Y frente al mar voy a recordar lo que no fue
pero espero encontrarlas otra vez alguna vez.
Casi las tuve en un abrazo a las dos
pero no hubo lugar para el amor de a tres…
("Victoria y soledad")
Andrés Calamaro tiene en su haber decenas de álbumes -entre su carrera solista, junto a Los Abuelos de la Nada, con Los Rodríguez y en participaciones con otros artistas-, forma parte del selecto grupo de músicos exitosos del rock nacional y, hoy en día -a sus 57 años-, sigue más vigente que nunca: su último trabajo, Cargar la Suerte, fue recibido de gran manera por el público. Además, se prepara para una extensa gira que lo llevará por varios destinos.
"El Salmón" no para y su presente es más que auspicioso. Sin embargo, a 20 años de la edición de Honestidad Brutal -salió al mercado el 16 de abril de 1999- nos vemos en la tentación de detener el tiempo, volver al final del siglo XX y zambullirnos en esas jornadas en las que el cantante vivía 72 horas al día, como él mismo dice.
En esa época, no paró de "escupir canciones" para luego plasmarlas en un disco doble de 37 temas que tiene algunas de las composiciones más recordadas de su laureada carrera.
Pero aquellas maratones,
sin parar de escupir canciones.
Fueron buena pesca y, tal vez,
el dolor desaparezca…
("Son las nueve")
Infobae conversó con Andrés para que él recorra esa placa porque, sin dudas, no hay nadie mejor que Calamaro para hacerlo. "En todas las canciones trabajamos mucho, como chinos. Pero 'Paloma' es especial, no se exactamente por qué. Quizás sea el oasis argentino", subrayó.
A continuación, el ex Abuelos de la Nada repasa cómo eran esas intensas jornadas, explica las canciones más emblemáticas de Honestidad Brutal y se detiene en la participación de Diego Maradona en el disco, entre otras particularidades.
-¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando recordás a Honestidad Brutal?
-Es inevitable recordar acaso la grabación de aquel álbum. No es que quiera recordarlo todo y dudo que pueda. Hace 20 años estábamos haciendo giras, mayormente me recuerdo fornicando hasta mayo. Fuimos entonces al estudio de mi hermano con unas letras y en una semana terminamos 12 canciones. Entonces hubiera sido una grabación espontánea y eficaz pero lo que hicimos fue encerrarnos en estudios de grabaciones, hasta 15 distintos en tres países.
Digamos que escribíamos canciones en el estudio para grabarlas inmediatamente y en horarios insólitos. Hasta 100 canciones. Puedo seguir haciendo memoria…
-El disco sale al mercado en un año que, si se quiere, marcó un cambio de época. Argentina empezaba a dejar atrás la década menemista, estábamos en las puertas del nuevo siglo… Y en el álbum se ve una crítica a la realidad política en canciones como "Clonazepán y circo" o "No tan Buenos Aires". ¿Eso te lo propusiste de antemano o te surgió espontáneamente?
-Es lo mismo lo espontáneo y lo antemano. Lo mismo para la música y para la letra. Ya teníamos meditadas muchas cosas, con mis compañeros teníamos mucho diálogo y tertulia buena, pero siempre aprendiendo con los que saben: los intelectuales, el cine, la música, los libros, la realidad, la calle, los bohemios, el pueblo y los aeropuertos. Cuando hace falta somos espontáneos escribiendo, cantando y hablando. Así era hace 20 años y así es ahora.
Cuando hace falta somos espontáneos escribiendo, cantando y hablando. Así era hace 20 años y así es ahora
-Era un momento también que en lo personal estabas "inspiradísimo", si me permitís el término. En el tema "Son las nueve" confesás que no parabas de "escupir canciones". ¿Cómo eran tus días en esa época?
-Eran días de 72 horas… Lo único que no hicimos fue comprar armas de fuego. Afortunadamente. Hubiera sido interesante armarnos como grupo revolucionario. Supongo que gastábamos la plata en otras cosas.
Grabamos todos los días durante nueve meses, y también las noches. El resto del tiempo abusábamos de los tópicos malditos del rock, siempre bienvenidos por entonces. Con buenas intenciones, diálogo ideológico, integración con sectores valiosos en el rock, Argentina en el cielo y los subsuelos. Sobrevolando lugares finos y tachos de basura.
Eran días de 72 horas… Lo único que no hicimos fue comprar armas de fuego. Afortunadamente. Hubiera sido interesante armarnos como grupo revolucionario
-Una canción como "Paloma" creo que merece una mención especial. Corregime si me equivoco pero tengo la sensación de que quizás no le tenías mucha fe porque en el disco no aparece muy destacada (es la número 17 del primer CD). Sin embargo, pegó rápido en la gente. ¿Qué te generó y te genera aún hoy la respuesta del público ante ese tema?
