La palabra de Beatriz Salomón sobre su enfermedad (Video: "La Noche de Mirtha", El Trece)
"Fue tremendo. Fue difícil cuando los médicos me dijeron: 'Usted tiene esto'. Y yo tuve que contárselo a mis hijas. Primero se lo dije a la más grande (Noelia Ferriols), y me respondió: 'Ay, mamá, no me dejes sola…'". Beatriz Salomón no pudo evitar las lágrimas cuando en la mesa de Mirtha Legrand recordó cuando le dieron el diagnóstico tan temido: cáncer de colon.
Meses después de aquel día -mediados de 2018- vinieron las arduas sesiones de quimioterapia en el Hospital Fernández. También una caída en su habitación que le provocó una fractura de cadera, y un pedido desesperado porque la prótesis no se conseguía. Luego, el alta. Y poco después el cumpleaños de 15 de su hija menor, Bettina Ferriols. Enseguida, algunas comunicaciones telefónicas con programas amigos. Y en abril de este año, la invitación a La Noche de Mirtha: fue en esa emisión la última aparición en la pantalla chica de quien supo lucirse junto a figuras de la talla de Alberto Olmedo, un par de décadas atrás.
Ese sábado de abril la Turca -como la llamaban todos- no pudo continuar su relato al hablar de su enfermedad. Oportuno, Juan Bautista Tata Yofre -otro de los invitados- la sumergió de inmediato en los recuerdos de aquellos sketches junto al inolvidable Negro.
"Era muy maravilloso trabajar con Olmedo, con El Manosanta está cargado… Me río, me divierto y digo (al ver los videos): '¿Cómo puede ser que este hombre hacía estas cosas?'. Tenía una impronta, una calidad para salir de las cosas… Era único", sonrió Beatriz, para entonces reconocer que le "encantaba" verse en la pantalla. No era para menos. Siempre fue una de las mujeres más bellas de la Argentina.
A su querida Chiquita -Beatriz destacaba que la diva le había conseguido trabajo en una época muy difícil de su vida- también le dio detalles sobre el acercamiento con su ex marido, Alberto Ferriols, a quien había podido perdonar apenas una semanas antes, y 14 años después de un gran escándalo mediático.
"Yo lo odiaba, (le tenía) mucho rencor. Me hizo mucho daño durante muchos años. Pero aprendí a perdonarlo porque es parte de la vida esto, y por mis hijas", explicó la actriz quien se había casado con Ferriols en abril de 1999.
"Volvió a casa a hablar con mis hijas. Un poco a enderezarlas, porque es difícil la adolescencia y yo sola y enferma no puedo -aclaró-. Siempre me dio la cuota alimentaria, aunque peleándola mucho con (la abogada) Ana Rosenfeld. Y trabajando: él me daba la miad de la plata que necesitaba para vivir, la otra mitad la buscaba yo con mi trabajo, cosa que ahora no puedo hacer".
Ese sábado a la noche, un mes y medio atrás, cuando Beatriz habló de su enfermedad en la mesa de Mirtha agachó la cabeza en más de una oportunidad. Y esa imagen fue equívoca. La querida Turca llevó adelante su lucha con la cabeza en alto.
Este sábado su corazón dejó de latir, a los 65 años. Y quienes alguna vez la vieron brillar en aquellos sketches con el Negro Olmedo -simpática, carismática, bellísima- no podrán evitar la nostalgia. Y la tristeza. El mundo del espectáculo perdió hoy a una de sus grandes figuras de las últimas décadas.
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