Pelusa, Susana y Alicia Muñiz: los tres amores de Carlos Monzón signados por la violencia

En tiempos en los que aún no se hablaba de delitos de género, las mujeres del campeón fueron víctimas de sus maltratos. Dos pudieron contarlo. Una no

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Carlos Monzón, Pelusa García, Susana Giménez y Alicia Muñiz
Carlos Monzón, Pelusa García, Susana Giménez y Alicia Muñiz

Muchas mujeres pasaron por los brazos de Carlos Monzón durante sus años de gloria. Pero, en aquellos tiempos, la prensa del corazón no solía sacar a la luz relaciones que no fueran oficiales. Y menos, si no había una foto que las acreditara como tales. Por eso, al ex Campeón del mundo sólo se le conocieron tres parejas que fueron Mercedes Beatriz Pelusa García, Susana Giménez y Alicia Muñiz. Y las tres estuvieron signadas por un denominador común: la violencia.

Eran años en los que no se hablaba de violencia de género. De hecho, cuando una mujer era asesinada por su pareja, los diarios de la época lo titulaban como "crimen pasional" en lugar de femicidio. Y la Justicia no tomaba cartas en el asunto ante las denuncias de las víctimas. A tal punto que gran parte de la sociedad terminaba naturalizando el hecho de que muchos hombres creyeran que sus parejas eran de su propiedad. Y pensaran que podían hacer con ellas lo que quisieran.

Algo así le pasó a Pelusa. Al igual que Monzón, había nacido en San Javier, provincia de Santa Fé, y se había criado en un hogar por demás humilde. Con un agravante: en su familia había reinado siempre la violencia y, según confesó ella misma, siendo una adolescente se había visto obligada a abandonar su casa cuando su padre quiso abusar de ella.

Por eso, cuando a poco de casarse con el boxeador comenzó a recibir maltratos por parte de éste, no se sorprendió. Dicen que ella se defendía de los golpes. Y si… ¿qué podía hacer una mujer, en esos tiempos, más que tratar de defenderse? De hecho, en una oportunidad, Pelusa terminó disparándole dos veces con un arma para evitar que Monzón la siguiera golpeando. Le acertó un tiro. Y él convivió con la bala en la espalda hasta el final de sus días. Pero la violencia no se terminó. Y ella no se separó.

Susana Giménez recibió en su programa a “Pelusa” García (DyN)
Susana Giménez recibió en su programa a “Pelusa” García (DyN)

Pelusa y Carlos se habían casado en 1962, cuando él tenía apenas 20 años y el éxito pugilístico era sólo un sueño lejano. Eran tan pobres, que tuvieron que pedir prestado dinero para poder pagar la libreta de matrimonio. Pero, con cada pelea ganada, su estándar de vida se fue incrementando. Tuvieron dos hijos biológicos, Silvia Beatriz y Abel Ricardo, y uno adoptivo, Carlos Raúl. Y se mantuvieron juntos, a pesar de todo lo que ella tuvo que aguantar, hasta que apareció Susana en la vida de Monzón. Entonces, fue él quien la dejó a ella para irse detrás de la estrella de Shock, a la que luego definiría como "el amor de su vida".

Susana y el boxeador, por entonces ya consagrado a nivel internacional, se conocieron en 1974, cuando Daniel Tinayre los convocó para protagonizar la película La Mary. Cuenta la leyenda que, cuando se daba la orden de terminar con una escena de sexo, nadie podía pararlos. Que desaparecían en medio del rodaje para encerrarse en los camarines. Y que esta situación terminó convirtiéndose en un verdadero dolor de cabeza para todo el equipo filmación.

Así, marcada por la pasión, los celos y la violencia, la relación duró cuatro años. En ese tiempo, las maquilladoras de los canales de televisión fueron testigos de los moretones con los que llegaba Susana después de cada golpiza. Y de los regalos que ostentaba al día siguiente cuando, arrepentido, Monzón le pedía disculpas. Ella decía que él sólo le pegaba cuando tomaba. Pero el alcohol era una constante en su vida. Y un día, ella se dio cuenta de que si no terminaba con esta historia, esta historia podía terminar con ella. Así que se alejó definitivamente de él .

(Video: Escena de "La Mary", con Susana Giménez y Carlos Monzón)

La que no pudo escapar a tiempo fue Alicia Muñiz. Nacida en Uruguay, se había nacionalizado argentina y había comenzado a destacarse en su carrera de modelo y actriz cuando, en 1979, en un almuerzo con amigos en la Costanera, conoció a un ya retirado Monzón. Ella tenía apenas 23 años. Y comenzó con él una relación sentimental de la que nació su único hijo, Maximiliano Roque.

Como era de esperar, en esta pareja también estuvo presente la violencia. Hostigada por Monzón, de a poco Alicia comenzó a dejar de lado su profesión para evitar los celos y los consiguientes ataques del ex boxeador. E intentó separarse de él en varias oportunidades, haciendo denuncias que quedaron guardadas para siempre en los cajones de las comisarías de la época.

Fue en una de esas tantas idas y vueltas que Alicia viajó a Mar del Plata, dónde Carlos se encontraba con su hijo, para llevarse al pequeño. Dicen que, entonces, él intentó reconquistarla. Y que ella, mal aconsejada, accedió a darle una nueva oportunidad. Pero, lamentablemente, no sobrevivió al último ataque del ex boxeador.

El 14 de febrero de 1988, el mundo entero se despertó con la noticia de que Monzón había matado a su mujer. ¿El campeón un asesino? Sí, exactamente. Aunque muchos lo quisieran tapar, aunque otros no lo quisieran creer, era así. Después de una noche de festejo por el cumpleaños de Sergio Velasco Ferrero y una visita al casino en la que había reinado el alcohol, ambos habían llegado a la casa en la que Adrián "El Facha" Martel había alojado a Carlos en esa temporada. Y, después de una discusión teñida por los golpes que terminó con un a ahorcamiento, Alicia cayó sin vida desde el balcón.

Carlos Monzón y Alicia Muñiz, juntos en una salida nocturna
Carlos Monzón y Alicia Muñiz, juntos en una salida nocturna

Monzón nunca reconoció su culpabilidad. Pero tras un juicio oral que comenzó el 26 de junio de 1989 y duró siete días, fue condenado a 11 años de prisión. Sin embargo, el 8 de enero de 1995, cuando recién había cumplido la mitad de su pena en la Unidad penitenciaria N 2 del barrio Las Flores, de Santa Fe, el ex boxeador se mató en un accidente automovilístico mientras gozaba de una salida transitoria. Tenía 52 años. Algunos lo despidieron con honores, recordando sus logros profesionales. Otros, simplemente, lo inscribieron en la historia como el femicida que hizo que la sociedad comenzara a tomar consciencia de la gravedad de la violencia de género.

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