar". "No, no te preocupes…".

—¿Qué va a pasar en esta segunda parte con Moretti?

Calderone: —Es muy interesante porque Moretti va a pegar un supuesto giro. Por algunos capítulos va a ser un poco desconcertante.

—¿Se volvió malo?

Calderone: —No diría malo, pero diría que va a estar en un lugar inesperado.

—¿Luciano Cáceres sigue siendo el jefe de la Policía?

Calderone: —Él tuvo un accidente, y ese accidente no va a ser tan fácil para él. No es que se va a incorporar y va a empezar.

—Y Raquel va a tener una culpa inmanejable.

Aguirre: —Ella siempre tiene un poco de culpa.

Carolina Aguirre y Leandro Calderone en plana jornada de seminario (Foto: Leandro Calderone)
Carolina Aguirre y Leandro Calderone en plana jornada de seminario (Foto: Leandro Calderone)

—Se viene el tercer seminario de Guión que hacen en Capital. ¿Ahí cuentan todos sus secretos?

Calderone: —Sí.

Aguirre: —Y contamos cosas horribles, contamos que nos equivocamos muchísimo.

Calderone: —Básicamente, el seminario es contar los errores que hemos cometido.

Aguirre: —Hay miles de ejemplos en los que hemos atajado a tiempo, en los que uno se ha dado cuenta de algún error del otro. Pero en muchas cosas la pifiamos, y aprendimos.

—Son diez pasos.

Aguirre: —Lo dividimos en diez porque justo daba diez para darle una estructura para que lo puedan absorber mejor. Toda la información y la forma de inscribirse está en nuestra web.

—¿Trabajan con escenas y situaciones reales?

Aguirre: —Sí. Los guiones, las escenas que se grabaron, ves cómo se hicieron, por qué se hicieron de esa manera, por qué están así. Y trabajamos con otras de muchas series que nos gustan. La premisa del seminario es que el guión es, más que nada, estructura, y entender cómo se estructura un programa te permite saber desde el vamos si eso tiene posibilidades de funcionar, o no. En general cuando ves un programa que está mal o que vos no te enganchaste es porque está mal estructurado. ¿Nunca te pasa que ves una serie y decís: "Sí, no estaba mal, pero la dejé en el capítulo dos"?

—Sí.

Aguirre: —Es porque no te importa lo que le va a pasar al personaje. Está mal planteado el factor desencadenante, está mal planteado el antagonista, está mal planteado el conflicto y está mal planteada la main question. A vos te tiene que importar la main question.

La venganza es clave en ATAV.
La venganza es clave en ATAV.

—Todo parte sí o sí de una pregunta, que en ATAV es: ¿podrá Bruno vengarse?

Calderone: —Exacto.

Aguirre: —Eso es la estructura. Vos ves Los Soprano y es: ¿podrá Tony Soprano reponerse de los ataques de pánico? Lo mismo, Homeland: ¿podrá Carrie detener el atentado?

—¿Ustedes analizan cada personaje cuando arrancan? ¿Empiezan a construirlo así: hablan de quién, de qué le pasó en su vida?

Calderone: —Sí. A veces también la dinámica no es tan purista, a ves vos arrancas pero al poco tiempo, si no está bien trabajado, te salta. Nos pasó con un personaje muy importante con el capítulo 8, 10 escrito, ni siquiera al aire, que dijimos: "Che, acá hay algo que está mal, algo que nos falta, tenemos que ahondar".

—¿Quién?

Calderone: —Nos pasó con Torcuato. Empezamos a escribirlo, teníamos claro quién era Torcuato, todo lo que había pasado, pero sentíamos que había algo que le faltaba. Había algo que ni siquiera después salió al aire, era algo que nosotros supimos, que le comentamos a Benjamín, que tenía que ver con su historia, con el pasado.

