"El Norte recuerda", advierten los seguidores de la Casa Stark. Pero a quienes les cuesta recordar es a los fanáticos de Game of Thrones. Porque hasta aquí han sido siete temporadas tan espectaculares como larguísimas, donde ocurrió de todo: fueron ¡67 capítulos! repletos de intrigas, misterios, alianzas, traiciones, batallas… Por eso, a horas del estreno de la octava y última sesión de una de una serie ya inolvidable, bien vale hacer un pequeño racconto de cómo se ha llegado a este desenlace que transcurrirá en apenas seis episodios.
La disputa del trono. En una carrera donde varios candidatos fueron quedando en el camino, el asunto quedaría dirimido entre Cersei Lannister y Daenerys Targaryen. En el cónclave realizado junto a Jon Snow se pactó una tregua para unir los ejércitos y presentarle batalla al Rey de la Noche. Sin embargo, la heredera de Tywin Lannister ya planea su traición: apoyada por el Banco de Hierro, Cersei enriquecerá su milicia buscando apoderarse de todo, a espaldas de sus enemigos, quienes estarán distraídos frenando el avance implacable de los Caminantes Blancos.
El tráiler de la nueva temporada de "Game of Thrones"
Daenerys Targaryen. La lanza -cual jabalina- que el Rey de la Noche hundió en Viserion, hirió el corazón de su madre. Y ahora, aunque ella todavía no lo sabe, uno de sus dragones escupe fuego azul. Porque Daenerys lo expuso, como también lo hizo con Drogo y Rhaegar, para ir a rescatar a Jon Snow de una muerte segura, más allá del Muro. ¿Valió la pena correr semejante riesgo? La respuesta romántica: ¡sí! Y es que al regresar Daenerys se perdió en los besos del bastardo Stark, de quien parece estar enamorada (sentimiento que experimenta por primera vez en su vida). Pero, ¿cuál sería la respuesta estratégica, pragmática, racional de aquel dilema? Mejor privilegiemos el amor…
Porque ya demasiado ha perdido la Rompedora de Cadenas, quien luego de haber regresado a Poniente tras su largo y forzado exilio, debe dirigirse al Norte para enfrentar el ejército de los Caminantes Blancos, respaldada por sus fieles inmaculados, los feroces dothrakis y dos de sus tres dragones. Eso sí, recuperó a su fiel escudero, Jorah Mormont, ya curado de su infección. ¿Podrá Khaleesi confiar en su Mano? Cuesta interpretar el gesto que Tyrion Lannister hizo desde la penumbra cuando vio ingresar a Jon en la habitación de su reina, para los dos rendirse ante la pasión.
Jon Snow. Nunca recibió el apellido Stark. Y en rigor, vinimos a enterarnos que no le correspondía: el Cuervo de Tres Ojos, su hermano Bran Stark, descubrió el secreto que cambiaría toda la trama. Porque Jon en realidad es Aegon Targaryen, hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark, quienes se casaron legalmente. Así las cosas, puede reclamar el Trono de Hierro. ¿Por encima de Daenerys Targaryen, quien además de su amante (lo que todos desconocen, salvo Tyrion) es también su tía (lo que solo sabe Bran y su amigo Samwell Tarly)? Porque Jon… ¡Jon no sabe nada!
En tanto, la perseverancia del Rey del Norte dio resultado: logró convencer a la Reina de los Dragones y a Cersei Lannister de luchar contra The Night King, postergando la lucha por los Siete Reinos para una mejor oportunidad. Y no todo esta perdido, ya que el bueno de Jon tiene un as bajo la manga: encontró vidriagón, el arma letal de los Caminantes Blancos. ¿Le alcanzará?
Aquí, quien le brindaría una gran ayuda es Sam Tarly. En La Ciudadela -la misma que dejó atrás, decepcionado porque los archimaestres no ven la realidad- estudió como nadie a los Walkers. Y ya en Invernalia, espera a su amigo para transmitirle las claves de la victoria. ¡Porque él sí sabe cómo derrotar al ejercito del Rey de la Noche! En teoría, claro. Porque sobre el campo de batalla la cosa es bien distinta…
Cersei Lannister. Tras resurgir de sus cenizas, a puro amor propio y sed de venganza y poder, sigue conservando tres reinos de Poniente. Y aspira a los otro cuatro, pero luego de haber pergeñado una traición. Porque cuando Daenerys Targaryen y Jon Snow le propusieron una tregua para amalgamar fuerzas y luchar contra los Caminantes Blancos (ver a uno de ellos la horrorizó), les respondió que "no, no y no… bueno, sí". Y entonces, ella también luchará. Eso, según lo que dijo en público.
