Muchas personas juntas viendo lo mismo, imágenes que transmiten alegría, confort, lujos inalcanzables, diversión infinita. Hombres y mujeres obligándose ellos mismos a ser espectadores de la vida ajena, formando opiniones infundadas y violentándose con el que vio otra cosa. La alegoría de la caverna de Platón que data del año 380 antes de Cristo, sigue vigente en 2019 cuando se observa cómo se comporta cierta gente frente a las redes sociales de los personajes públicos. Cande Tinelli es uno de los blancos favoritos tanto de "haters" como de "lovers" y encontró en Lelé, la excusa perfecta para contar quién es en realidad.
En su famosa alegoría, Platón describía una caverna en las que un grupo de humanos, encadenados hasta el cuello, eran espectadores de ciertas imágenes que -a sus ojos acostumbrados a la oscuridad- les parecían la realidad misma. Lo cierto es que veían figuras falsas reflejadas en la pared, gracias a la sombra que daba el fuego de una hoguera. Cuando por fin uno de ellos fue liberado, vio la luz del sol, oyó el canto de las aves, sintió el viento en su cara y volvió para contarlo, los demás creyeron que mentía y lo agredieron sin piedad. Ser libre tiene un precio.
"¿Cande, querés ver las fotos que te saqué y elegís alguna?", pregunta un fotógrafo de modo amable. "No, dejá, elegí vos", responde Cande, que es Tinelli, y es Lelé. Hacía un rato nada más, alguien de la producción había sugerido que si ella no elegía sus fotos "podía haber un problema". Y, no, nada que ver. Cande es la hija de una de las figuras públicas más famosas de la Argentina. Lelé es una cantante en ascenso, una joven influencer, una artista rompiendo sus propias cadenas. Aunque algunos sigan eligiendo ver la sombra que proyecta.
—Tu flamante disco se llama Yo, ¿cómo te llevás con tu ego?
—No me llevo tan bien, todavía me cuesta pararme en ese lugar… Se llama Yo, pero no por un tema de narcisismo sino porque habla de todo lo que es mi parte interna, más allá de los prejuicios, en este disco yo me abro y cuento muchas cosas personales a través de las canciones. Pero no es Yo, por yo. (Risas)
—El público te conoce de chica, por tu familia, y en la actualidad a través de las redes, ¿eso hace que tengas que dar explicaciones para vencer los prejuicios que puede haber alrededor tuyo?
—Sí, puede ser, y también porque tengo mucho para decir. Eso me impulsó mucho para escribir lo que escribí y dar este tipo de mensajes.
—El proyecto se llama Lelé, pero arriba del escenario se ve una banda, ¿cómo elegiste a las personas que te acompañan?
—Los fuimos eligiendo, yo los conozco a todos, pero me ayudó mi manager. A Diego, que está en el piano y hace casi todo, lo súper conozco, a los bailarines los elegí yo a través de un casting… se va dando. Me interesa un montón que haya buena energía, eso para mí es clave.
—¿Te gustan particularmente los festivales, como lo fue el Lollapalooza Argentina 2019?
—Al que vengo siempre es al Lolla, nunca viajé a ningún festival fuera de la Argentina, pero me encantaría.
—En tu show, aun siendo tu debut en un festival, te hiciste lugar para invitar a las cantantes Femigangsta y Poli. Como música, ¿sentís que tenés la responsabilidad de ayudar a engrosar el cupo femenino en los escenarios argentinos?
—Para mí, sí, y es espectacular que haya cada vez más mujeres, está buenísimo. Me encanta ver que se lanzan todas las chicas, que se animan, yo re escucho mujeres que cantan, así que ojalá cada vez haya más.
—¿Qué músicas te inspiraron en la infancia y te siguen inspirando hoy?
—Me gusta mucho la música pop. De chica ¡Britney Spears! Y esa onda, Avril Lavigne, también Evanescence porque me atraía lo oscuro. Ahora me gusta mucho Billie Eilish, Dua Lipa me parece una genia, Rosalía. ¡Casi todas son mujeres!
—¿Tenés pensado salir de gira con la banda?
—¡Ojalá! Hacemos La Trastienda en julio y después, quizás, iremos al interior. Todo lo que venga va a estar buenísimo… ¡Crecer!
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