Corría el año 2000. El país atravesaba una de las crisis más profundas de su historia. La política, al centro de la escena. Presidente: Fernando De la Rúa. Albores de lo que luego todos recordaríamos con solo decir "el 2001". En ese contexto, el equipo de VideoMatch se junta a tirar ideas. Ya hacía tiempo que la política jugaba su partido en el programa. Los Raporteros, personajes de Fena Della Maggiora y Carlos Sturze, le daban leña a los funcionarios desde hacía años. Luego vendría el Turco Naim con El Enviado y su famoso "cómo estamos hoy, eh". Pero durante las sesiones en las que tiraban ideas en el año 2000 ya no pensaban en musicales o sketches sino en hacer algo que estuviera a tono con los reality shows, que eran furor en el momento.
Quien lideraba ese proyecto, acaso como padre de la idea, era Pablo Semmartin. Su nombre no es tan conocido por el público pero sí por todo el universo Tinelli. Tiene dos carreras: la de asesor político (hoy vive en Miami y lidera una consultora que asesora candidatos en Guatemala, Chile y en el Estado de Florida); y la de guionista de humor. Se sumó al equipo de VideoMatch en el '97. Antes, había trabajado en el gobierno como asesor de comunicación. Su relación con la política era, entonces, de familiaridad.
No fue extraño por eso mismo que estuviera tras la idea. ¿De qué se trataba? "Básicamente era meter a los políticos a convivir en una casa. El nombre sale por Emir Yoma, que en ese momento había un problema político con él. Y además claro la referencia a Gran Hermano, el reality que era furor por ese entonces. Empezamos parodiando literalmente lo que pasaba en Gran Hermano. Tomábamos lo que pasaba ahí y hacíamos que los políticos hicieran lo mismo", cuenta hoy Pablo a Teleshow desde los Estados Unidos.
Hasta entonces, no era normal ver tantas imitaciones en VideoMatch. El que más recurría a eso era Miguel Ángel Rodríguez, que pronto tuvo su propio programa de imitaciones: Los Rodríguez, un show de personajes que iba los domingos a la noche. Las máscaras para es programa, en el que también estaba involucrado Semmartin, las hacía Andrés Parrilla. De ahí surgió la idea de que fuera él también quien hiciera las caras de los políticos en Gran Cuñado, que debutó al aire en el 2001.
(Video: Primer programa del Gran Cuñado en 2001 / Telefe)
"Una vez hicimos que De la Rúa no se podía dormir si no le contaban un cuento. Era muy sencillo, pero verlo en un político era muy gracioso. Cualquier cosa que hiciéramos rendía muchísimo porque no se había visto nunca", dice Semmartin. La casa del Gran Cuñado duró hasta el 2004, cuando decidieron que era mejor parar por un tiempo. Volvió dos veces más: en el 2009 y en el 2016.
"En el 2009 hubo un quiebre", dice el guionista. "Veníamos de la crisis del campo y se venía una elección importante. Era el tiempo de las candidaturas testimoniales. Me acuerdo el primer día que lo vi a Martín Bossi caracterizado de Cristina por primera vez. Me lo crucé en el bar de Ideas y era como saludar a Cristina en vivo. Y le dije: 'este año va a ser distinto'. Y así fue, ese año Martín la rompió toda".
Sin embargo no todo era risas y diversión. Mientras el sketch salía al aire en la pantalla y generaba un muy buen número de rating, Semmartin recibía amenazas anónimas.
(Video: El De la Rúa de Fredy Villarreal visita a Néstor Kirchner / Canal 9)
"Un día me llaman por teléfono a mi casa y me dejan un mensaje diciendo que no jodiera más con el humor porque lo iba a pasar mal. Lo tomé en joda y hasta dejé en mi contestador un mensaje que decía: 'Si quiere dejar una amenaza, marque uno. Si es un mensaje famliar, marque dos'. Pensaba que era una broma. Hasta que me llamaron de vuelta y me dijeron que no me lo tome en joda y me describieron cómo estaba vestida exactamente mi mujer. La llamé a ella inmediatamente y estaba vestida así como dijeron, entonces me preocupé. Hablé con Marcelo (Tinelli) y en su momento hablamos con el Jefe de Gabinete, que era (Sergio) Massa. Y bueno, se pusieron a investigar y me pusieron custodia en mi casa", recuerda.
Fue la única reacción sospechosa. Por lo demás, dice que nunca recibieron presiones sobre lo que podían o no escribir. "A mi nunca nadie me dijo qué podía poner en un guión y qué no. Hemos puesto barbaridades y nadie nos decía nada. No había una intencionalidad de nuestra parte. Era tomarnos en joda lo que los equipos de comunicación hacían mal. Yo siento que hay un error continuo de todos los equipos de comunicación, que no ven que tras un spot de campaña puede venir una burla a ese spot. Algunos equipos sí lo ven y hasta se adelantan al chiste que puede venir", cuenta.
