A veces cuesta distinguir la realidad de la ficción, la persona del personaje. Puede que la confusión sea del artista, pero también del público. Y existe una posibilidad: que unos y otros, como en una última muralla de la inocencia, quieran conservar la magia más allá del escenario o la pantalla.
Porque María Antonieta de las Nieves no es La Chilindrina. La interpreta aún hoy, sí, en un espectáculo propio, ya terminado hace años El Chavo del 8. Y esa disociación se traslada a las redes sociales, donde la eterna niña de pecas y enormes anteojos se refiere a la actriz como su "mamá".
Así es como en estos días La Chilindrina recurrió al arcón de los recuerdos de María Antonieta para robarle distintas imágenes y mostrarle a sus seguidores fotos de momentos muy especiales de su vida. Semanas atrás, por caso, cumplió 48 años de casada. "Porque cada año que pasa, se aman más… ¡Feliz aniversario matrimonial a don Gabriel Fernández y María Antonieta! ¡Ayyyy! (Suspiro). ¡El amoooor!", escribió la hija de Don Ramón al pie de esta instantánea en blanco y negro:
Aquella boda contó con un padrino muy especial: nada menos Ramón Valdés, el actor que hiciera de Don Ramón (los límites entre la persona y el personaje nunca fueron tan difusos como en este caso: uno, en la realidad, y el otro, en la ficción, eran el mismo). Valdés y María Antonieta se adoraban. Él la quería como si verdaderamente fuera su hija. Y ella a él, como un padre. Por eso, no haber estado presente en el funeral de Ramón por motivos laborales -se encontraba en Perú- no hizo más que acrecentar la angustia por su partida.
La Chilindrina siguió compartiendo fotos, como aquella donde se ve a la actriz con su marido hace varias décadas, y vestidos de época: "¡Qué guapos se ven los dos!", (se) elogió.
Antes de llegar al inolvidable programa que creó Roberto Gómez Bolaños, De las Nieves hacía doblaje. Por ejemplo, en Los Picapiedra, era Bam Bam, el hijo de Pablo. Pero también prestó su voz para Superagente 86, Mi bella genio y La Familia Ingalls, entre muchas otras exitosas series. También era la locutora de la señal Televisión Independiente de México. Dejó ese trabajo cuando Chespirito la convocó para El Chavo del 8, y quien ocupó ese lugar fue una tal Florinda Meza, quien unos pocos meses alcanzaría la fama siendo Doña Florinda.
Y hay fotos de su infancia. Esta, del 29 de abril de 1956, fue la primera vez que subió a un escenario: María Antonieta lo considera su debut artístico.
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