Dos apuestas centrales dividirán la semana en ShowMatch a partir del lunes 29, cuando Marcelo Tinelli regrese a la televisión para festejar sus 30 temporadas en pantalla. Por primera vez el años el conductor desdoblará su programa de El Trece en dos formatos bien diferenciados, atento a los gustos del público y a las mediciones de audiencia que vienen perfilando altos resultados para los ciclos de entretenimientos y búsqueda de talentos.
Es por eso que este año, a la par del Bailando, arremeterá con Genios de la Argentina, formato con el cuál recorrerá el país en búsqueda de grandes exponentes anónimos que quieren llegar al estrellato. Pero detrás de la decisión de producción de ir por dos variantes de realities al aire, hay estrategias, internas, celos y una guerra silenciosa por ver cuál de los dos (Bailando o Genios) termine matando al otro, dejándolo sin pantalla. Veamos.
El año pasado, Marcelo tomó nota: La Voz Argentina, el reality que Marley condujo en Telefe, fue lo más visto de 2018 en televisión abierta, superando los 18 puntos de rating. En tanto, ShowMatch -breve, de tres meses y medio- superó por algunas décimas los 13 puntos que el propio conductor había vaticinado públicamente. Pero por cábala -estamos ante un gran cabulero- Tinelli siempre suele tirarse a menos cuando, antes del debut, le preguntan qué rating cree que hará en la temporada. Hasta aquí, el juego se venía repitiendo: Marcelo decía un número más bajo del pensado por él, y en general se quedaba demasiado corto; las expectativas era ampliamente superadas. Pero esto no sucedió en el última ciclo. Pronosticó 13 puntos, y fueron 13 punto. Aquello fue una señal de alerta, en virtud del suceso del reality de cantantes de Telefe.
El segundo factor es algo que el hombre de Bolívar negará rotundamente ante cualquier tribunal, pero es un secreto a voces en su círculo rojo: desde hace dos o tres años, Tinelli está algo cansado del formato del Bailando. "Probó con el humor, también con Gran Cuñado, ¡pero el Bailando le gana a todo! Y Marcelo siempre termina dedicando todo su programa a eso", sostienen los puristas del certamen de baile. Son los mismos que tratan de bajarle el precio al nuevo formato de Genios de la Argentina, anticipando que si no funciona, el Bailando volverá a instalarse los cuatro días por semana que se emite a ShowMatch, mientras que los genios y deberán regresar a sus casas. Se sabe: lunes y martes serán para el certamen de baile con famosos, mientras que jueves y viernes irá el concurso de talentos desde el Interior.
Pero, ¿y si ocurre al revés? ¿Qué sucedería con el Bailando si Genios… cosecha mayor rating? ¿Serán los famosos quienes deban volver a sus casas? Bien les vendría a sus egos marchar cantando bajito a sus quehaceres domésticos… Además, el conductor ya ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de dar volantazos para rediseñar su programa en pleno andar.
De hecho, el Bailando por un sueño fue producto de uno de esos cambios de dirección en su carrera. En 2006 el humor de ShowMatch naufragaba a instancias del Mundial de Alemania, y a mitad de año Tinelli decidió poner a bailar a distintos famosos. Esa apuesta dio lugar al máximo rating de su ciclo, que se extendería por trece temporadas hasta la actualidad.
Pero así como Tinelli intuye el desgaste del formato de baile, también lo siente la gente. Aunque el combo del Bailando es altamente rendidor, muchos lamenta que siempre sea lo mismo, previsible. Ya no hay grandes destrezas para mostrar en la pista a la hora del virtuosismo (que esta vez puede aportar Hernán Piquín), la gracia de Federico Bal o las maldades de Marcelo Polino en el jurado. La pelea entre mujeres -que mucho ha rendido temporadas anteriores- ya no está bien vista a los ojos del avance del feminismo.
En realidad las peleas en sí mismas ya no van con estos tiempos; y de hecho, fueron uno de los grandes atractivos del programa. Además de un concurso de baile que se disfruta y un dechado de producción admirable para nuestra pantalla, el Bailando es en sí mismo un gran programa de chimentos: junta a toda la patria mediática, a las celebridades del escándalo televisivo de todos los días y se retro alimenta con otros programas de aire que potencian lo que allí sucede. Hasta aquí, la fórmula fue perfecta. Pero luego sacar rédito de ese éxito durante 13 años -un número que a un cabulero no le gusta nada…-, quizás sea tiempo de cambiar.
Por último, a la hora de realizar ese cambio, se buscan las alternativas y cómo ejecutarlas. Era demasiado arriesgado no hacer el clásico caballito de batalla como el Bailando -rebautizado Súper Bailando al volver viejos campeones a la pista- y lanzar directamente Genios… sin antes probarlo, y de manera paulatina.
Además, en pos del lanzamiento del ciclo, nada mejor que una foto llena de famosos acompañando al conductor en la línea del largada, lo cual solo lo permite el Bailando. Tinelli tampoco podría estar toda la semana en los escenarios del Interior como lo hacía Mariano Iúdica con el exitoso Soñando por bailar desde cada provincia. Y por eso el tándem jueves-viernes le permite recorrer el país, en lo que para muchos será su desembarco en la política al hacer su ciclo mucho más cerca de la gente, y testeando el formato de talentos anónimos al que le tiene tanta fe, y que podría destronar el certamen de baile. En principio convivirán los dos. Pero no es causal la decisión del conductor de poner solo 16 parejas, la mitad de lo habitual, cuando estará al aire por muchos meses.
Aquel Soñando por cantar con el que Iúdica popularizó su "¡Daaaale!", siempre le quedó picando a Tinelli. Pudo conducirlo, pero no le resultaba posible viajar tanto en aquellos tiempos. Hoy esos viajes se acoplan con una labor social que está desarrollando y, para seguir sondeando a eventuales votantes en una candidatura que sólo Marcelo sabe si formalizará en unas semanas, o no. Si sucediera y tuviese que encarar una campaña, ¿se alejará a mitad de año de la televisión, o ampliará el formato en el Interior para que convivan ambas líneas de cara a octubre? De ser así, ¿el Bailando muere en julio?
Un detalle alienta las especulaciones y acrecienta el odio de los famosos que participan del Bailando: la foto de tapa de la revista Gente anunciando el regreso -esta semana- deja a las claras las prioridades del conductor. En la línea central de la foto, junto a él -además de sus actrices de lujo de este año, Griselda Siciliani y Leticia Brédice– eligió que los extremos fueran escoltados por los jurados de Genios de la Argentina: Patricia Sosa, Valeria Lynch y los hermanos Pimpinela, Lucía y Joaquín Galán. A los jurados del Bailando les esperó -al fin- otro destino: Ángel De Brito y Polino se ubicaron en la línea de arriba, mientas Pampita y Florencia Peña quedaron destinadas al suelo.
Gestos, guiños, decisiones, que anticipan que este año mucho podría cambiar en ShowMatch.
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