-La respuesta es insólita y estoy tan agradecido. Pero la secuencia de canciones no la relegaba a un nivel intermedio: elegimos 37 de 100 grabadas. En todas las canciones trabajamos mucho, como chinos. Pero "Paloma" es especial, no se exactamente por qué. Quizás sea el oasis argentino.
-Además de "Paloma", Honestidad Brutal contó con "Te Quiero Igual", "La Parte de Adelante" (que incluso después la grabaron los Cadillacs), "Cuando te Conocí" y puedo seguir porque son muchos los éxitos. ¿Sentís que esas canciones son especiales? ¿Qué te provoca saber que las nuevas generaciones las reconozcan y las canten como si hubieran salido ayer?
-"Te Quiero Igual" es un malentendido, es una letra amarga que se prohíbe el verbo amar. Es una broma porque repite una misma palabra muchas veces, el mismo "te quiero" de Bob Dylan. "No se si estoy despierto o tengo los ojos abiertos" es el clásico alegato cultural de las drogas de consumo personal que no constituyen delito alguno. Para mí estaba claro y era evidente. No intentaba definir un estilo de canción ligera. Todo lo contrario.
"La Parte de Adelante", que gusta y la cantan todas las hinchadas, es una canción sencilla que no fue fácil grabar como producción. Nos hicimos un lío grabándola.
‘Te Quiero Igual’ es un malentendido, es una letra amarga que se prohíbe el verbo amar. Es una broma porque repite una misma palabra muchas veces
"Cuando te Conocí" la escribí en el avión, en una de mis vueltas a Buenos Aires. Es literal y tiene una guitarra buena que grabamos en New York con Joe (Blaney).
Es un disco plagado de músicos buenos. Toqué la mayoría de los instrumentos. No quise acreditar los detalles para no aburrir. Casi todas las baterías las grabamos Javier Calamaro y yo. Muchos bajos, guitarras y teclados. No hay canciones especiales en el disco. Quizás, si lo escucho ahora, le descubro cosas nuevas.
-Es un álbum que tiene una fuerte presencia de Maradona. Además de dedicarle una canción, el propio Diego canta en "Hacer el tonto". ¿Cómo surgió su participación en ese tema? ¿Lo invitaste vos o lo propuso él? ¿Te acordás cómo fue?
-Somos muy amigos y en aquella época nos veíamos con frecuencia, ya éramos amigos. Diego siempre es un hermano y un consejero. Claro que me acuerdo y Diego se acuerda más. Es imposible olvidarse de Maradona.
Entonces era lo más normal vernos a cualquier hora. Me bendijo y me bendice. Es mi maestro. Primero grabamos con Marcelo ("El Cuino" Scornik). Diego venía por el estudio y cantó muy bien, hay que clavar las sílabas irregulares. Tiene oído absoluto.
Maradona tiene oído absoluto
-La última pregunta es sobre tu presente. Venís de presentar Cargar la Suerte, con una muy buena recepción, tanto de la gente como de la crítica. Y en unos meses volvés a tocar aquí en la Argentina. ¿Qué te provoca a esta altura de tu carrera ser tan querido y reconocido?
-Me siento honrado por eso. La posteridad solo le importa a la posteridad. No pensaba en terminar siendo cantante y artista. Me siento aliviado de tener trabajo y mantener en la adversidad mi estilo de vida.
Una gira es una tremenda responsabilidad y eso me espera. Para mi sacrificio, no para mi vanidad. Estoy inquieto porque estoy escribiendo mucho, nos enfocamos en la página de delitos y culturas (NERVIO Digital), que es una formidable trinchera de las mentes más brillantes de mi generación. Escribo para cine y para libros. No es la primera vez que veo al futuro, pero ahora refluye en el vértigo horizontal…
Las canciones de Honestidad Brutal
DISCO 1
"El día de la mujer mundial"
"Te quiero igual"
"La parte de adelante"
"Clonazepán y circo"
"Los aviones"
"Más duele"
"Cuando te conocí"
"Prefiero dormir"
"Jugar con fuego"
"Maradona"
"Una bomba"
"Socio de la soledad"
"Son las nueve"
"Las dos cosas"
"Veneno"
"Ansia en Plaza Francia"
"Paloma"
"Con Abuelo"
DISCO 2
"No tan Buenos Aires"
"El tren que pasa"
"Victoria y Soledad"
"Mi propia trampa"
"Negrita"
"Voy a dormir"
"Eclipsado"
"Mi quebranto"
"Me pierdo"
"Hacer el tonto"
"Naranjo en flor"
"Aquellos besos"
"No son horas"
"Las heridas"
"Hay"
"El ritmo del lunes"
"Para qué"
"No va más"
"La parte de atrás"
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