Ellos querían llevar el rock de estadios a las discotecas de Los Angeles, California. El calor, las luces, el caos. Lo lograron y dieron la vuelta, los grandes recintos comenzaron a llenarse de fanáticos y los músicos comenzaron a llenarse de problemas. Mötley Crüe tiene 38 años como banda y mil anécdotas de las más salvajes en las que no faltan bellas mujeres, kilos de droga y un desparpajo a prueba de leyes. En 1981, Thomas Lee Bass (Tommy Lee) vivía con Frank Carlton Serafino Feranna (Nikki Sixx) y Vince Vince Neil Wharton (Vince Neil) en una desvencijada casa del área de Sunset Strip. Bob Alan Deal (Mick Mars) se sumaba de a ratos y allí comenzaba la leyenda.
"La casa estaba repleta de alimañas. Si alguna vez nos daba por usar el horno, antes teníamos que dejarlo unos diez minutos encendido al máximo para matar a los regimientos de cucarachas que se escondían en su interior. No teníamos dinero para comprar insecticida, así que para exterminar a las cucarachas que correteaban por las paredes agarrábamos los botes de laca, acercábamos un mechero al difusor y achicharrábamos a las muy hijas de puta. Por supuesto, sí que podíamos permitirnos comprar (o permitirnos robar) productos de primera necesidad, como la laca, ya que si uno quería ir de ronda por los clubes era obligatorio llevar el pelo bien arreglado", recuerda Vince en The Dirt, el libro autobiográfico que el grupo de hard rock editó en 2001.
La publicación que llegó a best seller y que luego se tradujo al español bajo el título Trapos sucios, por fin se convirtió en filme. Después de años de idas y vueltas con directores y productores, peleando por dinero y por ideas, los Mötley Crüe cerraron con Netflix, que acaba estrenar lo que dieron una llamar una "dramatización de la autobiografía". El director de The Dirt, la película, es Jeff Tremaine y al ser uno de los creadores de Jackass (el reality que mostraba a gente haciendo actividades caseras y de lo más peligrosas, solo por el gusto de hacerlas) probablemente no haya tenido pruritos al momento de mandar toda la carne al asador. Con Mötley Crüe tiene material para varias secuelas.
(Video: The Dirt, el tráiler / Youtube)
Mujeres objeto
Como en un gran sketch de Spinal Tap, la película que parodia el alocado tour de una banda de rock con todos los mohines y clichés habidos y por haber, Mötley Crüe se ha esforzado por destacar su costado bizarro. Las mujeres, inclusive sus esposas, también han formado parte de este circo californiano. En mayo de 1983, el grupo tocaba en el US Festival y hasta allí llegaron Tom Zutaut, la persona que les había conseguido el contrato con Elektra Records, acompañado por su novia y por Doc Mc Ghee (manager de la banda) y con Doug Thaler (un asistente).
La acompañante de Zutaut enseguida llamó la atención de Vince. "Tocamos junto a Ozzy y Judas Priest frente a 300 mil personas, después del concierto me tiré a la novia de Tom Zutaut en un sucio camión. El tipo nos había conseguido un contrato con Elektra y yo me tiré a su novia… Reconozco que no estuvo nada bien, pero no pude evitarlo", contó Neil sin culpa.
Zutaut también hizo su descargo, pero lejos de desmentir aquello, sumó otra anécdota, dando a entender que sus novias eran muy requeridas: "Hubo otra época en la que yo tenía otra novia a la que Nikki se follaba. Era una tía fiestera, y solía estar conmigo detrás del escenario. Y Nikki delante de mí se la hizo. Ella tenía el periodo. Fue asqueroso. Ella ni siquiera intentó pararlo. Hacía tan sólo un par de semanas que la conocía y era nuestra segunda o tercera cita. No se convirtió en nada serio después de eso. (…) Por lo menos Nikki no trató de ocultarme nada. Creo que dijo 'esta está realmente bien, ¿te importa si me la cojo?' y yo dije 'no, no me importa, no es nada serio'".
Tommy Lee tuvo sus años de gloria también como esposo de Pamela Anderson, la bomba rubia que fue conejita de Playboy y triunfó con su traje de baño rojo en la serie televisiva Baywatch. Juntos tuvieron dos hijos, denuncias por maltrato (Tommy terminó en la cárcel) y un divorcio millonario. Pero antes de eso, el baterista ya se mostraba como un símbolo sexual y aprovechaba esa fama al máximo. Mientras vivían en la mugrienta casa de Sunset Strip, Tommy aún estaba en pareja con una chica a la que llamaban burlonamente Bullwinkle (como un alce de los dibujitos animados) pero igualmente tenía sus aventuras. Cuando cortó con ella, las relaciones comenzaron a tomar otro color.
