Alejandro Fantino responde las 12 preguntas a un famoso: "Las entrevistas a Mauricio Macri fueron las más difíciles de mi carrera"

Relator, conductor y animador de radio y televisión, viene de ganar el Martín Fierro al mejor programa periodístico con "Animales Sueltos" y es un referente de los buenos reportajes

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Alejandro Fantino (Foto: Instagram)
Alejandro Fantino (Foto: Instagram)

1. —¿Cuando eras chico soñabas con ser famoso?

—De chico no soñaba con ser famoso. Cuando vino el Papa Juan Pablo II, vi un camarógrafo corriéndolo por la calle, lo vi hacer un esfuerzo muy grande a ese hombre y me rompió la cabeza. Ver cómo se esforzaba para tener una mejor visión del Papa me modificó para siempre. Ahí empece a soñar con que quería trabajar con algo vinculado al periodismo; no sabía si quería que fuera delante de cámara o detrás, pero quería hacer eso. Nunca soñé con ser conocido, nunca soñé con que podía salir de mi pueblo, solo a alguna ciudad cercana. Todo lo que me pasó fue muy gratificante y también particular y extraño, casi inesperado.

2. —¿Qué te dijeron tus viejos cuando te viniste tan joven a Buenos Aires?

—Mis padres solo me dieron su apoyo. Me vine cuando tenía 20 años. Ellos me apoyaron cuando me fui a los 13 años y ya no volví más porque ingresé en un Liceo Militar, después me fui a San Francisco, Córdoba, después a Misiones y finalmente vine a la Capital. Solo recibí confianza, apoyo y seguridad de que no me iba a meter en ninguna cosa extraña y que no iba a cometer algún error que me costara humanamente. Confiaban en mí y en mi crianza.

3. —¿Algún nombre famoso que te haya ayudado cuando empezaste tu carrera?

Antonio Carrizo me enseñó de esto, me inculcó que tenía que leer para poder crecer. Él siempre me decía una frase cuando yo lo veía en radio Rivadavia: "Fantino, lee a Borges, porque él te afina el instrumento". Eso me lo decía todo el tiempo. Jorge Santos también fue importante, fue quien me toma la prueba en Mitre y finalmente Anselmo Marini, que era el encargado de elegir los que se quedaban y los que se iban en radio Mitre. Después, más adelante, me dieron una gran ayuda en mi profesión Daniel Vila y el grupo América. Ellos son quienes me instalan definitivamente en la televisión abierta.

4. —¿Cuándo sentiste que eras conocido para el público?

—Lo mío fue en dosis pequeñas, primero en la cancha de Boca cuando era el relator que seguía la campaña, después en Mar de fondo. Esa manera de ir recibiendo "la fama en dosis" me fue preparando para que no se me volara la tapa del cerebro. Mi carrera se fue construyendo en pequeñas dosis. Sí fue un momento muy shockeante en el año 1992 cuando iba a debutar en la campaña de Boca y abrí Clarin y mi cara estaba a doble página, eso fue muy movilizador y sin dudas el primer momento de popularidad fuerte.

5. —¿Tuviste una época de excesos?

Tuve una etapa de de excesos de salidas. Había armado un circuito de salidas, lo hacía de lunes a lunes. Hice esa ruta durante dos años, tenía un grupo de amigos muy divertidos, me llevaba muy bien con ellos, éramos nueve, íbamos para todos lados juntos… Llegaba sin dormir para hacer el programa de radio a la tardecita, era la tira deportiva central y los domingos relataba a Boca. Me tocó un año con sueño. La pasé muy bien y no me arrepiento, fueron excesos sanos, nunca algo que me complicara físicamente ni me salud. Salida, noche, joda, pero hasta ahí.

6. —¿Te cuidás mucho físicamente? ¿Qué hacés?

—Me cuido mucho porque esta profesión necesita de un cuerpo sano, que pueda resistir el estrés, la presión para laburar de esto. Hay que cuidarse, comer bien. No digo de entrenar como un deportista, pero hacer un poco de deporte, quemar un poco de adrenalina, endorfina, trotar, algo, generar una energía un poco más limpia desde el deporte. Además salgo en televisión, me quiero sentir bien, cómodo con mi físico, con mi cuerpo, con mi presencia. No soy un obsesivo, pero si me descontrolo un par de días con la comida, entonces pasan dos días en donde me cuido, y con eso soy bastante ordenado. Es una necesidad, en un cuerpo sano es más difícil que el estrés de nuestra profesión haga daño.

7. —Tu programa de tele viró del magazine humorístico al programa político, ¿el formato anterior se agotó o este es más rendidor por la pauta publicitaria?

—El paso del Animales Sueltos de humor y de magazine al programa de hoy fue "una casualidad buscada". Con Juan Cruz Ávila (creador y productor general del ciclo) sosteníamos que el formato que veníamos haciendo hacía tantos años necesitaba un cambio, y a mí me gusta mucho entrevistar. Entonces empezamos con las entrevistas, y eso rindió. Y yo también tenía otras necesidades intelectuales: lo fuimos intentando, se fue dando y la gente nos acompañó. A veces pasa que el público no te sigue, pero por suerte a nosotros nos eligieron. Después definitivamente terminó de mutar. Además creo que este año, al ganar el Martín Fierro al mejor programa periodístico, se dio la consumación de ese cambio que en ese momento con Juan Cruz decidimos. En ese momento le dije a Juan: "Vamos a ganar el Martín Fierro al mejor programa periodístico". Finalmente se dio este año. Para mí fue glorioso sentir eso. Sentíamos que el formato viejo se estaba agotando y creíamos que debíamos hacer un cambio, podría haber salido mal, pero gracias a Dios salió bien.

