"Bella". Así definía Ricardo Fort a su hija Martita en las redes sociales cada vez que posteaba una imagen de ella. Melliza de Felipe, la joven que esta noche celebra sus quince años parece un clon de su papá: de mirada intensa y personalidad marcada, ella era la única que se animaba a contestarle al chocolatero. Tenía respaldo, claro: era su debilidad.
El nombre de la adolescente lo eligió Ricardo en honor a su madre, Marta Campa. Desde muy joven el mediático quería ser papá, pero recién a los 35 años pudo cumplir su sueño gracias al método de subrogación de vientre. Los pequeños nacieron en Los Ángeles y, como fueron prematuros, tuvieron que permanecer 15 días en incubadora.
Durante el tiempo que los bebés estuvieron internados Fort no se movió de su lado: les dio de comer y los cuidó hasta que tuvieron el peso indicado para ser dados de alta. En ese momento la nueva familia monoparental se mudó a Miami a esperar por los papeles para instalarse en Argentina. En su ciudad preferida en el mundo, Ricardo aprendió a ser papá. Allí lo esperaban dos cunitas para sus hijos que él mismo fabricó con sus manos, en compañía de su amigo, el personal trainer Claudio Borges.
Dos gotas de agua
Fanática de Michael Jackson e hincha de Boca (sí, como Ricky), hace un tiempo Martita había dicho, en diálogo con Gente, que su deseo era radicarse en Miami al cumplir 18 años. En ese momento, también declaró: "Me dicen que soy Ricardo en versión mujer. Quizás porque no me dejo pisar por nadie, como me decía papá. Y porque era la única que lo hacía callar".
Según le había contado hace un tiempo Gustavo Martínez, el tutor legal de los hermanos desde hace dos años, a Teleshow, Marta y Felipe heredaron de su papá el gusto por el arte: "Ellos hacen videos, son muy creativos como Ricardo. Cuando ves lo que hacen, te das cuenta que hay talento". Y al igual que al mediático, a los mellizos también les encanta viajar.
"Siempre le digo '¡Sos igual a tu papá!', porque se enoja, se ríe, se vuelve a enojar y a reír", contó Martínez, describiéndola como una persona "proactiva" a la hora de proponer salidas, a diferencia de Felipe, que es más tranquilo.
Alguna vez Martita dijo que quería tener hijos, pero recién a los 35 años: "¡Como mi papá!". Y que hasta entonces quería disfrutar estando sola. También contó que se quería operar la nariz, pero que le tenía respeto a las cirugías por lo que había pasado con el chocolatero.
Adiós a la niña
Antes de partir, Ricardo había encargado un poder a través del cual le dejaba la tutela de sus hijos a su amigo de toda la vida, Gustavo, por si algo le pasaba. "Los chicos son divinos, son mi vida. No salgo a ningún lado sin ellos, lo único que hago es trabajar y estar con ellos", dijo Martínez en más de una oportunidad.
Actualmente los mellizos viven con Gustavo y con Marisa, la ex jugadora de Las Leonas y niñera de ellos desde que eran bebés. Están cursando el segundo año de la secundaria y, aunque no se ven a diario, mantiene una relación con su abuela Marta.
Este verano sorprendieron al brindar entrevistas, dejando atrás a los pequeños niños que acompañaban a Ricardo. Hoy son dos adolescentes con ideas propias y personalidad. El año pasado incluso Martita estuvo presente en el Congreso en la marcha a favor de la Ley de Interrupción del embarazo: "Defiendo que se respete a las mujeres", declaró.
Con casi 300 mil seguidores en las redes sociales, la joven que esta noche celebrará sus 15 con una gran fiesta, suele subir historias a su cuenta de Instagram y responder las preguntas que le hacen sus seguidores. Es una influencer. Dueña de una mirada intensa y una personalidad fuerte, Martita, como ella misma lo dijo, es sin dudas, su "papá en versión mujer".
SEGUÍ LEYENDO