Debemos viajar 40 años en el tiempo para señalar el momento en que Luca George Prodan decide dar un giro en su vida. Un giro inesperado porque no estaba en sus planes tomar la decisión de radicarse en la Argentina. En principio, solo iba a visitar a un viejo amigo del colegio pero -por suerte para nuestro rock- su estadía en nuestro país no fue breve.
En 1979, su hermana Claudia se quitó la vida junto a su pareja al encerrarse en un auto e inhalar monóxido de carbono. El hecho significó un quiebre en la vida del artista, que cayó en coma por culpa de su adicción a la heroína. Además, desencadenó en su decisión de venir a nuestra tierra.
Su viejo amigo argentino Timmy McKern le envió una carta y Luca se tomó un avión inmediatamente. "Siempre fue un líder y un rebelde. Desde las épocas en que íbamos juntos al colegio Gordonstoun, en Escocia. Siempre estaba haciendo gastadas", expresaría Timmy al recordarlo años después.
En 2013, el hermano del cantante, Andrea, contó detalles sobre la decisión del músico: "La única relación con la Argentina que existía era la amistad entre Luca y Timmy McKern, que un poco era como él, un bicho raro en un colegio escocés. Uno era el italiano, que estaba ahí, que era Luca; y el otro era anglo-argentino, y obviamente eran considerados bichos raros en el colegio", narró en diálogo con Sandra Mihanovich para el programa "Soy lo que soy", de TN.
(Andrea Prodan en diálogo con Sandra Mihanovich – Programa "Soy lo que soy" – TN)
"Ahí se engancharon. Y muchos años después, cuando Luca estaba en un momento de grandísima crisis después de haber estado en coma en Londres, perdió muchos amigos por la epidemia de la heroína en Inglaterra e Italia. Ahí apareció una fotografía que Timmy le mandó de él, su mujer y un bebé en las sierras de Córdoba con el mensaje: 'Te extrañamos, ¡qué lindo sería poder verte!'. Luca dijo: 'Tengo que ir ahí'. Era como su último intento de supervivencia (…). Y finalmente fue la Argentina el país que logró liberar la creatividad de Luca. O sea, el país de la represión, fue el país que desencadenó su libertad", completó.
El país de la represión fue el país que desencadenó su libertad
Como decía Andrea Prodan en esa entrevista, Argentina atravesaba uno de los períodos más oscuros de su historia: la dictadura hacía estragos y nuestra música sufría la censura. Si bien no sabremos nunca si Luca tuvo en cuenta esa situación a la hora de armar las valijas, sí podemos inferir rápidamente que en definitiva no fue algo que lo detuvo.
Los orígenes de Sumo
Durante su estadía en Córdoba, su amigo McKern -quien se transformaría con el tiempo en el mánager de Sumo-, le presentó al guitarrista Ricardo Curtet, quien en ese momento vivía en Mina Clavero y fue invitado a formar parte del grupo. Tras conversar con él, Luca volvió a Londres para comprar instrumentos y buscar a su amiga Stephanie Nuttal y pedirle que sea la baterista.
Cuando volvió al país, se instaló con la familia McKern en Hurlingham, donde conoció a dos músicos que se incorporarían a la banda: Germán Daffunchio, cuñado de Timmy; y Alejandro Sokol, amigo de Germán.
("La rubia tarada" – Sumo)
Una vez que lograron conversar y ponerse de acuerdo en lo musical, todos viajaron a Mina Clavero para reunirse con Curtet, donde comenzarían a darle forma al proyecto. Un par de meses después llegó a la Argentina Stephanie para completar la banda. Entonces, la primera formación de Sumo estuvo compuesta por Luca, en voz; Daffunchio y Curtet, en guitarras; Sokol, en bajo; y Nuttal, en batería.
Una vez establecidos, decidieron hacer unas grabaciones en Córdoba pero al poco tiempo pensaron que lo mejor era volver a Hurlingham, de donde era la mayoría de los miembros. Además, estar en el Gran Buenos Aires les iba a permitir recorrer la escena under. Sin embargo, fue allí cuando sufrieron la primera desvinculación: Ricardo Curtet priorizó su familia y se volvió a Mina Clavero.
El debut
La primera presentación oficial de Sumo fue en el pub Caroline, de El Palomar, en febrero de 1982, una época difícil porque el país se preparaba para lo que iba a ser la dolorosa Guerra de Malvinas.
El 20 de marzo de ese año, la banda tuvo su primera actuación importante: fue en el Festival Rock del Sol a la Luna ante 20.000 personas. Compartieron la jornada con músicos de renombre, lo que les permitió también que mucha gente los conociera.
En abril, cuando ya estaba empezando el conflicto bélico con el Reino Unido, sufrieron su segunda baja: Stephanie Nuttal volvió a Inglaterra y fue reemplazada en la batería por Alejandro Sokol. En tanto, Diego Arnedo, quien era un músico del barrio conocido por ellos, se haría cargo del bajo.
En medio de la reestructuración, ingresó el saxofonista Roberto Pettinato, quien trabajaba en la revista Expreso Imaginario, donde conoció a Prodan. Con estos cambios consumados, Sumo editó Corpiños en la madrugada.
En 1984 debutó Alberto Troglio en batería, quien pasó a ocupar el lugar abandonado por Sokol. Este último igualmente quedaría como invitado permanente. Ese año también desembarcó Ricardo Mollo.
El despegue del grupo y la muerte de Luca
Sumo publicó Divididos por la felicidad en 1985, que contuvo muchos de los hits de la banda: "La rubia tarada", "Mejor no hablar (de ciertas cosas)" y "Divididos por la felicidad", entre otros. El álbum fue presentado el 11 y 12 de mayo de 1985 en el teatro Astros ante más de 1.000 personas por show. Fue un trabajo que en ese momento vendió más de 15.000 copias.
En 1986 grabaron Llegando los monos, que tuvo como éxitos "Los Viejos vinagres", "NextWeek" y "Que me pisen". Fue dado a conocer públicamente el 9 de agosto de ese año en Obras, recital filmado para el cortometraje de 55 minutos llamado Sumo en Obras.
After chabón fue editado en 1987 y se trató del último trabajo de la banda. A esa altura, la salud de Luca ya estaba muy deteriorada, producto de su adicción a la ginebra. Sin embargo, logró participar de la grabación de la placa y de su presentación en Obras el 20 de octubre. El disco contó con "No tan distintos", "Mañana en el Abasto" y una versión de "Noche de paz", entre otros temas.
("Mañana en el Abasto" – Sumo)
El cantante fue encontrado sin vida el 22 de diciembre de ese año en su habitación de la casa ubicada en la calle Alsina 451, en el barrio de San Telmo.
"El quería hacer de su vida algo exclusivamente suyo. Creo que Luca no quería hacer de su vida una vida construida arriba de algo que ya había estado hecho. Él pensaba: 'Tengo una vida, quiero empezar de la nada y hacer mi vida como yo soy'. Esa es la libertad de Luca, creo, no tanto eso de romper con todo, simplemente de decir: 'Yo tengo que estar libre de exprimirme como soy, a quien quiera impedírmelo lo voy a aplastar'", diría su hermano Andrea varios años después de la partida del cantante.
Un músico talentoso, rebelde y con personalidad. Un líder arriba y abajo del escenario. Un referente de nuestro rock que se transformó en leyenda el día que dejó este mundo. Eso fue Luca Prodan: un artista con todas las letras.
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