No es casual que la nueva productora de Marcelo Tinelli se llame LaFlia. Eso que convoca con el nombre es capaz una de las claves irreductibles de su éxito: la familiaridad. No es solo que esté al aire hace treinta años, sino que más allá de los cambio ha logrado siempre parecer el mismo. Es una operación de varios trucos que depende, por otro lado, completamente de la presencia de Marcelo. Pero hay, además, factores reconocibles.
Uno de esos elementos es la presencia de los amigos y los históricos. Si hay algo que proyecta Tinelli es la sencillez, la cercanía con el origen. Ahí es donde entran en escena tres protagonistas que a veces parecer prescindibles: Larry de Clay, Carna y Marcela Feudale (aunque esta última tiene una tarea más evidente que sus dos compañeros). Ellos tres, además de sus participaciones, ofrecen algo al show: la sensación de que Marcelo mantiene la misma barra de amigos de siempre. Son la constante que nos remiten a los primeros años. Con ellos ahí, nada cambió.
No es puro azar: Marcela La enana Feudale por caso está en el programa desde 1992. Es de las personas, después de Marcelo obviamente, que más programas tiene en su haber. Antes de VideoMatch trabajaba con Bobby Flores en la radio Rock & Pop. Allí conoció a Néstor Kot y Daniel Jacubovich, miembros del elenco original de VideoMatch que la propusieron para reemplazar a la locutora saliente.
"Me contactó Claudio Villarruel, yo no veía el programa en esa época, fue en el '91. Él me decía: 'vas a ver que no te vas a arrepentir'. Marcelo tenía cierta referencia sobre mí porque, a través de un amigo suyo de Radio Rivadavia, yo había trabajado para él, le grababa la publicidad a su agencia, TM Producciones", recuerda Feudale en el libro por los 20 años del programa.
Marcela Feudale con los Tack see Boys (Video: "VideoMatch", Telefe)
"Cuando me dijeron de laburar en televisión pensé: 'Bueno, laburo y listo'. Cuando terminó el '92 le pedí una reunión a Marcelo para despedirme. Es que el programa venía con una locutora por año. '¿Adónde vas? Te quedás', me dijo", y se quedó nomás. Hoy, 27 años después, sigue siendo la locutora del programa. Y un detalle: ya pasó más tiempo de su vida como miembro del staff que fuera: es que cuando empezó tenía apenas 26 años.
"Al principio no mostraba mi cara, estaba instalado que el locutor debía permanecer oculto. Hasta el '94 no aparecí. Me tapaba, hacía las notas de espalda, era como la incógnita. Hasta que Marcelo me dijo ya está, mostrate. Ese año empecé a tener más interactividad, participé de notas, en los sketchers, los chicos me enseñaron a actuar. Me he disfrazado de Mujer Maravilla, de La Bell, de Ingrid Bergman, hice musicales… Es algo que disfrutás", recordó Feudale, que con el tiempo ingresó a la Facultad de Historia y se licenció, y desarrolló paralelamente una carrera de periodista en diferentes programas de la tarde.
Marcela Feudale junto a Larry de Clay participando de un musical (Video: @videoshowmatch)
La llegada de Larry de Clay (Raúl Biaggioni)
Llegó al elenco en 1996. Venía de trabajar en política (luego, con los años, volvió a participar y en el 2007 hasta se candidateó a Intendente de Escobar, pero sin éxito). No es por eso de todas formas que se lo recuerda sino, y sobre todo, por su personaje cuenta chistes: Larry de Clay. No fue lo primero que hizo. Al principio participó de cámaras y sketches, pero con el tiempo encontró ahí su popularidad. Cerraba todos los programas como último participante de El Show del Chiste. La gracia era, vaya paradoja, que sus chistes eran malísimos. Pero como todo en la viña de Marcelo, el encanto residía en el ida y vuelta con el conductor.
"La popularidad y la posibilidad de vivir de lo que me gustó siempre me llegó de grande. Tenía 35 años y me había formado en el Conservatorio, había hecho teatro muchísimo tiempo, pero trabajaba en Presidencia de la Nación, primero como funcionario, luego como empleado. Un miércoles de diciembre me echaron de Presidencia. Y el viernes firmé mi primer contrato como empleado de VideoMatch. Empecé en la temporada del '96, después de pasar por un casting en el que también quedó Marcelo De Bellis. Mi primera cámara oculta fue en La Ventana de América, con Moisés Ikonicoff. Y después, claro, me vino el éxito con Larry de Clay", recuerda.
