Oriana Sabatini no es una excepción. Muchas celebridades deben padecer los comentarios volcados en las redes sociales que -habitualmente bajo el amparo del anonimato de quien los escribe- solo buscan causar daños. Los llamados haters, que cada día -¡a cada hora!- reproducen sus críticas voraces por cientos de miles. Al fin, son el verdadero virus de Internet.
Sin ir más lejos, este fin de semana Barbie Vélez posteó en su cuenta de Instagram una foto en bikini desde el mar Caribe, donde pasa sus vacaciones, para acercar un contundente mensaje. "Querido hater, antes de escribir un comentario con maldad, pensá dos segundos qué es lo que te hace tan infeliz", advirtió la actriz.
Pero la hija de Catherine Fulop se convirtió en un caso excepcional al anunciar la decisión que adoptó como toda respuesta al daño que recibía en las redes. ¿Subió una imagen elocuente? ¿Acercó palabras superadoras que invitan a la reflexión? Nada de eso. Simplemente, cortó por lo sano. "Me harté de Twitter y me fui -confesó la cantante en diálogo con Ángel de Brito para su programa radial en El espectador-. Las redes sociales me cuestan mucho, más si estoy pasando un momento difícil porque ahí todo el mundo comenta".
Pero como Twitter e Instagram suelen ser una importante fuente de ingresos económicos y, a su vez, un canal de difusión gratuito para cualquier artista, la cuenta de Oriana en la famosa red social del pajarito azul sigue abierta -con casi medio millón de seguidores-. Pero desde el 14 de marzo, cuando posteó su última selfie, solo linkea el contenido que sube a otras redes. Y al eliminar la aplicación de su smartphone para "no tenerla en la cabeza", todo resultó mejor. "Es relindo no tener la presión de que van a comentar todo lo que ponga. Es bastante liberador", destacó.
Al igual que Twitter -y por la razón antes mencionada- su Instagram también goza de buena salud: sus más 3.5 millones de seguidores continúan viendo cada día sus posteos. Pero si de la novia de Paulo Dybala dependiera… "Si mi trabajo no lo necesitara, no tendría Instagram. La verdad que no me gusta", admitió, diferenciándose de la mayoría de los jóvenes de veintipico -los millenials, claro-, furibundos usuarios de las redes.
Al igual que Oriana y Barbie, otros famosos ya levantaron su voz contra los haters. Lali Espósito redobló la apuesta con quienes reprochan su talento como artista: "Los desafío a venir a verme". Esteban Lamothe suele cruzarse -y siempre no de muy buena manera- con ellos: semanas atrás respondió a quienes lo tildaron de mal actor. "Me chupa los dos huevos lo que opina sobre mi trabajo y mi nivel de belleza el ejército de haters", había bramado tiempo atrás la contrafigura de Calu Rivero en Campanas en la noche.
"En el cara a cara no se te anima nadie, esa es la verdad -le había dicho Marina Calabró a Teleshow, consultada al respecto-. ¿O conocés muchos famosos a los que insulten en la calle? Son los guapos del Twitter". Sí, esos mismos a los cuales Oriana no lee más. Muerto el perro…
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