De paseo por Nueva York, mientras disfruta de una pausa en el éxito de su espectáculo Madame Tango, la uruguaya Andrea Ghidone se dio un gusto de fanática: fue a ver a Woody Allen tocar el clarinete, como suele hacerlo el gran cineasta las noches de lunes en su amada Manhattan. Y logró sacarse una foto con él.
Allen atraviesa un ostracismo profesional al haberse roto su contrato con Amazon para filmar varias películas, luego de que el gigante de streaming le cancelara el acuerdo por las nuevas denuncias de abuso en su contra. Esa circunstancia terminó de alejarlo de la industria del cine en la que venía realizando, indefectiblemente, una película por año.
"Fuimos a cenar al Café Carlyle, en Nueva York, con unos amigos y uno de ellos tenía el contacto con él, así que me presentaron, me hicieron subir al escenario, le contaron de nuestra compañía de tango, charlamos, le mostré videos. La pasamos súper lindo, hermoso. Está muy grande ese hombre, pero es un museo en sí mismo", le dijo Ghidone a Teleshow.
Después de La rueda de la maravilla, con Kate Winslet y Justin Timberlake, se truncó su intención de seguir haciendo cine y hoy, a los 83 años, no consigue financiamiento para sus películas en los Estados Unidos. Una última versión afirma que próximamente volverá a filmar en España con la productora Mediapro, con la que ya filmó Vicky Cristina Barcelona y Medianoche en París.
Mientras tanto, Allen demandó a Amazon por 58 millones de dólares por incumplimiento de contrato, ya que además la empresa se niega a estrenar su última cinta, A Rainy Day in New York, tras las denuncias reiteradas de su hija Dyla Farrow, quien lo acusa de haber abusado de ella a los 7 años. Los abogados del también actor alegan que la compañía ya estaba al tanto de las denuncias cuando contrató a Allen para filmar cuatro películas, de las cuales dos ya se estrenaron, una se filmó pero aún no se proyectó, y una cuarta quedó pendiente.
Lo cierto es que los lunes Woody sigue teniendo su cita infaltable con el jazz, su otra gran pasión: toca el clarinete en el clásico café del Hotel Carlyle, en la Gran Manzana. Hasta allí llegó Ghidone para verlo y, además, lograr sacarse una foto con el legendario artista.
La ex vedette de las revistas de Carmen Barbieri festejó este verano los 10 mil espectadores de Madame Tango, en el Teatro Lola Membrives, espectáculo que piensa retomar cuando regrese a la Argentina.
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