La convenció el hermano menor a quien odia desde sus entrañas, Tyrion Lannister, aunque esa parte del diálogo -la de la persuasión- no se vio en la serie. Especulación pura: ¿hubo un pacto secreto entre Cersei y Tyrion? En complicidad con Euron Greyjoy, quien le proveerá su flota de barcos, y con un flamante préstamo del Banco de Hierro, que le permitirá incrementar las filas de su ejércitos, Cersei planea expandir su territorio a espaldas de sus eventuales aliados. Un plan maquiavélico. ¡Y maestro! Hummm… No, no tanto.
Porque quien hasta el momento se sienta en el trono ha perdido a su principal soldado: reivindicándose de tantos errores cometidos en el pasado, su hermano y amante, Jamie Lannister -el padre del hijo que Cersei lleva en su vientre-, al fin la desobedece. Y en un gesto cargado de nobleza, tal vez impropio para su casa, se marcha al Norte para la que quizás sea la disputa final de este guerrero de mil batallas. Así las cosas, Cersei se queda más sola que nunca, sin nadie en quien confiar.
Pero… ¡momento! Porque Jamie tiene bien ganado el apodo que tanto aborrece: el Matarreyes. ¿Y quién ha sido su víctima? Aerys II Targaryen, el Rey Loco; es decir, el padre de Daenerys, con quien se encontrará en breve antes de la batalla. Y es a quien, además, intentó asesinar en una batalla reciente. ¿Le guardará rencor la Madre de los Dragones?
El Rey de la Noche. Para quien es dueño de la eternidad que brinda la muerte, el tiempo se encuentra de su lado. Y la paciencia es su gran fortaleza. Así fue como, con los años, este rey por nadie proclamado pudo armar un ejército de Caminantes Blancos que ya cuenta -a ojo de buen cuervo- con más de 100 mil soldados. Y de esta misma manera -sabiendo esperar-, también se alzó con su arma principal: uno de los dragones de Daenerys. Gracias a Viserion, que ahora escupe fuego azul, pudo vencer la resistencia ancestral del muro custodiado desde tiempos inmemoriales por la Guardia Nocturna, echándolo abajo. Y ya en territorio de los mortales, The Night King desafiará la vida en una gran batalla. Porque la muerte, claro, también está de su lado.
Tyrion Lannister. Desde el ansiado desembarco de Daenerys en Poniente, su actuación se desdibujó. Obligó con sus consejos a que se tomaran decisiones erradas que provocaran derrotas en batallas más estratégicas que fundamentales, y solo cuando la reina hizo caso omiso a las palabras de su Mano, todo se encarriló. Tyrion sí consiguió que se realizará el cónclave entre Daenerys, Jon Snow y Cersei, logrando incluso que su hermana aceptara la tregua (si luego la cumple o no, será otro asunto que ya no dependerá de él).
Ahora bien, Tyrion no deja de ser un Lannister que milita en el otro bando: esa contradicción, una llaga donde Cersei hundió su dedo durante su encuentro privado, parece cargarlo de emociones encontradas. Además… ¿cómo terminó convenciendo a su hermana? No queda claro. ¿Y qué sintió realmente al comprobar que Daenerys y Jon Snow viven un romance que solo él conoce? Su rol será fundamental en el desenlace. Habrá que ver si se sigue equivocando. Y cuánto responderá realmente a la Reina de los Dragones por encima de su sangre Lannister: Cersei lo odia, pero Jamie lo sigue queriendo.
Sansa, Arya y Bran Stark. Con la partida de Jon Snow -a la que ella se opuso-, Lady Sansa quedó a cargo de Winterfell. Tuvo que mantener la armonía entre las familias que poco tiempo atrás traicionaron al Norte, y otras que no están del todo convencidas con la existencia de los Caminantes Blancos, o su real peligro. Primero incómoda, luego más a gusto y evidenciando -le pese o no- ciertas lecciones aprendidas en sus años junto a Cersei, Sansa tomó una decisión que la forjará: cuando parecía quedar presa de su conspiración, le dictó la pena de muerte por traición a Meñique. Lo ejecutó Arya, quien hasta ese momento dudaba de su hermana mayor, sin reparar demasiado en los años de sometimiento y vejación que debió atravesar Sansa.
Ante la estatua de su padre, Ned Stark, las hermanas hicieron a un lado sus viejos rencores y recientes diferencias. Y pronto recibirán a Jon Snow. Es su hermano Bran -cuyo papel no tuvo mayor trascendencia en la última temporada- quien espera ansioso su vuelta: el nuevo Cuervo de Tres Ojos quiere contarle al Rey del Norte que lleva sangre Targaryen. Y ahí arrancará otra historia, porque el bastardo Stark podría aspirar al trono con todo derecho.
Después de una larga espera, faltan horas para el comienzo del fin de Game of Thrones, tal vez la mejor serie de todos los tiempos. Y habrá que agarrarse fuerte: aunque cueste creerlo, después de larguísimos nueve años el desenlace es inminente…
¡Valar Morghulis!
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