Muchos cantantes de la movida tropical sueñan con ser exitosos y trabajan duro para lograrlo. Cuando logran su objetivo, disfrutan de la popularidad, de la fama, de ganar dinero. Llenan boliches, estadios y teatros todos los fines de semana.
Pertenecer a un grupo selecto de los "músicos exitosos" tiene un alto precio. Descansar poco, trabajar mucho. Viajar de día y de noche, a veces a toda velocidad. Realizar numerosas presentaciones en tiempo récord. Después llegan los excesos y el descontrol.
Las tragedias en las rutas son bastante usuales en el ambiente de la cumbia. El sábado 20 de julio a la madrugada, Rubén Darío Castiñeiras (44), más conocido como El Pepo, sufrió un accidente mientras manejaba su camioneta Honda CRV blanca por el kilómetro 8,5 de la ruta provincial 63, a la altura de la localidad bonaerense de Dolores. Debían realizar dos shows en San Bernardo y Villa Gesell.
Romina Candia (bailarina), Ignacio Abosaleh (asistente y amigo del artista) y Nicolás Carabajal (trompetista de la banda) también viajaban en el vehículo. Como consecuencia del siniestro, los dos hombres murieron. Mientras que el cantante y la bailarina fueron internados de urgencia con lesiones en el hospital San Roque.
Castiñeiras fue imputado por los delitos de doble homicidio culposo agravado y lesiones graves culposas. Además, dispusieron la prisión preventiva para el músico que ya estuvo en la cárcel de Ezeiza hace unos años. En la causa que lleva adelante el fiscal Diego Bensi, su situación procesal es complicada ya que Candias declaró que bebieron vodka dentro de la camioneta.
Según las primeras informaciones, El Pepo habría intentado esquivar a un animal que se le cruzó en el camino, perdió el control y volcó. El vehículo quedó sobre una cuneta, dado vuelta completamente. Todavía están investigando cuáles fueron las causas del siniestro que ocurrió durante una noche con niebla y escasa visibilidad.
La primera gran tragedia en la movida tropical tuvo como víctima a la cantante Gilda. En pleno auge de su carrera, Miriam Alejandra Bianchi perdió la vida a los 34 años cuando viajaba hacia la localidad entrerriana de Chajarí para realizar una presentación.
El 7 de septiembre de 1996, en el kilómetro 129 de la ruta 12, un camión de origen brasileño embistió contra el micro en el que viajaba la intérprete de No me arrepiento de este amor, cerca de la localidad de Ceibas. Además de la artista, murieron su hija Mariel, su madre Tita, tres de sus músicos y el chófer. Mientras que otras doce personas resultaron heridas.
Gilda se convirtió en un mito popular que trascendió las fronteras. Muchos fanáticos la consideran una santa y le rezan para pedirle ayuda o protección. Incluso, hay un santuario realizado en su honor en el kilómetro 129 de la ruta 12. También en 2016 se estrenó una película sobre su vida de la mano de la actriz Natalia Oreiro y de la directora Lorena Muñoz.
Rodrigo Bueno fue otro caso emblemático de fatalidad en una ruta: falleció a los 27 años el 24 de junio del 2000. En ese momento, disfrutaba de una gran popularidad y estaba en el mejor momento de su carrera. El suceso ocurrió mientras manejaba su camioneta Ford Explorer roja, entre los kilómetros 24 y 25 de la Autopista La Plata – Buenos Ares, a la altura de Ezpeleta.
También murió Fernando Olmedo, el hijo del cómico Alberto Olmedo. Mientras que Patricia Pacheco (ex del cantante) y Ramiro Bueno (su hijo) resultaron ilesos. Todos estaban regresando a Buenos Aires, luego de que el artista realizara una presentación en City Bell. Antes habían cenado en El Corralón, donde Rodrigo y Fernando se conocieron. El cuartetero lo invitó a su show, sin imaginar el trágico desenlace.
En un principio, hubo una gran confusión sobre cómo ocurrió el siniestro. Los testigos aseguraban que Alfredo Pesquera había encerrado al vehículo del cordobés con su 4×4 Chevrolet Blazer blanca. Al no tener puesto el cinturón de seguridad, Bueno fue despedido de la camioneta y se golpeó la cabeza contra el pavimento.
El empresario quedó imputado por homicidio culposo. Sin embargo, fue absuelto por el Tribunal Oral Criminal 2 de Quilmes. Según el fallo, el intérprete de Por lo que yo te quiero conducía con 0,55 gramos de alcohol en sangre. Además iba una velocidad de 144 kilómetros por hora, que excedía los 130 kilómetros permitidos en esa autovía.
Pablo Ravassollo, líder de Trulalá, también perdió la vida el 25 de febrero de 2006. El intérprete había ingresado al popular conjunto de cuarteto en 2002, en reemplazo de Cristian Abel Amato. Un año más tarde, el grupo lanzó el disco "Con toda la fuerza". El primer hit del cantante con la banda fue "Hay algo en ella".
