Maluma, en su encuentro con Teleshow
Su padre lo soñaba futbolista, y él le daba crédito a su ilusión con el talento que desplegaba en las inferiores de Nacional de Medellín. Pero Juan Luis Londoño tenía otros planes para su vida. O al menos, sabía que lo intentaría: quería ser una estrella de la música. Que al fin terminó cumpliendo su sueño y convirtiéndose en Maluma (toda una marca registrada) se resume en unos pocos caracteres, y eso no parece suficiente: mucho ha pasado en los 25 años de este cantante colombiano como para describirlo en un par de líneas.
Así fue como nació Maluma: lo que era, lo que soy, lo que ser, el documental que -con dirección de Jessy Terreo- forma parte de los especiales YouTube Originals. Y aunque ya haya editado su cuarto disco de estudio (11:11), que lo lanzará a una gira mundial que arrancó en México, y hasta cante con Madonna, él dice que "nunca" dejará de ser "ese niño" que se proyectaba siendo ovacionado por todo un estadio. Y no por sus goles, sino por sus canciones.
El tráiler del documental de Maluma
—¿Que nos podés adelantar de tu documental?
—Van a ver mucho contenido que nunca salió a la luz pública. Cosas muy privadas: voy a abrir las puertas de mi casa y voy a contar, desde mis propias palabras y desde las palabras de mi familia, cómo ha sido todo este proceso, cómo ha sido todo este sueño desde que comencé mi carrera, desde que abandoné el fútbol y me metí en un estudio de grabación. Van a poder conocer mucho más de quién es Juan Luis Londoño, más allá de Maluma. Así que yo creo que les va a encantar.
—¿Cómo surge la idea?
—Fue en el momento indicado: ellos querían, yo quería. Había mucho contenido, repito, que nosotros ya teníamos de cámaras, de celulares viejos, contenidos que nosotros mismos habíamos grabado durante años. Y también nos juntamos con Jessy Terrero, que ha sido parte fundamental, principal de mi carrera musical. Ha hecho muchos videos míos; ya perdí la cuenta de cuántos ha hecho. Y también Jessy es una parte increíble de todo esto del documental: puso todas las partes como lo debía hacer para contar esta historia.
—Cuando miraste para atrás todo lo que viviste, ¿qué te generó?
—Un poco de nostalgia. Me sentí un poco melancólico: recordar tantas cosas que cambiaron el rumbo de mi vida de una manera muy positiva. Pero siempre es difícil, ¿me entiendes? Tocar esa herida o esos momentos difíciles siempre genera un poco de sentimiento. Sin embargo me dan mucho orgullo todas las cosas que he tenido que pasar para estar aquí.
—¿Qué fue lo más difícil de tu carrera?
—Cuando mis padres se separaron. Eso para mí fue muy, muy fuerte porque en ese mismo año mi papá tuvo una quiebra donde todo se fue al suelo, y yo tenía que velar por mi familia, o ingeniármelas para poder salir adelante. Así que fue un momento difícil. Pero le agradezco a Dios, al universo, que me dieron ese momento porque me convirtió en una persona mucho más fuerte.
—¿Qué te hizo salir adelante?
—La familia. Verlos a ellos era mi mayor motivación. Y sigue siendo así: ver la felicidad de mi mamá, de mi papá, de mi hermana; eso es lo más grande. Y nunca voy a tener cómo pagarles todo lo que han hecho por mí.
—¿Cuándo decidiste dejar el fútbol para seguir con la música?
—Yo tenía 16, 17 años. Me encantaba el fútbol, estaba en uno de los equipos más grandes de Colombia; hice las inferiores de Nacional (de Medellín) primero, luego en el de Alexis García, que eran grandes equipos en Colombia. Pero no sé, el amor a la música, el amor al arte, fue lo que me hizo tomar la decisión, irme a un estudio de grabación y salir adelante.
—¿Y te apoyaron desde el primer día, o te aconsejaron seguir con el fútbol, ya que te iba bien?
—Bueno, mi papá se asustó un poco porque no sabía en qué me estaba metiendo. Y le daba miedo que de pronto me perdiera, ¿no? El urbano, el reggaetón, era un género que él conocía poco y que creía que era peligroso. Sin embargo yo le demostré con hechos que la vaina era en serio y que yo sí quería ser artista, que yo quería estar en un escenario, en un estudio de grabación. Que yo había nacido para eso. Luego se convirtió en un sueño familiar: mis tíos, todo el mundo me apoyó. Y han sido parte fundamental de mi carrera.
—¿Los primeros meses fueron difíciles?
—Muy complicados, claro. Porque no sabes lo que va a pasar: te tiras al abismo, te tiras al vacío y no sabes si va a funcionar o no. En mi corazón yo tenía la certeza de que lo hacía por amor, que era lo que yo quería hacer, así que nada malo iba a pasar.
—¿Lo que estás viviendo ahora es lo que te imaginabas?
—Más de lo que me imaginaba y más de lo que soñaba. Me siento muy agradecido. Yo me siento muy feliz porque Dios se ha comportado de una manera increíble conmigo y he vivido cosas que muy poquitas personas contarían en su vida que han vivido. Así que me siento feliz, agradecido, pero con muchas ganas de seguir hacia adelante. Creo que es el comienzo.
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