Flavio Mendoza estuvo en la mesa de Mirtha Legrand y se mostró feliz con su presente con su hijo Dionisio, que en abril cumplió un año. El coreógrafo contó cómo lo cambió la llegada de su bebé y se sorprendió con la pregunta que le hizo la conductora respecto al método de suborogación.
"Mi hijo nació en Orlando, desde la clínica se veía el castillo, un sueño. A la mamá no la conocí, Giselle la que lo tuvo no es la mamá, es el vientre subrogado, el óvulo es de otra mujer. Hace unos días nació su bebé, su cuarto hijo y antes de que Dionisio cumpliera un año nos encontramos", contó el jurado del BAR de ShowMatch sobre la suborgante.
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Además, aclaró que "es un amor de mujer" y que estaban en contacto todo el tiempo: "Hablamos y me manda mensajes cuando ve algo del nene en las redes". Al ser consultado sobre si la mujer había cobrado por llevar adelante el embarazo, dijo que sí y aclaró: "No es dinero suficiente para llevar un bebé nueve meses, amar a esa personita que no es tuya y llevarla, creo que tendría que cobrar mucho más".
Luego, se refirió a la historia de la mujer: "El marido no estaba de acuerdo. Más allá de lo económico, le pregunté por qué quería hacer esto, me dijo que había nacido, crecido, estudiado, tenido hijos pero sentía que no había hecho algo por el mundo, quería donar sus óvulos y cuando salió este método dijo que quería ser vientre subrogado. Ella dijo que era una necesidad de ella".
"Eso es lo que me hizo elegirla, y me dijo: 'Fue un viaje maravilloso y cuando lo vi en tus brazos, este viaje terminó'. Se sintió feliz, acaba de tener un hijo. Es un ser maravilloso que voy a amar toda la vida", agregó Mendoza.
"Pero es raro, ¿no? En algún momento tendrá deseos de ver al chiquito", cuestionó Mirtha, y el coreógrafo dijo que sí, y que se habían visto: "Es un acto de amor, los actos de amor no hay que verles rarezas".
La Chiqui insistió: "¿No comercia con eso?". Muy seguró, él respondió: "Sí, pero lo hace por una buena causa, hay gente que comercia por malas causas. En Estados Unidos es caro estudiar y es parte de ayudar a sus hijos".
Peto Menahem, que estaba en la mesa y que gracias a su programa Padres e hijos conoció muchas historias de familias como la de Flavio, interrumpió: "Comerciar con eso no tendría por qué ser malo, es cultural, es una costumbre".
En ese sentido, Mendoza destacó la importancia de generar leyes que facilitaran la adopción en Argentina y dijo que se apenaba cuando pensaba en su amigo, Marcelo Polino, que tras seis años de hacer trámites para tener un hijo, desistió porque se le "pasó el tiempo".
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