Aguirre: —Para que te des una idea el capítulo uno de ATAV lo escribimos siete veces. Y en las siete veces que escribimos, no es que corregimos cosas: cambiamos todo. Lucía venía en el barco en la primera versión. Estaba estudiando en Europa, en Francia, y los padres acá la hacían venir y los cuatro…

Calderone: —La detenían en una manifestación a favor del voto femenino en Francia. Era un perfil muy distinto.

Aguirre: —Había algo que estaba mal. Me acuerdo que dábamos vueltas y decíamos: "Hay algo que está mal". Porque los cuatro vienen en el barco y no había conflicto, ya se conocían, llegaban enamorados y era raro que después a ella, si ya se conocía y se había enamorado de él en el barco, que viene a vengarse, le dijeran: "Te vas a casar con Torcuato", y se case. Eso tenía que suceder antes. Entonces, Lucía tenía que estar en Buenos Aires. Bajar a Lucía del barco significa reestructurar todo, tirar todo un capítulo y empezar todo de cero.

Benjamín Vicuña, Delfina Chavez y Albert Baró.
Benjamín Vicuña, Delfina Chavez y Albert Baró.

—¿Te siguen reclamando que hayas matado al personaje de Vicuña en Farsantes?

Aguirre: —A él le reclaman que mató al príncipe (Juan Gil Navarro) en Floricienta. Le di la mejor muerte que le podía dar. Sentí: "Lo tengo que matar, le voy a dar la mejor muerte posible, quiero que se muera diciendo la verdad, quiero que tenga su sentido su muerte". Pero sí, fue dolorosa tanto para mí como para Benjamín. Ahora nos encontramos en una fiesta y si tomamos unas copas de más me dice: "Cuando me mataste en Farsantes yo sufrí mucho". Yo lo conté en terapia.

—¿En serio?

Aguirre: —Sí, obvio. Yo hablo muchísimo en terapia de esto. Yo sufrí muchísimo.

—¿Cuánto les importa el rating?

Calderone: —Mucho.

Aguirre: —(Risas) Pensé que ibas a disimular.

Calderone: —No, no, no tengo ningún problema en reconocerlo. Y el que te dice que no le importa, te miente.

Aguirre: —Todo es mentira. Es como el que te dice que no le importa el Martín Fierro. A nadie le importa nada hasta que pierde o gana en algo.

Calderone: —A mí me importa. Hay un punto, obviamente, en que nos gusta ganar, nos gusta que vaya bien, todo se aceita cuando va bien, todo es más fácil, pedimos más cosas y nos las dan.

Gonzalo Heredia y La China Suarez son Aldo y Raquel en ATAV.
Gonzalo Heredia y La China Suarez son Aldo y Raquel en ATAV.

—El año que viene, ¿el Oro del Martín Fierro es para ATAV?

Aguirre: —¡Ay, no! Ya lo hizo yeta…

Calderone: —Yo le tengo prohibido…

Aguirre: —Sí, me reta muchísimo. Porque yo digo: "Ay, ojalá tal cosa". "¡Yeta! Listo, lo arruinaste".

Calderone: —Nunca sabés. Hay muchas cosas interesantes. Yo creo que lo está buenísimo es que el programa esté instalado, que todo el mundo esté hablando.

Aguirre: —Estuvimos en los (Premios) Emmy y dijimos: "Che, nosotros hacemos muy buena televisión". No estoy desmereciendo otras televisiones, pero uno tiende a desvalorizar un poco lo suyo. Acá todavía permanece como una idea de que la tele es un lugar menor y vos decís: "Pero si todos los directores de cine de acá están haciendo tele y quieren hacer tele". Porque las posibilidades de que te da la tele de contar en horizontal desde una miniserie o una tira son infinitas.

Calderone: —Sí, y hay una realidad que tenemos que cambiar: se está produciendo muy poco en Argentina en comparación con lo que se produce en México o en Colombia, y no hay tantos motivos para que eso sea así. Hay que activarlo. Por eso era importante también que nos fuera bien: porque apostar, poner mucha guita en algo y que funcione, hace que los productores se vayan animando cada vez más.

 

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