(Video: "¿Quién quiere ser millonario?" – Telefe)
Desde que empezó a salir al aire ¿Quién quiere ser millonario?, el ciclo que conduce Santiago del Moro por la pantalla de Telefe, no para de generar emoción a través de distintos participantes con historias de vida tan fuertes como los premios que reparte el programa.
Esta vez, quien conmovió a todos fue Luis Canobbio, un artesano que se dedica a armar soldaditos de plomo y que quedó en silla de ruedas cuando apenas tenía un año y medio de vida y padeció poliomielitis.
"En los últimos diez años comenzó a aparecer lo que se conoce como síndrome de post polio, que es como una regresión a la enfermedad, un síndrome que tiene diagnóstico pero no tiene tratamiento", contó el participante.
"Hay una mayor conciencia, pero no alcanza. Es cierto que hay un cuerpo de leyes, desde la ley nacional de discapacitados, las provinciales, ordenanzas municipales, pero no hay quien las haga cumplir. Normalmente, las asociaciones de discapacitados suelen ser círculos de autoayuda, y no impulsores de una lucha más firme por el tema de los derechos", expresó cuando el conductor le preguntó si creía que nuestra sociedad había tomado conciencia del respeto hacia los demás.
(Video: "¿Quién quiere ser millonario?" – Telefe)
Su historia de vida
Luego de alzarse con 300 mil pesos, Teleshow habló con el participante, quien profundizó más acerca de su conmovedora historia de vida.
Cuando fue convocado a participar, su objetivo, como él mismo lo narró en el programa, apuntaba principalmente a mejorar la accesibilidad dentro de su casa, además de cubrir algunas deudas de su tarjeta de crédito.
"Con 70 u 80 mil alcanzaba para pagar las deudas de tarjetas y lo que resta de un crédito que sacamos con mi señora. También quiero mejorar la accesibilidad dentro de mi casa. La idea, además, es un viaje con la familia. De todos modos, cuando esté depositada la guita vamos a ver para qué me alcanza", explicó sobre cuál era el monto que al menos necesitaba.
(Video: "¿Quién quiere ser millonario?" – Telefe)
Luego, se refirió a cómo se gestó su llegada al programa. "Una amiga de mi esposa nos invitó a participar de la tribuna. Yo estuve mirando antes de eso y de hecho contestaba las preguntas antes de que se dieran las opciones. Yo dije: 'A la tribuna no voy, si voy, si me movilizo hasta allá, porque yo ando en silla de ruedas, es para participar'. Entonces me llamaron, hicimos una especie de ping pong de preguntas y respuestas telefónicas, me dieron una cita para hacer un casting allá y quedé", comentó.
"Cuando me hicieron la pregunta de los 500 mil pesos recurrí al comodín y felizmente mi señora tampoco sabía. Tuve una pequeña lucha contra mí mismo y decidí retirarme", relató entre risas este hombre que abrazó la pasión por los soldaditos de plomo desde que era niño.
"En un cumpleaños de chiquito un primo me regaló unos soldaditos de plomo y yo los reparé, los pinté, y junto a él fuimos haciendo una especie de hobby los fines de semana que en algún momento de la adultez se convirtió en un trabajo y armamos una especie de pyme", describió este fanático del automovilismo.
"Me crié frente al Autódromo en el período histórico de Reutemann, así que fue mi patio de juegos", comentó el hombre. Además, declaró su pasión por Boca Juniors y contó que sueña con patear algún día un tiro libre en La Bombonera.
Casado desde hace casi cinco años con Claudia -a quien conoció hace 14 años a través de una red social-, es padre junto a ella de Mara, Ángeles y Martín, y tiene otro hijo –Adrián– de un matrimonio anterior, y un nieto. "Mi familia me acompañó en todo momento, fui con una hinchada bárbara", reflexionó, feliz por la experiencia.
SEGUÍ LEYENDO