La historia central de la novela de época Argentina, Tierra de Amor y Venganza ya mostró sus cartas en las noches de El Trece, en las que Adrián Suar busca -y merece- una revancha en el prime time con sus productos de ficción. Para esta apuesta contrató a la pareja más importante del país, Benjamín Vicuña y Eugenia la China Suárez, con la idea de que -juntos- creen una trama romántica fuerte, jugando con la especial dualidad de verlos en pareja en una tira cuando lo son, también, en la vida real.
Cuando Suar los buscó y obtuvo el "¡sí!" de ambos actores, cantó: "¡Bingo!". Pero no imaginó que Benjamín y Eugenia no iban a querer ser pareja en la novela. En base a esa premisa se armó la historia y el elenco protagónico del argumento que transcurre en la década del 30 en Buenos Aires, y en la que, porque lo que se ha visto hasta aquí, resulta ser mucho más central la pareja que integran el catalán Albert Baró (ex Merlí) y la joven revelación Delfina Chaves.
La historia secreta del enroque de actores en el triángulo protagónico de Argentina, Tierra de Amor y Venganza -rebautizada ATAV en su abreviatura- es la siguiente. Al negarse a ser pareja en la novela, Vicuña y Suárez buscaron una salida elegante. La actriz quedó fascinada con el personaje de Raquel, la joven polaca que llega a Buenos Aires creyéndose casada con un hacendado que le mejoraría la vida para poder ayudar a su familia, y que en realidad fue traída engañada para sumarse a un prostíbulo porteño.
Gonzalo Heredia y la China Suárez, en el debut de "ATAV" (Video: El Trece)
Cierto es que el personaje le presentó a la China un desafío actoral mayor -si lo cumple o no, se comprobará más adelante-. Pero al convertirse en Raquel, el triángulo con Benjamín y Gonzalo Heredia se desarmó. De esa forma el papel de Lucía, la jovencita que es obligada por su madre a casarse con Torcuato (Vicuña), terminó en manos de la hermana de Paula Chaves.
En la historia pensada originalmente por Suar, los personajes de Vicuña y Heredia eran los amigos que estaban juntos en la guerra. Vicuña lo traicionaba, se venía a Buenos Aires con su herencia creyéndolo muerto (tras pegarle un tiro en plena trinchera) y se enamoraba de la joven Lucía (el personaje pensado para la China). Al volver su amigo traicionado, también se enamoraba de la misma mujer, y ambos disputaban su amor. Todo eso sucede en la trama actual, pero el amigo de la guerra terminó siendo Albert Baró para que entonces Heredia haga pareja con Suárez desde otros personajes.
Heredia terminó siendo Bruno, y juega su historia sentimental con la polaca Raquel, completando el triángulo Alicia (Mercedes Funes), la hermana de Torcuato, la solterona que se deslumbra por el asistente del millonario y lo quiere a toda costa. Así las cosas, los personajes fueron parte de un enroque, todo esto en los inicios del proyecto. Ante la negativa de la ex de Nicolás Cabré, cambiaron los planes, y el elenco se terminó de completar al convocar al actor español de la serie Merlí y a la joven Chaves para cubrir esos papeles.
Si bien Eugenia admitió que le habían propuesto otro personaje y que ella prefirió ser la Raquel para enfrentar un personaje que le atraía mucho más, lo cierto es que tampoco quería ser pareja romántica en la ficción de su propia pareja real. Quizás este cambio (que Vicuña pretenda a Delfina Chaves, enfrentándose a Baró) no le juegue a favor a la trama, ya que claramente era más potente ver al actor chileno y su novia argentina compartiendo escenas desde el comienzo. Pero es tal la negación de ambos de no compartir la vida personal y el trabajo que no se cruzarán en la trama "por lo menos hasta el capítulo 60", según adelantó Suárez.
Quienes quisieron ver la novela para tener a la pareja que tanto les gusta seguir en su vida en una historia de ficción, ¿estarán contentos de que ni siquiera se crucen en la trama? También habrá aquí una estrategia para alimentar la ansiedad de los televidentes: que aguarden a que se produzca ese momento de Benjamín y la China juntos -¡al fin!- en la pantalla, lo que que seguramente se anunciará con bombos y platillos.
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