Rodrigo hizo hasta séptimo grado. Hijo de Eduardo Bueno, apodado Pichín, y de Beatriz Bety Olave, el Potro tenía un destino marcado a fuego por su talento y por sus padres. Pichín era una figura dentro de la industria discográfica, fue director artístico de importantes compañías y también quien le hizo ver a Rodrigo, de ocho años, un show en vivo de La Mona Jiménez. El escenario sería su escuela, el micrófono su pluma, el pentagrama, su cuaderno. Antes de que pudiera madurar, el cuarteto ya había pasado a formar parte de su vida. Y así sería hasta el final.
Nacido en Córdoba capital, el 24 de mayo de 1973, para mediados de la década del 80 Rodrigo ya formaba parte de Manto Negro, un grupo local, recomendado por su padre. Todavía faltaba para que todo el país cantase con él "Soy cordobés", "Amor clasificado" o el homenaje a Diego Maradona, "La mano de Dios". Pero con gracia, desfachatez y mucha facha, el hijo de Pichín se iba abriendo camino en un género cordobés que primero con la Mona y luego con él, terminaría convirtiéndose en una pasión federal.
Pichín y Bety tenían claro que querían un hijo artista, así fue que lo acompañaron a grabar los coros para el álbum de los personajes infantiles del momento, Carozo y Narizota y también a participar de éxito televisivo Festilindo, programa del que, por ejemplo, surgió Pablo Ruiz. Por esos años era más entusiasmo que ganancia, Rodrigo ensayaba en el garaje que su papá había acondicionado como sala y grababa discos con una banda que tenía tanto de rock como de cuarteto. Cada paso en esa primera etapa forjaba la carrera que iba a despegar como un cohete algunos años después.
Su segundo disco Aprendiendo a vivir (1991) llegó a vender 10 mil copias, nada mal para un joven que empezaba a pisar fuerte en la escena del cuarteto y también en la tropical. Estos números entusiasmaron a Pichín que contrató a José Luis Gozalo como manager de su hijo y él,por su parte, dejó de lado a cualquier otro artista. Pichín sabía fehacientemente que su muchacho de melena ondulada y sonrisa pícara iba a ser todo un éxito más temprano que tarde. Aunque él nunca llegase a verlo conquistando Buenos Aires como finalmente sucedió.
Pichín Bueno se descompuso en la puerta de un boliche de Villa Fiorito y falleció el 25 de julio de 1994. Esa noche, adentro, tocaba su hijo y él apenas tenía 47 años. En la película El Potro, de la directora Lorena Muñoz, se muestra que Rodrigo escribe la letra de la canción "Lo mejor del amor" inmediatamente después de la muerte de su padre. Supuestamente, el Potro habría vuelto al estudio casero donde solían grabar y ensayar, y luego de ver una foto de sus padres juntos lee que en el margen superior está escrita la frase en cuestión: "Lo mejor del amor".
Pero esta es solo una de las leyendas. Según Marixa Balli, quien fue novia del cantante cordobés durante algunos años cuando él comenzaba y la morocha ya era una famosa vedette, "Lo mejor del amor" es una canción que le compuso a ella. Para corroborar esta teoría, Marixa decidió mostrar una carta con unos versos que Rodrigo le escribió y que terminan con la famosa frase: "Por todo lo que te quiero. Porque el sol no tiene amigos. Porque con la luz de la vida un día nos conocimos. Porque fuimos tan solo por Av. Libertador creíamos ser dos personajes… Fue lo mejor del amor. Rodrigo". No hay dudas, entonces. O sí.
En medio de una entrevista para el canal de cable CM, Rodrigo explicó: "Si vos me preguntás cómo compuse 'Lo mejor del amor', la verdad que no sé, por ahí me molesta que me pregunten los periodistas ¿eso lo viviste? Y creo que es una estupidez preguntarme eso porque se ve que no entienden nada porque estoy hablando en tercera persona y es algo que sucedía y yo veía en un balcón que tenía en mi casa, una trampa que había, no voy a decir dónde estaba…". El fin del misterio estaba en el testimonio mismo del Potro cordobés, aunque el imaginario popular siga tejiendo sus propias fantasías. Lo realmente cierto es que la canción es un hitazo que rechazaron La Mona (Rodrigo anhelaba que Jiménez hiciera un tema suyo) y Jean Carlos que, según dicen, no le encontró la vuelta con el ritmo.