La gran pregunta de siempre es qué políticos lo tomaban a bien y cuáles no. Repasamos algunos con el guionista, que además los conoce bien por su trabajo de asesor:
Mauricio Macri: "Macri siempre tuvo buena onda. Por ahí en algún momento no le gustaba que lo hiciéramos muy cheto. Él sentía que era exagerado y que no habla así".
(Video: Mauricio Macri en la edición 2016 de Gran Cuñado / El Trece)
Los Kirchner: "Néstor y Cristina veían detrás una intencionalidad política entonces no les gustaba tanto. De hecho le pidieron a Massa que no fuera al programa porque no lo veían bien, pero Sergio entendió que era humor y quiso ir igual. Fue, para mi, el primer gesto de rebeldía que tuvo para con ellos".
(Video: La llamada a Néstor Kirchner, presidente / El Trece)
Gabriela Michetti y Daniel Scioli: "Cuando hicimos a Gabriela MIchetti ella misma le enseñó a Anita Martínez, su imitadora, cómo hacer willy con la silla de ruedas. Le habíamos preguntado si podíamos hacer chistes con eso y ella se súper prendió, lo entendía todo como humor. Lo mismo pasó con Scioli, que él mismo nos contaba chistes sobre su mano".
Carlos Menem: "Un día viene Menem de visita en el año 2009 y le explicamos de qué iba la cosa. Le expliqué que se iba a encontrar con un montón de políticos que eran imitaciones. Y entró a la casa y le empezó a hablar a los personajes como si fueran los políticos verdaderos. Entró en el juego de manera genial y fue un momento antológico. Y era gracioso porque muchas veces los actores ni siquiera saben el background político de sus personajes, y ahí tenían que reaccionar como si supieran. Entonces lo actores no tenían idea de lo que les decía Menem, que a todos los corría con que él los había descubierto".
(Video: Carlos Menem visita Gran Cuñado / El Trece)
Carlos Reutemann: "Un día vino Reutemann a conocer a Álvaro Navia, que lo hacía. Cuando se encontraron, Reutemann contó que tenía el corte de su candidatura y nos puso el cd para que lo escucháramos. Ahí cambiamos el guión y entró Álvaro cantando el tema del Lole".
Carrió, Massa, De Narváez y Larreta: "A Lilita no le gustaba que la imitaran. Massa, De Narváez o Rodríguez Larreta entendían que era solo una imitación y se divertían. Lo de 'Alica Alicate' por ejemplo surgió de tirar ideas nomás. Estábamos en el bar de la productora y de ahí salió, igual que lo de la risa: habíamos dicho que si se quedaba sin letra se escapara con la risa, que era algo muy característico de De Narváez. La verdad es que los actores de VideoMatch y Showmatch son maravillosos, gente talentosa que millones de veces no necesitan guion y por allí, con un disparador, hacen magia".
(Video: De Narváez y su famoso "Alica, Alicate" / El Trece)
Por supuesto, hubo muchos mitos detrás de cada edición. En una época se hablaba de la "tinelización" de la política. ¿Qué era eso? Básicamente, que la arena política se había corrido al escenario de VideoMatch. ¿El furor por el personaje de De Narváez lo ayudó a ganar esa elección del 2009? ¿No ir le jugó en contra a Néstor Kirchner? ¿Daniel Scioli cerró su campaña a presidente en el 2015 como parte de un acuerdo político? Todas las preguntas seguirán sin respuesta. Sobre esta última, Semmartin tiene una opinión: "Para mi Marcelo no sabía que iba a ir Scioli al programa del 2015. Es una apreciación personal, capaz Marcelo dice que me equivoco, pero para mí estuvo pícaro el equipo de comunicación de Scioli y le cayeron de prepo. ¿Y cómo lo dejás afuera?", dice.
¿Volverá el Gran Cuñado en este año electoral? La pregunta crece cada vez más con la especulación de una posible candidatura de Marcelo Tinelli. "Si yo fuera Marcelo optaría por dejar pasar un periodo y miraría las elecciones de 2023. Pero Marcelo es una persona sumamente comprometida con la realidad social y debe sentir un tire y afloje entre lo que sería bueno para él y lo que necesita el país, porque la necesidad es hoy. Pero esta es una opinión personal de consultor político", opina Semmartin.
Y si volviera Gran Cuñado y se candidateara Marcelo: ¿entraría a la casa una imitación del conductor, ya convertido en político? Nadie como él sabría jugar ese juego. Pero es pura especulación. Como en el mundo de Gran Cuñado, toda idea delirante puede terminar por convertirse en hit.
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