"Buenas noches, ¿qué tal? Voy a buscar la guitarra un segundo". Vicentico se siente como en su casa, pero está en el escenario Alternative del Lollapalooza Argentina 2019, frente a miles de personas que prefieren verlo a él mientras enfrente, en el escenario 1, el rapero Kendrick Lamar desparrama flow. El argentino no se inquieta, sabe que su gente lo elige por encima de cualquier novedad.
Abajo, en el césped, distintas generaciones se juntaron para ver este recital, uno de los últimos del festival. Arriba también había una familia, ya que en la guitarra lo acompañaba Florián Fernández Capello, el mayor de los hijos de Vicentico, fruto de su matrimonio con la actriz Valeria Bertucelli (el más chico es Vicente).
Los tres llegaron muy temprano en la tarde para disfrutar, al igual que el público, de una jornada familiar. Vicentico, que fue pionero del ska en la Argentina y con Los Fabulosos Cadillacs se convirtió en referente del rock latino en el mundo, se terminó de afianzar como cantante cuando
desarrolló su carrera solista e impuso un estilo único.
De esta etapa, sonaron algunos temas como "Último acto" (con un sutil enganche a un fragmento de "Mañana en el Abasto" de Sumo) y "Creo que me enamoré". De LFC, "Siguiendo la Luna" y el también clásico "Basta de llamarme así".
El humor ácido de Gabriel Fernández Capello también es un clásico. "Me vuelvo loco yo no sé qué hacen acá, muchachos", dijo risueño, mientras movía los brazos como un rapero, en obvia alusión al show de Lamar.
"Gracias amiguitas y amiguitos", saludó el cantante y se disculpó con señas por no poder hacer un bis. Más temprano, otra familia había traído música, desde el Brasil, al Lollapalooza.
Eran casi las siete de la tarde y, de pronto, el festival había bajado tres cambios. Con la caída del sol se fue el calor y una suave brisa otoñal llegó acompañada de la bossa más linda. Caetano Veloso había llegado al escenario 2, para cambiar la frecuencia del Hipódromo de San Isidro.
"Yo no soy religioso, pero mis hijos sí lo son, también mi madre, por eso hice esta canción religiosa para su cumpleaños número 90″, explicó Caetano y salió "Ofertorio".
El homenaje familiar encaja perfecto con la propuesta del espectáculo, es cálida y sentida. El cierre del show vino con plus, dos banderas enormes y un solo mensaje: "Dictadura nunca mais".
Los Veloso están en la vereda ideológica opuesta del actual presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien avala el golpe militar de su país, que derrocó al presidente democrático João Goulart en 1964.
Cuando uno recuerda que Caetano tuvo que exiliarse en Londres durante aquellos años oscuros, el mensaje cobra más fuerza. La familia del bahiano sambó, cantó y se fue agradeciendo: "Muchas gracias, Buenos Aires, es siempre una maravilla estar en esta tierra".
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