Rodrigo cantando "Lo mejor del amor" en vivo en el Luna Park (Video: Youtube)
El día que falleció estaba en la cima de su carrera, venía de dar un recital en City Bell después de haber comido en el clásico restaurant farandulero El Corralón –hay fotos de esa cena con Pepe Parada y una sub 20 Karina Jelinek– y feliz de poder llevar a su hijo Ramiro consigo. En esa camioneta también fueron de la partida la mamá del nene con la que ya no estaba en pareja, Patricia Pacheco, que salió ilesa, y Fernando Olmedo, hijo del recordado Alberto, que se había sumado de casualidad en la salida y que igual que Rodrigo perdió la vida en ese accidente fatal.
El dolor de la tragedia eclipsó inmediatamente toda la alegría que venía contagiando Rodrigo: sus temas se escuchaban en todos lados, tocó en cuanta fiesta de Carnaval fuera invitado y elevó el cuarteto a otro nivel, como género, llevándolo a sonar en boliches de todo el país y llenando durante trece fechas seguidas el Luna Park. Patricia y Ramiro zafaron, resultaron ilesos al igual que otros músicos que viajaban con ellos. Una camioneta los pasó muy cerca, Rodrigo aceleró y su Ford Explorer SUV terminó dando cuatro vuelcos que lo despidieron rápidamente fuera del vehículo. El Potro murió en el acto.
Por ese entonces, Rodrigo estaba de novio con Alejandra Romero, pero quien viajaba junto a él era la madre de su hijo. "Pasó lo que pasó en una noche que tenía un solo show. Mucha gente empezó a quererlo y a idolatrarlo después de que falleció. Yo me enteré en mi casa, era el sábado anterior a mi cumpleaños, yo cumplía el lunes 26 y estaba festejando con mis amigos", contó Ulises Bueno el año pasado en PH Podemos Hablar -el programa que conduce Andy Kunetzoff por Telefe- al referirse al momento en que supo que su hermano Rodrigo había perdido la vida.
"Me despertaron mis amigos a las 3 o 4 de la mañana diciéndome 'tu hermano tuvo un accidente, lo están diciendo en Crónica'", rememoró. "Veía el cuerpo tapado y creía que era mi tío, usaban botas texanas en aquel tiempo… la desesperación por tener que contarle a mi mamá hizo que saliera corriendo 2 o 3 kilómetros. Los chicos me fueron a buscar, me iba a la nada misma de la desesperación. Mi vieja con los pelos de punta se levantó, empezó a revolear todo como no creyendo, mientras llegaban vecinos y colegas músicos. A mí me agarró pánico, pensaba que se moría mi vieja y llamé a una ambulancia por si ella se descompensaba, pero luego se enojó y los echó a todos", narró Ulises, el hermano menor y el heredero de la corona Bueno.
La cordura brilló por su ausencia en el momento en que él, Flavio (el mayor) y Bety (madre de los tres) se propusieron llevar a cabo un plan macabro, tal como lo contó en PH: "Nos reunimos en una habitación mi hermano Flavio, mi mamá y yo, y veíamos cómo continuar. Él (Rodrigo) era el pilar de la familia, el sostén económico. En esa charla pensamos en quitarnos la vida, en hacer un auto suicidio (sic) porque afrontar esa situación era muy difícil. Él era nuestra magia en la casa, no era el Potro que llenaba espectáculos".
En la actualidad, y desde hace unos años, Ulises tiene la posta como cantante y junto a su banda sigue adelante con el mismo apellido, pero con una impronta distinta. Flavio siempre supo que iba a ser así, como en el video que registra ese momento en el que un periodista le pregunta a Pichín por sus hijos menores, Flavio se muestra más bien tímido y enseguida lo señala al menor como el próximo artista. El tiempo ha demostrado que no se equivocó.
Entrevista a Pichín, Flavio y Ulises Bueno (Video: Youtube)
El cuartetero que comenzó a hacerse conocido como El Bebote porque solía andar con un chupete colgado del cuello decidió convertirse, como él mismo dijo en una entrevista, en un personaje de fábula: "El Bebote muere el 5 de abril del '91 en Fantástico Bailable, ahí me ponen por primera vez 'El Potro'. Es que Córdoba es un zoológico, está 'La Mona' Jiménez, Pocho 'La Pantera', Miguel 'Conejito' Alejandro, El 'Potro Rodrigo'… Nosotros somos un cuento que la gente lee y consume en el momento en que necesita de esa lectura. Gracias a Dios, esta lectura, esta fábula, la gente no la utiliza para dormir. La gente la utiliza para despertarse". Y aunque él ya no esté, sus canciones siguen provocando todo lo contrario al sueño. Que no decaiga.
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