"Ya no soy un galán, así que no necesito dar esa imagen", había dicho Richard Chamberlain en una entrevista para el programa Datelain, de la televisión estadounidense, en junio de 2003. El actor, que en el día de hoy está cumpliendo 85 años, decidió en ese momento hablar abiertamente de su homosexualidad. Y, aunque terminó con las ilusiones de millones de mujeres que estaban enamoradas de él desde los tiempos de El Pájaro canta hasta morir, se ganó el respeto de la sociedad entera por ser uno de los primeros famosos en "salir del closet", según sus propias palabras.
Nacido el 31 de marzo de 1934 en Los Ángeles pero criado en Beverly Hills, Estados Unidos, Richard había comenzado su carrera en televisión con varios papeles secundarios en La ley del revólver, Alfred Hitchcock presenta y Thriller, para luego pasar al cine y al teatro con obras como Holly Gollightly. Y alcanzó la fama en la década del 60, cuando protagoniza la serie Dr. Kildare y ganó su primer Globo de Oro como Mejor estrella televisiva.
Pero, sin duda, el momento de mayor trascendencia internacional de Chamberlain llegó en 1983 de la mano de la serie El pájaro espino (conocida en Latinoamérica como El Pájaro canta hasta morir), con la que logró conquistar a las fanáticas del mundo entero gracias al personaje de un cura que se debatía entre su vocación a Dios y el amor de una mujer.
(Video: "El pájaro canta hasta morir" / Youtube)
Sin embargo, a sus 68 años, Richard decidió publicar una autobiografía, "Shattered Love", en la que daba cuenta de su difícil infancia por su padre alcohólico y sus problemas para lograr su aceptación personal. Y, en consonancia con ella, optó por dejar de aparentar una orientación sexual que tenía como único fin satisfacer las expectativas sociales. "Cuando yo era joven, ser gay, afeminado o cualquier cosa por el estilo estaba prohibido", explicó en aquel momento desde su casa de Hawai, donde residía con Martín, su pareja desde hacía tres décadas.
Aunque variados, en la mayoría de sus papeles Chamberlain había interpretado a hombres seductores, cuyos mensajes estaban dirigidos directamente a las mujeres. Sin embargo, en una oportunidad también había encarnado a un homosexual al hacer a Pyotr Ilyich Tchaikovsky en el film The Music Lover. Claro que, por entonces, Richard temía que el hecho de hablar abiertamente de su condición pudiera dejarlo fuera del mercado laboral cinematográfico de la época.
"Pensé que algo estaba terriblemente mal conmigo e, incluso, cuando me hice famoso ese sentimiento seguía ahí", le había reconocido Richard a The New York Times en 2010. Y había confesado que, a él, poder hablar de su homosexualidad le había demandado muchos años de terapia.
Sin embargo, en una entrevista concedida a la revista LGBTI The Advocate, Richard le recomendó a las nuevas celebridades que no oculten su sexualidad. "Es complicado, todavía hay una cantidad significativa de homofobia en nuestra cultura, es imperdonable, estúpido e inmoral, pero así es", aseguró. Pero dejó en claro que la felicidad pasa por ser auténtico con uno mismo.
Hoy, Richard disfruta de una vida tranquila, abocada al cuidado del medio ambiente, pero no se priva de despuntar el vicio de la actuación. "Pensé que estaba jubilado", había bromeado el verano pasado, cuando terminó filmando escenas para la película Echoes of the Past, junto a Max von Sydow, en Grecia.
"¿Si le recomendaría este trabajo a los jóvenes? Mejor imaginar otro… Sólo aquellos que no pueden evitarlo deben involucrarse en esta empresa. Con suerte, podría ser muy emocionante y satisfactorio", aseguró el actor, que hoy festeja sus 85 libre de todo tipo de presiones.
SEGUÍ LEYENDO