El artista murió a los 22 años como consecuencia de un choque frontal entre dos vehículos en la ruta provincial 5, cerca de la ciudad de la localidad de Alta Gracia. Además falleció Nestor Heredia, quien ayudaba en la banda con temas administrativos. Ellos se dirigían hacia Santa Rosa de Calamuchita para brindar un recital.
Una de las desgracias más impactantes ocurrió el 12 de mayo de 2007, cuando el Grupo Néctar realizó un show en El Mágico, un boliche de cumbia ubicado en Liniers. Esa fue la última presentación de la banda peruana que estaba pasando por un momento exitoso. La combi Mercedes-Benz en la que viajaban colisionó contra un vehículo en la autopista 25 de Mayo, a la altura de la calle Alberdi, del barrio de San Cristóbal. Luego de atravesar el guardarrail, el minibus cayó desde casi seis metros al vacío y explotó. Todas las víctimas fallecieron carbonizadas.
El episodio fue en la madrugada del 13 de mayo cuando se dirigían a toda velocidad hacia Berisso para tocar en otro show. Murieron 13 personas, entre los que se encontraban Johnny y Enrique Orosco, Miguel Porras, Ricardo Hinostroza, Pascual Pine, Pedro García, Juan Carlos Marchand y Daniel Tahuana, integrantes de la banda. También viajaban Juan Murillo, el empresario peruano que conducía y los había contratado para el siguiente show de la noche; José Montenegro, el asistente de Murillo; Miriam Orillo, la empresaria que había traído a Néctar a la Argentina; y Delia Ramírez, que trabajaba con ella. Además hubo otra víctima cuyo nombre no trascendió.
Algunos artistas de la movida tropical tuvieron accidentes, aunque lograron sobrevivir como le ocurrió a Leo Mattioli el 15 de enero de 2000. El episodio pasó en el norte santafecino mientras regresaba con sus músicos de un gira. Sergio Reyes y Darío Bevegni fallecieron, mientras que el cantante estuvo al borde la muerte. Durante tres meses de internación, escribió las canciones que formaron parte de "Un homenaje al cielo", su primer disco solista.
Luego, El León Santafecino volvió a los escenarios casi irreconocible, había perdido mucho peso y usaba muletas. Tras el siniestro, se convirtió en adicto a la morfina por los constantes dolores corporales que padecía. Desde entonces, tuvo varias internaciones por problemas cardíacos. Mientras que en 2009 debió ser asistido en terapia intensiva por un fuerte cuadro de neumonía, que lo dejó en coma farmacológico. Cosechó una exitosa carrera hasta que murió a los 38 años al sufrir una insuficiencia cardíaca el 7 de agosto de 2011 en Necochea, luego de haber dado un recital en Mar del Plata.
El 8 de diciembre de 2018, Diego Mujica, líder del grupo Tambó Tambó, viajaba rumbo a Mar del Plata cuando tuvo un accidente en el kilómetro 67 de la ruta 2. El cantante sufrió politraumatismos y fue trasladado al hospital Melchor Romero. Luego, siguió internado en el Sanatorio La Trinidad de Quilmes con un cuadro grave. Durante varios meses, su hijo Agustín se encargó de reemplazarlo en la banda hasta que el artista pudo retomar su carrera.
Jacqueline Acosta Lera, más conocida como Jackita, pertenece a la nueva generación de cantantes femeninas del ambiente de la cumbia. Desde hace diez años, interpreta temas relacionados al empoderamiento femenino. En el momento que comenzó a tener popularidad, la joven puso en riego su vida mientras intentaba llegar a una presentación.
"Estábamos en el norte, a las corridas entre baile y baile. Íbamos por el quinto show de la noche y el empresario que me había llevado estaba manejando. Yo iba en su auto con mi mánager, un músico y una chica que me acompañaba. La camioneta con la combi venia atrás con los chicos (por los músicos). Entonces me dice: '¿Qué hora es?'. 'Las cinco menos diez'. Creo que a las cinco cerraba el baile. Estábamos a diez kilómetros. 'Listo', dijo. Y pisó (el acelerador). Había bastante neblina. Y así como pisó, seguimos de largo en una curva. Aparte, a una altura… Imaginate, zona de montañas", relató en una entrevista con Teleshow.
El relato de Jackita, cantante de cumbia
"No teníamos los cinturones puestos. Si hubiésemos tenido los cinturones puestos quizás no me hubiera hecho lo que te voy a contar… Estábamos los 3 pegados atrás, le digo: 'Quedate tranquilo, me lastimé la boca, estoy sangrando mucho pero estoy bien'. Pero en ese momento vos no sabés si estás bien, estás en shock. Hice así, abrí la puerta del auto y salimos", explicó Jackita. Luego de este episodio, dejó de trabajar por tres meses hasta que volvió a subir a los escenarios, pero le quedaron secuelas psicológicas.
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