Andrea del Boca comenzó a actuar siendo apenas una niña. Y, con el tiempo, se convirtió en una consagrada heroína de telenovelas, cuyo trabajo consistía en besar a los galanes número uno de la Argentina. Sin embargo, hace poco, recibió una propuesta para protagonizar un thriller policial en co-producción con España, en el cual podría llegar a compartir cartel con su abogado, el doctor Juan Pablo Fioribello. Y, para ponerse a tono con este nuevo desafío, le pidió a su letrado que le enseñara a disparar un arma de verdad.
Teleshow estuvo en la primera clase de tiro de la actriz, que contó cómo será la película que grabará y cómo vivió esta primera experiencia en el polígono de tiro.
—¿En qué momento pasamos de los besos a los tiros?
—La verdad que no lo sé… (se ríe). Ahora empezamos con el entrenamiento y, después, tendremos que ensayar con el director las otras situaciones. Pero la verdad es que estoy sumamente feliz, emocionada y, obviamente, ansiosa por empezar a filmar la película. Es un trabajo diferente a los que hacemos aquí en la Argentina. Porque, en Europa o Estados Unidos, seis meses antes ya tenés que empezar a entrenar, para que en el momento en el que tengas que hacer la escena sientas que es de verdad. La idea es que no sea algo actuado, que alguien que sabe de qué se trata diga: "Esto no es así".
—Para que la gente entienda, ¿cuál va a ser tu personaje?
—Una vengadora. Una ama de casa que, ante una situación de su familia, decide salir a vengarse. Y recurre a alguien de su confianza para que la entrene y la ayude a vengar a los suyos.
—¿Es la primera vez que manipulás un arma?
—De verdad, sí. Una sola vez toqué una en una novela, pero era una situación en la que yo no tenía que disparar sino que tenía que ayudar a alguien. Nunca me había tocado un personaje de vengadora. Y tampoco uno que tuviera que tener un entrenamiento militar, de lucha, de combate y de armas…
—¿Realmente hay un entrenamiento militar para este personaje?
—Sí. Ahora empezamos con el polígono de tiro porque estrené Brujas la semana pasada, pero ya me está esperando el entrenador para empezar con la lucha. La idea es saber cómo hay que pararse. Después, es casi una coreografía. Pero, para que sea real, una como actriz tiene que saber pararse. ¡Y no es algo que yo sepa porque nunca lo hice! Por eso es que, todo este tiempo, es de entrenamiento.
—¿Cuánto hay de exigencia real del director y cuánto de Fioribello diciendo que hay que hacer todo esto?
—Es una buena pregunta (se ríe). Hay mucho de todo. Obviamente, como lo estamos convenciendo de actuar al doctor Fioribello, si no lo hacemos bien no va a aceptar. O sea que tenemos que hacer que todo esto parezca real. Eso por un lado. Por el otro, al director le gusta la idea de que haya una actriz que quiera entrenarse para saber qué hacer en las situaciones y que no sea algo muy ficticio. Pero también está mi convencimiento, porque nunca me tocó hacer un personaje así y quiero prepararme para poder trasmitirlo de la mejor manera.
—La pregunta clave: ¿es difícil?
—Si tenés buenos instructores, no. Pero yo le tengo mucho respeto a las armas y creo que, si a alguien le gusta, obviamente tiene que capacitarse. No es algo que pueda hacer una persona que no sea profesional. Por eso estamos en el polígono de tiro.
—Además de Fioribello, que está casi cerrado, ¿hay otros nombres confirmados para la película?
—Hay varias participaciones de España en los distintos momentos de la historia. Lo que pasa es que, como son tres patas, los otros co-productores no me dejan adelantar mucho. Es a cuentagotas lo que puedo decir…
—¿Ni siquiera el título del film?
—No puedo.
—Además de la película que está en preparación, debutaste con la obra Brujas…
—Exactamente. Debutamos la semana pasada y estamos muy contentos todos. La producción es de Daniel Comba. Y las Brujas originales nos van a venir a ver la semana que viene, porque yo fui a agradecerle personalmente la convocatoria a Moria Casán en su programa y las invité. El público responde muy bien. Es una comedia dramática con la que la gente se engancha y disfruta.
—Vos no has hecho mucho teatro en tu vida. ¿Cómo te convencieron?
—Brujas es una marca registrada. Es una obra preciosa que estuvo diez años en cartel, con lo cual la gente la recuerda mucho. Antes del verano, Moria me había propuesto el personaje de Ana en Carlos Paz, pero yo tenía cosas pendientes para hacer. Y hace un tiempo, cuando estaba en España, me llamó Fioribello y me dijo: "¿Estás para Brujas?". Yo dije que me encantaría, pensando en la temporada de invierno de Buenos Aires en la calle Corrientes. Entonces le pregunté cuándo empezaba y me dijo: "Pasado mañana". Yo le dije que no podía ser, que tenía que ensayar. Pero él me respondió: "Vos podés". Y así fue.
—¿De un día para el otro?
—Sí: cuando llegué, ya estaba todo firmado. Así que me puse a ensayar.
—¿Quién serías vos de las Brujas originales?
—Mi papel es el que hacía Graciela Duffau y es una jueza que funciona como una titiritera, que va desentrañando qué es lo que les pasa a estas cinco amigas que se juntan después de muchos años.
—Tenés la película, el teatro y también un programa de televisión con el que recorriste distintos lugares: Al mundo en amores...
—Exactamente. Ahora está en edición. Grabé varios programas para poder establecerme aquí por unos meses, hasta que llegue la nueva etapa.
—En todos los proyectos está involucrado Fioribello… ¿Cómo viene el tema romance?
—¿En todos?
—Siempre lo mencionás: te cierra los contratos, te incita a entrenar…
—No me incita: yo se lo pedí y él, gentilmente, me abrió las puertas del Belgrano Shooting Club para que pudiéramos venir a practicar tiro con expertos, con gente que sabe. Porque es una responsabilidad y hay que hacer las cosas bien, profesionalmente. Y sí, yo le pedí que se hiciera cargo de mi carrera en función de firmar los contratos, diseñar cuáles serían los próximos pasos. Después, nos sorprendió gratamente el personaje de la vengadora, porque él sabe mucho del tema combate y defensa, así que me puede instruir también en ese tema.
—¡Pero la gente te quiere ver enamorada!
—Bueno, la gente que vea una novela… (se ríe) ¿Qué te puedo decir? En este momento, estoy focalizada en mi trabajo.
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