Cuenta Nikki Sixx en The Dirt: "Fui a una fiesta del productor Roy Thomas Baker. Todos nos hicimos unas rayas encima de su piano de cristal, después nos desnudamos y fuimos al jacuzzi. Seríamos unos quince apilados allí, incluido Tommy que salía con una pseudo modelo de Florida llamada Honey. De repente, Tommy tuvo una enorme erección, se volvió hacia Honey y le ordenó: 'Ahora mismo, puta, chupame la p…'. Ella se dobló y comenzó a chupársela delante de todo el mundo. Cuando ella acabó, él le hizo comenzar de nuevo. Ella volvió al trabajo, pero esta vez estaba siendo demasiado lento para Tommy y empezó a cabrearse. Comenzó a recriminarle que no estaba haciendo bien su trabajo, diciéndole que qué carajo estaba haciendo".
Cinco minutos después, Tommy la puso a trabajar otra vez y un montón de amigos de Roy Thomas Baker comenzaron a respetar a Tommy esa noche: no sólo la tenía "como un rascacielos, no sólo tenía orgasmos interminables, sino que cuando había acabado, compartía".
El lado oscuro de la fama
Sus peinados, su estilo, el maquillaje exagerado y la ropa ajustada o la falta de ella, hicieron mucho por el glam rock, cuyos discos fundacionales han sido seguramente Too Fast for Love de 1981 y Shout at the Devil de 1983. Girls, girls, girls, y su corte homónimo de 1987 terminaron de llevarlos a la cima, con miles de discos vendidos en todo el mundo y estadios colmados de chicos que querían ser como ellos y de chicas que querían convertirse en sus juguetes por un rato.
(Video: "Girls, Girls, Girls" en vivo en Los Angeles / Youtube)
En el medio, los excesos también hacían de las suyas y no todas las historias tuvieron final feliz. Con el diario de hoy, incluso, podría decirse que esas fueron las menos. Los integrantes de Mötley Crüe habían comenzado a grabar Theatre Of Pain, el disco que iba a salir en 1985, y estaban festejando con todo su equipo. Cuando el alcohol se acabó, Vince Neil y Razzle, el baterista de la banda Hanoi Rocks, se fueron a comprar más a una tienda de la zona. El estado de ellos no era el mejor, la noche ya había caído y la vuelta a la fiesta resultó fatal.
"Aquella noche nos quedamos sin bebida. Yo acababa de comprarme un Ford Pantera del 72. Razzle quería subirse. Los dos estábamos muy borrachos y no deberíamos haber conducido. Fuimos a la licorería y después de comprar un par de cientos de dólares en bebida partimos rumbo a casa. En la última curva del camino cambié a segunda con la intención de recorrer el último trecho hasta casa. Nada más hacerlo perdí el control y me metí en el carril contrario. Intenté recuperar el control, pero un par de focos cayeron sobre mí mientras peleaba con el volante", contó Neil más tarde. Razzle murió y las dos personas que iban a en el vehículo de enfrente quedaron en estado vegetativo.
Con más vidas que los gatos, en 1986, Nikki Sixx vivió una experiencia extrema en el Reino Unido. Era la primera gira encabezando un tour y andaban en busca de drogas. Nikki y Andy, también de Hanoi Rocks, empezaron a evaluar dónde comprar heroína en un barrio al norte de Londres. Ahí mismo Nikki sufrió una sobredosis de la que casi no sale para contarlo.
Sixx explicó luego cómo el mismo dealer lo inyectó y luego lo dejó tirado: "Me arremangó la camisa y me pinchó aquella mierda. Tan pronto como aquel caballo explotó en mi corazón, supe que estaba jodido. Perdí el conocimiento y cuando desperté me encontré colgando de los hombros del dealer. Me estaba acarreando como si fuese una bolsa de basura. Noté una arcada y vomité. El dealer me dejó en el suelo. Tenía el cuerpo azul, los pantalones llenos de hielo y los brazos y el pecho cubiertos de moratones. Me habían golpeado con un bate para intentar reanimarme. Al ver que no despertaba se disponían a dejarme por muerto en la basura. Pero me desperté y vomité sobre sus botas".
En 2014, la banda avisó que iniciaba una gira despedida y explicó: "Nuestro guitarrista, Mick Mars, tiene una enfermedad que lentamente fusiona sus vértebras. Es una de esas cosas que son tratables, pero no curables. Así que sólo va empeorando progresivamente y es doloroso para él, por lo que no quiere salir de gira por mucho tiempo más. Y la última cosa que haríamos sería salir a media máquina con un tipo contratado para que toque la guitarra. Queremos terminar a lo grande con los chicos originales". El tour final concluyó en 2015 y allí pudo estar Mick Mars otra vez en el escenario.
La espondilitis anquilosante es una condición ósea degenerativa que aqueja a Mars desde los 17 años, quizá la causa también de una personalidad un poco más tranquila que la de sus compañeros de aventuras. Hace poco, el cuarteto fue fotografiado en la premiere de The Dirt y allí se pudo ver al guitarrista lookeado para la ocasión, pero visiblemente deteriorado. La banda sonora de la peli los animó a grabar cuatro nuevas canciones, aunque sin Mars en las cuerdas será difícil volver a verlos arriba de un escenario todos juntos. Por ahora, quedan las canciones, el legado de un estilo y mil historias que pertenecen al siglo pasado.
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