"Mi infancia no fue feliz. Me alegré cuando me hice adulta, pero las cosas tienen su lado B y ese lado B tiene que ver con estos recuerdos", dijo la reconocida actriz que compartió con Teleshow fotos de cuatro momentos significativos de sus años de niña y recordó anécdotas de aquella época.
Vivió en Buenos Aires, en Miami y en Cipolletti. Sus papás se separaron cuando aún era una bebita, en la escuela sufrió bullying por parte de sus compañeros que la cargaban por usar anteojos ya los diez, ya estaba decidida a ser actriz: Cecilia Dopazo.
Nombre completo: María Cecilia Dopazo
Fecha de nacimiento: 17 de noviembre de 1969
En la primera foto la protagonista de Gente Feliz en el Multiteatro tiene apenas unos meses de vida y está a upa de su mamá, que tenía nada más que 21 años: "Estoy en el jardín de la casa de mi abuela paterna. Era lindo ir y vivió ahí hasta que fui grande".
En la siguiente imagen, Cecilia tiene unos dos o tres años y está en la plaza de Olivos, a donde solía ir los sábados con su mamá: "Me gustaba mucho ir ahí, tengo imágenes de estar mucho en la hamaca y en el sube y baja".
Toda la vida fue a esa plaza, incluso de más grande recuerda intentar subir a una estatua: "Era la figura de un hombre que estaba parado y a los ocho, uno de los juegos era treparse y llegar a sentarse entre las dos piernas, era siempre imposible pero uno lo hacía pensando que lo iba a lograr".
Para ese entonces sus papás ya estaban separados. Se distanciaron cuando ella tenía un año. Cecilia vivía con su mamá y los domingos pasaba el día con su papá, generalmente en lo de su abuela paterna, además de algún otro día en la semana.
Del matrimonio de sus papás, la ex protagonista de Clave de Sol es hija única, pero su mamá se volvió a casar y tuvo más hijos. Incluso la artista contó que muchas de las fotografías que tiene de niña fueron tomadas por su padrastro.
Fue cuando su madre formó pareja nuevamente que ella se fue a vivir un año a Miami y luego un año y medio (entre sus seis y siete) a Cipolletti. "En esa época jugaba mucho al amigo invisible. Me gustaba ponerme medias tres cuarto rosa con suecos de nobuk azules", recordó divertida.
La segunda mitad de primer grado y segundo los hizo en el colegio número 2 de Neuquén, todos los días cruzaban el puente de provincia a provincia. Aquella etapa, retratada en la tercera foto que compartió, no fue fácil: "Sufría mucho bullying por tener anteojos, no se usaba que los niños usaran anteojos y la pasé muy mal, tenía una maestra amorosa, pero sufrí mucho".
Al buscar imágenes viejas para compartir con Teleshow, Cecilia decidió publicar la foto en su cuenta de Instagram y se sorprendió al ver la repercusión, casi mil "Me gusta", pero en ese momento no contó la historia detrás de la postal.
Las burlas de sus compañeros en el colegio no fueron lo único difícil que aquella niña tuvo que afrontar por esos días: "Tenía que viajar en avión sola de Neuquen a Beuenos Aires y de Buenos Aires a Neuquén y para una nena de siete da miedo e inseguridad, pero son cosas que afectan, de todos modos hay recuerdos muy lindos".
"Las sensaciones son muy subjetivas. Mis padres estaban separados y se peleaban un montón, juicios… y era un plomo todo", agregó.
Es por eso que no puede recordar su infancia como "feliz": "No lo fue, no la pasé muy bien, sufrí mucho. Me alegré cuando me hice adulta y cuando podía manejar mis cosas y no depender de mis padres. Fue difícil y sufrí así que me alegré cuando crecí, la pasé mejor de adulta y las cosas tienen su lado B y ese lado B tienen que ver con estos recuerdos. El común de la gente dice que feliz, pero para mí no, todo lo contrario".
Tal vez como cable a tierra o para escapar de los problemas, a Cecilia le gustaba mucho jugar en el jardín de la casa en la que vivían y mirar La isla de Gilligan. A la hora de comer recuerda que de postre el encantaba el yogur de vainilla y de golosinas los caramelos masticables y los chupetines en forma de tubito con azúcar por fuera que vienen en una bandejita de cuatro.
Mascotas, dos: "Tuve un pajarito en una jaula, cosa que hoy es espantosa pero me lo había regalado mi papá muy inteligentemente como para tener una presencia suya dentro de mi casa". De más grande, en el sur, tuvo un gatito: "Juagaba con él en el jardín".
En la última foto Cecilia tendría unos doce años y para ese entonces, otra vez en Olivos, ya estaba segura de que su futuro sería sobre el escenario: "Me encantaba actuar, desde los nueve o diez jugaba con mis amigas a juegos de rol, generaba situaciones en las que cada una tenía un rol, por ejemplo la escuela: una era alumna, otra directora, eran escenas teatrales. O el supermercado, oficinas con secretarias y jefes como se usaba espantosamente en los '70, pero era lo que conocíamos y copiábamos de la realidad y representábamos lo que veíamos. Me daba mucho placer, igual que hacernos casitas con sillas y mantas y proveernos de cosas, cada una tenía su casa y eso me encantaba".
"A esa edad supe que quería ser actriz, no por eso sino por lo que veía en la tele, de pronto veía teatro en la tele y me encantaba", cerró al respecto, no sin antes recordar que su papá solía llevarla a ver obras de Hugo Midón.
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