Marta Betoldi y los cambios en la TV: "De mis hijos aprendo sobre la deconstrucción machista"

Conoce como pocas el mundillo de la ficción. Después de una extensa carrera como actriz, Marta Betoldi se destacó como guionista de éxitos como Socias, Solamente vos, Esperanza mía, Ciega a citas y Las Estrellas, entre otros. Y fue una adelantada a la hora de ponerle su "toque feminista" a las tradicionales tiras del prime time de la televisión.

"En su momento, lo mío fue de vanguardia. Pero ahora se volvió muy actual esto de las mujeres empoderadas, haciendo justicia corporativa con temas como el aborto legal, la eutanasia, la subrogación de vientre y la adopción, entre otros tantos temas", asegura la autora en diálogo con Teleshow.

Madre de Manuel y Nicolás, de 24 y 20 años respectivamente, Marta se muestra muy optimista con respecto a las nuevas generaciones. "Yo, con mis hijos varones, todo el tiempo estoy aprendiendo sobre la deconstrucción machista. Me dicen: 'Mamá, no seas binaria'. Y me ayudan a entender las cosas de una manera mucho más natural. Fueron criados desde un lugar totalmente feminista, de eso doy fe, y son muy empáticos con este tema. Ellos tienen muy incorporado que la mujer es un par y que no está para atenderlos ni para que ellos la asistan sino para compartir la vida. Y me pasa lo mismo con mi sobrina, que es mujer. Los jóvenes tienen muy claro eso y a mí me pone bien de verlos crecer de esta manera", confiesa.

Por estos días, la autora se encuentra de paso por Cannes y Madrid, a dónde viajó en su nueva función de colaboradora del equipo de ventas de Dori Media Group, que busca colocar formatos argentinos en el exterior.

—¿Qué fuiste a hacer a Europa, específicamente?

—Vine con formatos míos. Siempre que tengo espacios en los que no estoy trabajando para productoras, armo mis propios formatos. Soy una persona que, históricamente, siempre construí muchos formatos de género femenino. Me ocupe de mujeres fuertes y políticamente incorrectas, en algún lugar. Y ya tuve entrevistas con las cadenas de televisión y algunas productoras.

—Como autora decís que los libretistas son responsables de la manera en que se muestra a las heroínas en pantalla…

—Sí, claro que somos responsables de cómo se muestran la mujeres en la pantalla. Y, en general, mis tipos de heroínas son vulnerables en un montón de aspectos, pero tienen como un crecimiento. Siempre digo que empiezo la ficción pateándoles las rodillas, para que luego empiecen a reconstruirse solas, más allá de cualquier relación con el otro.

—Siendo una mujer adulta, ¿qué sentís frente a todo lo que está pasando con respecto al empoderamiento femenino?

—Son muchas décadas en las que nosotras, las mujeres, venimos trabajando en varios aspectos. Se fue sumando el "Ni una menos", la lucha por el respeto a la vida y el aborto legal, seguro y gratuito y luego una cantidad de otros reclamos femeninos postergados. Y me parece que es un momento muy importante, porque durante muchos siglos los hombres tuvieron el poder. Y, ahora, las mujeres estamos tomando el poder desde un lugar femenino.

—¿Cómo sería?

—Esto está vinculado con la protección, con el cuidado, con el respeto… No porque el hombre no sea ni cuidadoso, ni protector ni respetuoso. Pero hay algo de lo femenino que toma un poder que es muy atractivo. Y yo estoy muy feliz de ser mujer en estos tiempos y de ver lo que está sucediendo. Porque pertenezco a una cuarta generación de mujeres empoderadas en mi familia. Mi bisabuela que quedó viuda y, siendo analfabeta, manejaba una fábrica de ladrillos pasando porotos del bolsillo derecho al izquierdo. Mi abuela, que había podido hacer el primario y había quedado huérfana, crió a sus hijos universitarios. Y mi mamá, también nos crió así a nosotros.

—¿Qué dificultades encontraste vos, siendo mujer, en tu carrera?

—Dificultades, la verdad que ninguna. Yo tuve siempre un lugar y no sentí que me relegaran por ser mujer. Si noté que, durante mucho tiempo, el contenido estuvo manejado más por hombres que por mujeres. Pero en Europa esto ya no pasa. Hay un concepto de showrunner muy importante. El autor, para Europa y puntualmente para España, es la figura estrella del producto. Es quien conduce el barco. Y esto facilita la posibilidad de tener las entrevistas.

—¿Cómo es recibida la ficción argentina en el exterior?

— Yo viajé a Cannes de la mano de Dori Media, para vender formatos existentes que fueron bien recibidos. Pero España, en este momento, tiene una industria audiovisual muy potente y se volvió como un centro de contenido audiovisual hispanoparlante. Así que uno de los motivos por los cuales yo viajé a Madrid fue ese. Y tuve la suerte de que la compañía que represento apostara a una suerte de alianza para apoyar la venta de formatos que ya he escrito, como Las Estrellas y Ciega a citas, que es una marca muy fuerte en el mundo y ya se vendió a 20 países. Yo trabajé en la adaptación con China, Hungría, Grecia, España, Chile, Croacia, India…Y para mí es una carta de presentación que me dio mucha apertura. A partir de eso, todo lo demás es una búsqueda de ampliar horizontes en un mercado que me resulta muy atractivo.

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