Hace poco más de diez días Ruben Castiñeiras tuvo un grave accidente cuando salía de brindar un show y se dirigía a otro. Si bien la noticia fue que "El Pepo volcó", junto a él había otras tres personas: una bailarina que quedó internada, un asistente del cantante y uno de sus músicos, los últimos dos murieron.
Nicolás Carabajal e Ignacio Abosaleh encontraron la muerte en la ruta en el choque del ex líder de Los Gedes. Nacho tenía 29 años y era asistente y amigo del cantante. La otra víctima fue el trompetista de la banda, y era parte de ella desde hacía cuatro años.
Fanático de la murga, el músico integraba la agrupación Los Tachitos en su barrio, tenía 30 años y dejó una nena de menos de dos y un bebé en camino. "Era muy familiero, amaba a mi cuñada y a su hija, con tan poco eran felices, tenían mucho amor entre ellos", había dicho su hermano a Teleshow.
Y así como ellos, otros amigos, músicos y familiares perdieron la vida en los accidentes protagonizados por ídolos populares, aunque muy pocas veces se habla de ellos.
Miriam Alejandra Bianchi, popularmente conocida como Gilda, estaba disfrutando de su creciente carrera cuando el 7 de septiembre de 1996 el micro que viajaba fue envestido por un camión. Y aunque aquel día ella pasó a la inmortalidad y muchos fans hasta la consideran santa y milagrosa, ella no partió sola.
Mariel Cagnin era la hija de Gilda, fruto de su matrimonio con Raúl Cagnin. Al igual que su mamá, encontró su muerte en la ruta, cuando era apenas una nena. Su hermano Fabrizio, que en ese momento tenía ocho años, estaba en el micro y fue una de las personas que sobrevivió al accidente. Quien también murió aquella madrugada fue Isabel Scioli, también conocida como Tita, la mamá de la cantante.
Gustavo Babini era el nuevo bajista de la banda de la intérprete de "No me arrepiento de este amor" o "Paisaje", a quien conocía del grupo Crema Americana. Había sido convocado casi por casualidad, luego de que el bajista anterior, Marcelo Inamorato sufriera el robo de sus documentos y por ende, no pudiera sumarse a la gira internacional.
Raúl Larrosa también perdió la vida en el accidente. El músico peruano había venido a la Argentina en 1990, contratado por Cholo Olaya, mánager también de la cantante. Primero trabajó como reemplazante del líder del grupo Karicia y luego con Gilda. Al momento de su muerte, su hijo Jordan Otero, quien lo encarnó en la película dirigida por Lorena Muñoz, tenía nada más que un año. Participó de los discos Pasito a pasito y Corazón Valiente.
Enrique Tolosa era guitarrista y además compositor de la cantante. "Quique conoce a Gilda en 1992 después de entablar una amistad con Toti, luego de que este último trabajara unos largos meses con una banda en la que Gilda era la cantante. Quique se ofrece para encarar el desafío de un disco, era quien tenía capacidad técnica", había explicado hace un tiempo el sobrino del músico, Polo Tiseira.
Elbio Mazzuco, el chofer del micro en el que la artista, su familia y sus músicos viajaban, también murió.
Cuatro años más tarde una tragedia automovilística volvía a sacudir al ambiente tropical. En la madrugada del sábado 24 de junio del 2000, la camioneta en la que viajaba Rodrigo Alejandro Bueno, el Potro, perdió el control y el cuartetero perdió la vida.
Su hijo Ramiro, de tres años, su ex pareja Patricia Pacheco y Jorge Pablo Moreno, productor artístico, resultaron milagrosamente ilesos. Pero en el asiento trasero, también estaba Fernando Olmedo, que aquella noche dejó este mundo junto con el cordobés.
El destino le jugó una mala pasada, o tal vez estaba escrito que así tendría que ser. El hijo de Negro no conocía a Bueno, más que por sus canciones. Admirado por su música, se encontraron de casualidad el viernes por la noche en El Corralón y el cantante lo invitó al show que esa noche dio en el boliche Escándalo de City Bell.
El año pasado, en diálogo con Teleshow, Javier Olmedo aseguró que su hermano había querido ponerse el cinturón de seguridad, pero que no pudo porque la traba para engancharlo había quedado abajo del asiento: "Tendría que desarmar toda la camioneta para ponerlo. Pero quedate tranquilo que cuando llegamos al lugar del show le pido a mi gente que los levante y te acomoden el cinturón", le habría dicho el Potro.
"Fer salía de Capital Federal en barco o avión y siempre se ponía el cinturón de seguridad. Esa noche se lo pidió dos veces (al Potro), por eso mi enojo con este muchacho, su impericia y su falta de respeto hicieron que mi hermano muriera. De haber tenido puesto el cinturón, Fernando estaría vivo…", agregó Javier.
El mayor de los seis hijos del recordado cómico murió a los 42 años. Era actor, había participado de la obra Tetanic en 1999 y de las películas Las mujeres son cosas de guapos, Los colimbas se divierten y Susana quiere, el Negro también!, entre otras.
A Leo Mattioli lo apodaron el León santafesino, y es que verdaderamente era un león. En el 2000 tras un grave accidente automovilístico estuvo al borde de la muerte y su rehabilitación duró tres meses. El choque protagonizado por los integrantes del grupo Trinidad dejó un saldo de dos muertos: Sergio Reyes (tecladista) y Darío Bevegni (acordeonista).
Para el cantante, el accidente dejó como secuela un dolor inmenso que lo hizo adicto a la morfina: "Se movía en un show y se salía la cadera. Era insufrible el dolor que sentía", contó alguna vez su hijo Nicolás.
El choque ocurrió el 15 de enero del 2000 cuando la banda volvía de dar un show en el norte de Santa Fe.
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