Dos meses transcurrieron desde aquella triste madrugada del sábado 23 de febrero, en la que se conoció la noticia sobre la muerte de Natacha Jaitt. Y para su familia, cada día que pasa, el dolor es más fuerte. Sin embargo, el tema ya casi no se toca en los medios. Y la causa judicial por la que se investiga el motivo de su deceso parecería estar estancada.
"Estamos como podemos, conviviendo con este dolor que es muy grande. Sé que nunca vamos a poder estar bien, porque vamos a tener que cargar ysiempre con esta tragedia que sufrimos. Pero la vida sigue. ¿Si tengo esperanzas de que el caso se resuelva? La verdad es que no. La Justicia me defraudó. Y no creo que se llegue a saber qué pasó realmente", asegura Ulises, el hermano y aliado incondicional de Natacha, quien se tuvo que poner al hombro no sólo el cuidado de sus hijos, sino también la investigación.
Natacha tenía 41 años. Era madre de Antonella, de 20, y de Valentino, de 13. Esa noche lluviosa del viernes 22 de febrero, había ido al salón de fiestas Xanadú, de Villa La Ñata, acompañada por el productor Raúl Velaztiqui Duarte, porque quería contratar el local para montar un espectáculo. Se demoró por la tormenta y llegó alrededor de las 22. Allí se encontró con el dueño del lugar, Guillermo Rigoni, un amigo de este, Gaspar Esteban Fonolla, el electricista Gustavo Andrés Bartolín alias Voltio y la joven Luana Micaela Monsalvo. ¿Qué pasó para que tres horas más tarde terminara muerta en una cama? La Justicia todavía no se expidió al respecto.
Según las declaraciones de los propios testigos que formaron parte de la reunión, esa noche se habría bebido alcohol y se habrían consumido drogas, provistas por Bartolín. Luego, en circunstancias no muy claras, Natacha y Rigoni habrían subido a la habitación del primer piso para tener sexo, pero no habrían podido concretar el acto porque ella se descompuso. Entonces el hombre, que supuestamente pensó que ella estaba dormida, bajó al salón en dónde se encontraban el resto de sus invitados.
Minutos más tarde, siempre hilando las declaraciones de los testigos, Rigoni y Velaztiqui habrían subido a la habitación. Y, al comprobar que Natacha se había desvanecido, decidieron llamar al 911. Fonolla, Voltio y Luana huyeron del lugar antes de que llegara la policía. El cuerpo desnudo y sin vida de la mediática fue encontrado por personal de la fuerza alrededor de las 2 de la madrugada. ¿El motivo de su muerte? Aún es un misterio.
Alejandro Cipolla, abogado de la familia Jaitt, explicó en diálogo con Teleshow: "Al día de hoy, todavía no sabemos las causas de la muerte, ya que el médico que debía haber realizado las conclusiones de las pericias no las hizo. Y eso nos complica el pedido de exhumación, porque nosotros seguimos sosteniendo que la pericia en el cuerpo de Natacha estuvo mal realizada. Los peritos de parte nos confirman que el hallazgo de cocaína en el estómago pudo haber sido producto de una ingesta. Pero lo que no sabemos es si esta se dio en los 21 minutos en los que se la pierde de vista, cuando estaba yendo en el auto al lugar o al momento de la cena".
Hasta el momento, el único imputado por falso testimonio fue Velaztiqui Duarte, quien en su primera declaración omitió decir que se había llevado el teléfono celular de Natacha a su auto, cosa que se constató luego con las cámaras de seguridad del local. El resto de los presentes en Xanadú durante la trágica noche en la que perdió la vida la mediática continúan en la causa en calidad de testigos, a pesar de los pedidos de la familia para que se los impute por abandono de persona y facilitación de lugar para el consumo de drogas. Y ya se levantó la clausura que pesaba sobre el local de eventos.
Sin embargo, más allá de la investigación por la muerte de Natacha, del hecho se desprendió una causa por la venta de estupefacientes que terminó con la detención de Guillermo Francisco Ruiz, alias Pupi, quien habría sido el dealer que le vendió la droga que se consumió esa noche a Bartolín. "Ahora vamos a hacer unas presentaciones para solicitar que se lo impute por el delito de 'hurto' a Velaztiqui Duarte, que se robó el celular a mi hermana, y el de facilitación de la prostitución para Voltio, que es el que lleva a Luana para cometer este hecho a la casa de Rigoni. También le vamos a hacer una intimación al médico a cargo de la causa, para que presente las autopsias finales de la muerte de Natacha, ya que se está dilatando mucho todo. De hecho, todavía no se hicieron las pericias tecnológicas de los testigos. Y ya pasaron dos meses de la muerte. Es todo muy raro, todo tarda. Y eso me hace pensar que nunca vamos a saber la verdad", asegura Ulises.
Mientras tanto, los hijos de Natacha sufren. "¿Cómo estamos? Estamos, simplemente, tratando de vivir el día a día con el dolor inmenso que significa la pérdida de mi mamá. Obviamente, no es fácil ni para mí, ni para mi hermano. Tampoco para Ulises. Lo que queremos es que se sepa la verdad, porque hay muchas cosas extrañas en esta causa. Pero ni nosotros mismos sabemos explicar cómo nos sentimos en este momento. Pasan los días, pero yo siento que me quedé en el 23 de febrero. Me sigue pasando que me despierto y veo que no está mi mamá y me acuesto y veo que no está mi mamá. Y no lo entiendo. Estoy en la casa de ella y no puedo creer que ya no esté. Lo que más bronca me da, es que las personas que estuvieron esa noche con ella estén libres y nadie haga nada para que eso cambie", asegura Antonella.
Muy a su pesar, la joven tuvo que presentarse como particular damnificada para poder impulsar la investigación. Pero ya perdió la fe de que el hecho se esclarezca. "Las esperanzas de que esta causa se resuelva se me agotan cuando veo que no avanza y que hay mucha gente que no sale a hablar. Creo que la Justicia no está actuando como debería. Pero ojalá algún día pueda saber la verdad", confiesa.
A continuación, las solicitudes que presentó el abogado Cipolla en la Justicia:
SEGUÍ LEYENDO