8. —¿Cuando citás momentos, nombres y situaciones de la historia universal hay una sobre actuación para demostrar tu sapiencia?

A veces puedo caer en algún tipo de engolosinamiento en ese tipo de citas, lo reconozco. Pero lo que pasa es que me enloquecen, me pueden, me apasionan. Yo soy un amante de la historia universal, de la filosofía. No lo hago para demostrar nada. Me imagino batallas, personajes, diálogos, charlas. Escucho podcasts de historia universal. A veces, tal vez, me lleva a cometer exageraciones, que algunos pueden creer que es petulancia, pueden decir "¿este quién se cree que es?". Este año comencé a estudiar otra vez, estudiaba sociología y ahora pasé a filosofía. Me permito cometer ese error porque es parte de mi pasión.

9.—¿Qué programa te gustaría conducir de los que están en el aire y no hacés vos?

Un programa que me encanta, y lo digo con sumo respeto porque tiene conductor, es Polémica en el bar. Es un formato súper amplio para poder jugar y hacer lo que quieras. Hablar en serio, hablar en broma, situaciones bizarras, humorísticas, dramáticas. Me parece que encierra todo, es la perfección de un formato. Por algo hace tantos años está en el aire. Algún día me encantaría conducir Polémica en el bar.

10. —¿A quién vas a votar en octubre?

—Cualquier cosa que dijera sobre a quién voy a votar en octubre sería perjudicial para mi carrera. Estamos en momentos en que Argentina esta muy sensible con esas cuestiones y declaraciones. Si yo diera una pista de por qué lado iría mi voto, sería usado para poner en duda mi laburo. Como es secreto queda en mí.

11. —¿Por qué no tuviste mas hijos? ¿Te gustaría ser padre de nuevo?

—Yo tengo una historia de amor perfecta con mi hijo Nahuel, por cómo se dio, por cómo Dios hizo que él y yo nos encontráramos. Y como ya tengo la experiencia de ese encuentro, que no fue muy común a lo que viven la mayoría de los padres, volver a ser papá lo dejo librado a que se pueda dar. Obvio que está en la cabeza de todo hombre ser padre, pero fue tan perfecto como se me dio la paternidad, que dejo librado eso que la vida la determine.

12. —¿Cuál fue tu entrevista más difícil?

Las entrevistas que le hice a Mauricio Macri, sin duda. Esas notas son difíciles porque es un presidente, porque estás en la mirada de todos, te sentís observado. Si le preguntas de más, los que lo eligieron te atacan, y se le preguntaste de menos, quienes no lo eligieron te atacan. Son entrevistas complejas, uno trata de salir lo menos golpeado posible. Me han tocado Diego Maradona y Guillermo Vilas en noches espléndidas. No he tenido entrevistas difíciles, no me ha sido complicado en mi vida entrevistar.

Bonus Track

—¿Qué entrevistados tenés pendiente?

Me gustaría entrevistar a presidentes del mundo y a notables de la política. No domino el inglés, pero mi sueño es entrevistar a líderes mundiales; Benjamín Netanyahu (primer ministro de Israel), Donald Trump, Lula da Silva, Iván Duque (Presidente de Colombia). Me encantaría viajar por el mundo y conocer ese tipo de gente. Pensadores y periodistas, ese sería uno de mis grandes sueños.

—¿Quién fue el mejor presidente desde el retorno de la democracia?

Elijo a Alfonsín como una especie de homenaje a mis viejos que festejaron el retorno a la democracia con él. Porque además murió en la pobreza, más allá de que su performance en la política económica no fue buena. Sin embargo creo que intentó cerrar grietas en una época muy difícil, al ser el primer gobierno después de una dictadura militar como la que vivimos. Alfonsín representa la democracia en todo sentido.

—¿Saliste con famosas y nunca se supo?

Salí con algunas famosas o conocidas… Pero soy muy cuidadoso en eso. Me guardo para mí esos nombres. Más allá de que la relación haya durado diez días o meses. Soy de la vieja escuela en eso.

—¿Tenés amigos en el ambiente?

Coco Sily, sin dudas, es una persona que quiero mucho y es mi amigo. Y otro tipo importante del medio, pero de atrás de cámara, como Juan Cruz Ávila. Ellos son mis amigos del medio podría decir.

—¿Luego de tantos años de carrera, tenés a algun famoso al que le debés una disculpa?

—Mi forma de decidir a veces duele, por eso he pedido varias veces disculpas. En un Martín Fierro recuerdo que pedí una. También he ido a pedir explicaciones en una época mucho más bélica mía.

—¿Cúal es tu principal miedo hoy?

Mi principal miedo hoy es no poder disfrutar todo lo que hago para poder disfrutar. No poder disfrutar a mi viejo, a mi hijo, a mi novia, a mi vieja, a mis amigos. He generado un sistema de amor y a veces me da miedo no poder disfrutar de todo eso que me costo tantos años conseguir.

—¿Qué pensás que hay después de la muerte?

No puedo imaginarme qué hay después de la muerte. Ojalá que haya lugares para pescar, canchas de tenis, un bar donde poder escuchar jazz. Que haya un lugar para encontrarme con esos familiares que se fueron. Si hay algo después de morirse, tiene que ser algo parecido a los lugares que hoy me hacen bien. Tiene que haber un patio parecido al que me dio mi infancia, tiene que haber un río parecido al que voy a pescar en sauce viejo. Tiene que haber una parrilla… Con la mitad de lo que acabo de decir, eso ya es un paraíso.

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