"Estoy en un momento maduro de mi vida y mi carrera. En un proceso de cambios y haciendo cosas para un público un poco más adulto".
A punto de cumplir 29 años, Agustín Sierra forma parte del elenco de Sex, viví tu experiencia, una obra erótica de José María Muscari que es para mayores de 18 años y en la cual el actor muestra una faceta desconocida por el público que estaba acostumbrado a verlo en las ficciones infanto juveniles de Cris Morena.
Debutó a los nueve años en Chiquititas (1999), siguió creciendo en televisión en Rebelde Way (2002), Rincón de Luz (2003), Floricienta (2004) y Casi Ángeles (2007-2010). "La propuesta me vino como anillo al dedo porque era algo distinto, no desde el teatro sino como una experiencia en donde el público es un factor fundamental para el desarrollo del espectáculo y en la cual la temática es el sexo y lo erótico", cuenta el actor en una entrevista exclusiva con Teleshow.
"Nunca había abordado el tema del sexo en lo profesional", agrega Cachete -como lo apodan desde su infancia- y promete sobre el nuevo desafío que lo tiene con poca ropa sobre el escenario: "Doy todo. En esta temática, el límite es muy finito y depende de lo que proponga en cada escena: si uno está de acuerdo con lo que hay que contar y no es grotesco, no hay ningún problema. El desnudo es parte de esto".
En la ficción en la que debutó como actor, su personaje llamaba igual que él (Video: "Chiquititas", Telefe)
—¿Cuesta despegarse de la imagen de ese nene que empezó de chiquito en la tele?
—Y… esa imagen no se la van a sacar. Crecimos y cambiamos juntos. Además, fui haciendo teatro, cine y otras producciones. Despegarse es un proceso que cuesta porque lo de Cris (Morena) fue increíble. El recuerdo está, pero es un cambio que sirve para que la gente vea que estoy más grande, más maduro. Que ese nene creció y que el otro igual tampoco es el chico que miraba Casi Ángeles. Todos fuimos evolucionando.
—Al estar tan cerca del público en esta obra, la mayoría de tus compañeros contó que entrenó más de lo común porque, además tenían que mostrar mucho su cuerpo. ¿Vos también?
—Sí, llegué y vi que estaban todos muy tuneados y dije "Cachete, a mover la máquina". Me puse a correr, que era un desafío que no venía haciendo. Yo soy muy deportista pero me gusta hacer fútbol, tenis, pero no salir a correr. Y como venía con mucha tranquilidad mental, porque volví de unas vacaciones en Nueva Zelanda, sentí que lo podía hacer y de a poquito fui rompiendo barreras. Ahora estoy corriendo 10 kilómetros por día dos o tres veces por semana.
—¿Lo complementás con alguna dieta en particular o con entrenamiento en el gimnasio?
—Hago fierros, pero muy poco. Soy de marcame muy rapido, los fierros me inflan y no me gusta estar grandote. Por otro lado, no hago ninguna dieta específica, pero lo que sí hice fue acomodarme en las comidas: empecé a comer más carne con ensaladas. Cuando me fui de viaje fue para visitar a mi hermana que está viviendo allá, y como es chef, tampoco me la pasé comiendo comida chatarra.
—A diferencia de otras obras en las que el escenario está más lejos, ¿qué te genera saber que vas a estar tan cerca del púbico?
—La obra, o la secuencia que esté sucediendo, propone que el espectador se erotice, que lo atraviese. Ya sea por un recuerdo, una fantasía que tenga oculta o algo que le está generando en su interior. Es hacer algo subido de tono, pero que no sea nuestro, de los actores, sino para el público. Ese es mi gran desafío personal y por eso lo doy todo.
—¿Estás en pareja?
—No, estoy soltero y muy bien. En este momento me estoy dedicando a trabajar y a hacerlo bien. Además, está bueno agarrar un proyecto como este sin una pareja porque lo hubiera tenido que charlar mucho.
—¿Si estuvieras de novio, te hubiera costado aceptar?
—Hubiera sido mejor no contarle, o que se entere directamente cuando vea la obra. O que no la vea directamente.
En la tira de adolescentes, el actor interpretó a Nacho Pérez Alzamendi (Video: "Casi Ángeles", Telefe)
—¿A alguien le dijiste que no vaya a verte?
—Cuando le conté a mi papá de qué se trata, las cosas que tengo que hacer, me respondió "apa, lo voy a charlar con tu madre". Entonces, les dije a los dos "con una mano en el corazón, me parece que no es un espectáculo para ustedes". A mí me resultaría muy incómodo que mis padres me vean haciendo situaciones eróticas o de fantasía. No creo que sea para ese público. Ahora, si ellos tienen ganas de vivir una noche así, no hay problema. Yo, que tendré pudor cuando vean una escena mía así, les dije que compren las entradas y no me avisen cuándo van a ir.
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