Pasaron solo 20 días desde que Morena Rial se separó de Facundo Ambrosioni, el padre de su bebé de tres meses. Al instante de romper con su relación de hace más de un año, la joven explicó que decidió terminar con el noviazgo al descubrir que el futbolista le había sido infiel.
Desde su ruptura con el papá de Francesco Benicio, la hija del conductor de Intrusos estuvo muy acompañada por su familia. Y también por un amigo muy especial: Enrique Sánchez.
Faltan 10 días para que se cumpla un mes desde que More está soltera. Estas últimas semanas fueron muy difíciles para ella: denunció a su ex por violencia de género, y la Justicia impuso sobre el Ambrosioni una restricción perimetral que habría sido violada.
A medida que la joven de 20 años se dedica a cuidar a su bebé, el vínculo con Sánchez -uno de sus grandes sostenes- va creciendo. Esta relación es tan fuerte que ya dejó una registro imborrable en la piel de ambos. Morena y Enrique comparten un nuevo tatuaje: una corona que cada uno marcó en el dorso de una mano. Ella en la izquierda; él, en la derecha.
No es el primer tatuaje que la hija del periodista le dedica a su amigo: "Abrázame que el tiempo pasa y no se detiene", se escribió la joven en un antebrazo, una frase que forma parte de la canción "Abrázame muy fuerte", de Juan Gabriel.
Sin embargo, la hermana de Rocío Rial se realizó el tatuaje letrado para tapar uno viejo. Ocurre que hace unos meses More había visitado a su tatuadora para un tatuaje que, en aquellos días, le dedicó a Ambrosioni: "Porque con tu amor toda la vida me quiero quedar. Facundo: 17/02/18", tenía escrito en su brazo. Ahora este mensaje fue reemplazado por el tema de Juan Gabriel para su su fiel amigo Enrique Sánchez.
Luego del nacimiento de Francesco, la madre primeriza pudo refortalecer el vinculo con su padre, Jorge. También le dio una oportunidad a Romina Pereiro, la mujer del líder de Intrusos, con quien en un principio no había una buena relación. Y en este último tiempo se pudo ver cómo la familia ensamblada se encuentra más unida que nunca.
SEGUÍ LEYENDO