Los siete capítulos que ya se vieron al aire de Monzón, la serie han recibido unánimes críticas satisfactorias de especialistas y del público. La factura es redonda; está bien hecha, con una narración en dos tiempos simultáneos, excelentes actuaciones y un constante clima de tensión y suspenso que atrapa. Además de la repercusión técnica y de los seguidores, la serie tiene un paralelismo en lo mediático-periodístico por la trascendencia del caso en su momento y el revisionismo que puede hacerse desde el presente, ya que muchos de sus testigos están vivos.
En líneas generales no hay quejas, y las que existen son más solapadas. Hay versiones que indican que familiares directos del ídolo del boxeo y femicida no están de acuerdo con cierto perfil que la serie potencia de Monzón, y que su ex mujer, Pelusa, y su hija, Silvia, hablarán cuando la emisión finalice. El primer hijo del ex campeón del mundo, también llamado Carlos -nacido de la primera pareja del pugilista, anterior a Pelusa- asegura que a su padre no le gustaría la serie. De hecho los autores eligieron no mostrar esa primera relación del protagonista en la ficción. Y, por otra parte, la propia Susana Giménez, en diálogo televisivo con el nieto de su ex pareja, coincidió en que no le hubiese gustado.
Aparece ahora, sin embargo, una voz más contundente y definitoria: la de Román Martel, hijo de Adrián El Facha Martel, quien acaba de contactar al abogado Fernando Burlando para iniciar una demanda a la productora de la serie, Buena Vista Internacional -subsidiaria de Disney-, y a los productores argentinos de la realización, por el uso de la imagen de su padre. "Lo quieren dejar como un gángster", afirmó.
Veamos el caso puntual. El Facha Martel era el hombre más cercano a Monzón en aquel verano de 1988, cuando ocurrió el femicidio de Alicia Muñiz. Había alquilado la casa de la calle Pedro Zani, en Mar del Plata, donde sucedieron los hechos. Llegó después del crimen y con los años confesó que había "puesto cocaína en la mochila" de su hijo cuando llegó la policía al escenario del crimen. Su propio hijo Román lo confirma actualmente.
En la serie, el personaje se llama "El Turco" y está interpretado por el actor Nacho Gadano, quien si bien reconoce que el personaje emula a Martel, tanto los guionistas como el director de la ficción, Jesús Braseras, le permitieron licencias creativas transformando su personaje en uno "mucho más oscuro que El Facha". Hecha la salvedad, no habría discrepancias. Pero el hijo del actor, después de ver el capítulo del lunes pasado, tomó la decisión de iniciar acciones legales contra los creadores de la serie, por entender que fue dañada la imagen de su padre.
En el sexto episodio se ve un tenso diálogo entre "El Turco" y el personaje del fiscal Gustavo Parisi -interpretado por el actor Diego Cremonesi– donde se ve un "apriete" del primero al segundo en el marco de la investigación del caso Alicia Muñiz. El personaje que está inspirado en el Facha Martel apaga un cigarrillo sobre el escritorio del fiscal y le hace varias advertencias. En una escena posterior, el fiscal es golpeado salvajemente por anónimos, en directa relación a ese diálogo anterior. En el imaginario de la ficción, se daría a entender que Martel mandó a atacar al hombre de la Justicia.
Hay una gran polémica en torno al papel que Martel tenía en la vida de Monzón y también de Alberto Olmedo ese verano en Mar del Plata. "El Facha era el dealer de Monzón y de Alberto", afirmó esta semana en un reportaje Nancy Herrera, la última pareja del capocómico que murió días después del femicidio de Alicia Muñiz, el 5 de marzo del mismo año, al caer de un balcón en el edificio Maral 39 de Mar del Plata. Según ella, Martel proveía drogas a ambos y era quien "los llevaba por mal camino".
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