La primera cámara en la que participó Larry, año 1996 (Video: nicoases)
Con el tiempo desapareció el Show del Chiste y así también Larry de Clay, pero Raúl -o Larry a secas- continuó. Se convirtió en el representante de Boca Juniors en el programa. No era un lugar menor: siendo Boca el club más popular de la Argentina, Tinelli sabía aprovecharlo para cargarlo cuando San Lorenzo vencía a Boca o incluso ser cargado cuando era el club de Boedo el que perdía.
"Con los diferentes cambios que hubo en el programa el tema del fútbol me ayudó mucho para seguir teniendo mi lugar. Porque soy el blanco de las cargadas de Marcelo y, al mismo tiempo, el que debe cargarlo. Hay domingos en los que recibo como 16 mensajes de Marcelo: '¿estás vivo, gordo?', '¿dónde estás, gordo?'. Me deja mensajes de voz o me llama hasta que lo atiendo y me pregunta por todo menos por el fútbol, eso me hincha más la vena", cuenta.
Larry de Clay en el Show del Chiste (Video: "VideoMatch", Telefe)
"En la calle muchos me alientan porque este ida y vuelta con Marcelo ya se transformó en un clásico que nadie quiere perderse, seas futbolero o no. Y porque en este caso, además, hay otro mensaje detrás: el empleado tiene la libertad para gastar al jefe, algo que no pasa en otros lados", reflexionaba Larry con los periodistas que realizaron aquel libro aniversario. Su comentario ratifica el sentido de su presencia en el programa incluso diez años después de aquella entrevista. No solo son representan al jefe y el empleado en pie de igualdad sino, y sobre todo, son la imagen estereotípica de la amistad argentina: atravesada por los gastes, la falta de filtros, y la perduración a través de los años. Con él, una vez más, Marcelo sigue siendo el de siempre.
Larry carga a Tinelli en ShowMatch – Año 2008 (Video: "ShowMatch", El Trece)
Jorge Carna Crivelli
El caso de Carna es parecido. Su rol nunca estuvo del todo definido. Entró al programa como comediante. Su primer y acaso único hit era el Carna Clink. Pavo y efectivo: sus móviles eran una suerte de cámara oculta transparentada. Entrevistaba famosos y les pedía que cada tanto dijeran su nombre, Carna, y ahí él miraba a cámara y sonreía. "Fue lo primero que pegó. Yo había visto que ciertos periodistas le pedían a sus entrevistados que los nombren para tener más importancia. Eso me pareció que podía andar y lo hicimos. El primer mes me acuerdo que no me salió una nota y sentía que no le encontraba la vuelta al personaje, pero después funcionó", recuerda.
Carna Clink (Video: "VideoMatch", JavoVM)
Después empezó a participar de diferentes sketches y cámaras ocultas o cómplices. Era uno de los personajes del Noti Pip, "el primer noticiero que decía las cosas como se le cantaba el c…", y era número puesto para los musicales. Aunque la popularidad le llegó con VideoMatch, ya venía trabajando hacía mucho. Fue cajero en mesas de dinero y empleado en el Ministerio de Trabajo. Finalmente llegó a la tele y trabajó con Roberto Petinatto y con Gonzalo Bonadeo. Además fue productor de un programa de Victor Hugo Morales. En 1994 le llegó la gran oportunidad y entró a VideoMatch, donde hoy sigue a pesar de haberse ido un tiempo.
"Mi amiga Andrea Campbell, con quien yo había hecho Deskontrol, en cable, me consiguió una entrevista. Cuando llego, Claudio Villaruel me dice: 'Pero vos sos Carna, yo te veía en Deskontrol'. Eso fue en octubre, en abril ya estaba en VideoMatch. Estuve hasta el 2000, cuando dejé el programa y me fui a Versus, que salía una vez por semana. Fue un gran cambio. Me ponía nervioso porque me sobraba el tiempo. En VideoMatch era siempre estar al palo. Nunca llegaba a los cumpleaños ni a las reuniones familiares", dice.
El día que le hicieron una cámara oculta a él (Video: "VideoMatch", Telefe)
Se fue, como recuerda, en el año 2000. Si bien ganó en calma, no tuvo demasiada suerte fuera del emporio Tinelli. "Irme me permitió ver el show desde afuera y darme cuenta de cómo son las cosas en televisión. Por suerte, después tuve la oportunidad de volver", dijo.
Su opinión de Tinelli explica su permanencia al aire: "Marcelo es imbatible. Sigue midiendo eso de pibe de barrio. Es el yerno que toda suegra quiere tener: humilde, exitoso, entrador. Es tranquilo y va de frente. Te dice las cosas como son. Él supo cambiar, siempre, y metió otro éxito impresionante como ShowMatch. Formar parte de este equipo para mi es un orgullo. Tanto en VideoMatch como en ShowMatch viví cosas muy fuertes. Que se te acerque gente para agradecerte por hacerla reír es algo que no se compara con nada".
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