Cuando todo parecía marchar sobre ruedas, con sendos anillos de compromiso y las frecuentes noches compartidas en la semana que hacían vislumbrar una convivencia, Oscar González Oro -el querido Negro– y Mauro Francisco -más conocido como Panchito– rompieron su vínculo amoroso. "Debo decir que nos separamos. Ya no estamos juntos ni somos pareja", reveló el periodista, lo que nadie esperaba.
González Oro eligió postear en Instagram una frase ("El alma suele saber qué hacer para sanarse, el desafío es silenciar a la mente") para de inmediato dar lugar a un texto conmovedor, donde acerca todo su pesar por la separación. "Mi alma no sabe qué carajo hacer… y mi mente me sigue gritando", escribió el conductor de Negro y Regreso, en Radio 10, apelando a aquella frase inicial.
El Negro, de 67 años, lamentó estar cerrando "una de las etapas más bellas" de toda su vida. "Conocí una vez más la felicidad, disfruté cada momento vivido a su lado", confesó sobre todo aquello que compartió junto a Pancho, de 34. "Ame. Y mucho".
No obstante, evitó dar detalles sobre los motivos que llevaron a la decisión, o quién la tomó. Pero se sinceró: "Me equivoqué. Nos equivocamos. Nos amamos cada uno a su manera. No fue para nada poco. Somos y seremos buena gente. Nos merecemos estar bien y ser felices, juntos o separados".
El cierre de sus palabras fue para sus seguidores y admiradores, aquellos que siguieron de cerca el nacimiento y la consolidación de este amor, ahora trunco: "Sé que nos querían juntos y que nos querían mucho. Perdón. ¡No siempre las cosas se dan como uno pretende!", dijo el Negro, comunicando todo su pesar.
Mauro Francisco también hizo mención a la separación en sus redes sociales (las cuentas de los dos siguen teniendo las fotos de cuando eran pareja; la última, 15 días atrás). Pero a diferencia del Negro, lo suyo fue más escueto. Y empleó la pluma de otro, en lugar de la propia: "No es soberbia, es amor poder decir adiós", compartió, citando a Gustavo Cerati; en rigor, a una frase de la canción "Adiós" de quien fuera el líder de Soda Stereo. Y agregó varios corazones, a modo de emoji.
La historia de un gran amor.
"Me tiró una jauría de perros. Osado el péndex", bromeó hace unos meses González Oro, narrando el comienzo de la relación con Mauro, quien le envió un mensaje privado al periodista cuando supo que había finalizado un vínculo anterior. "Fui con los tapone de punta", admitió el actor. Entonces intercambiaron sus teléfonos, inaugurando lo que al fin de cuentas era una charla entre dos desconocidos, que pretendían ya no serlo.
El Negro Oro, hablando de Mauro (Video: El Nueve)
En la primavera de 2018 se pusieron a salir. Contaban que el humor los había unido, y que la diferencia de edad (más de treinta años) no hacía mella alguna. Después del brindis de Año Nuevo consolidaron el vínculo, con unos días compartidos en Punta del Este. En febrero hicieron público el noviazgo, y en un reciente viaje a España llegaron a comprometerse.
"Lo amo -contaba Oscar-. Viene a casa cuando quiere: es la suya. Por mí, que se mude mañana. Cuando no está, lo extraño. Panchito me cambió la vida. Hago radio para él". "También lo amo, pero creo que él lo propone (la idea del casamiento) porque sabe que yo prefiero esperar. Si le llego a contestar que sí, se c… todo y arruga -bromeaba Mauro-. La segunda vez que salimos me dijo que se quería casar y adoptar, o subrogar un vientre. Yo no entendía nada. Pero él es así. Hasta le puso nombre a nuestra futura hija: Catalina".
Y en eso estaban -planeando el casamiento, proyectando una vida juntos-, cuando asomó la ruptura, sin que nadie hubiera previsto siquiera una eventual crisis. Por el momento, solo el Negro y Pancho conocen la razón. Les pertenece, tanto como la tristeza que enfrentan por estos días. Así es como sucede, después de un gran amor.
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