Pamela David: "¿Cómo puede ser que no se den cuenta que las decisiones que están tomando le complican la vida a la gente?"

“Sigo viviendo de mí, sigo ayudando a mi familia y, como a todos los argentinos, me pasa que estoy ajustada”, dice la conductora de "Pamela a la tarde" en esta charla con Teleshow, en la que además asegura que no tendría otro hijo, confiesa que no sabe a quién va a votar y cuenta cómo fue el encuentro con la hermana a la que conoció hace apenas dos años

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"No sé de un montón de temas, vale no saber", dice Pamela David sin temor, en un momento en el que la televisión pareciera exigir a todos saber y opinar de todos los temas: "Me preparo mucho y estoy muy bien rodeada, eso hace que me sienta más segura. Tener compañeros como Rolando Graña, Soledad Larghi y Facundo Pastor, hacen que con la actualidad este más que tranquila", agrega la conductora que acaba de relanzar la tercera temporada de Pamela a la tarde en un año en el que buscan involucrar más al público.

Pamela David comenzó la tercera
Pamela David comenzó la tercera temporada de “Pamela a la tarde”

—Hay conductores y periodistas que han tenido maestros y comenzaron a estudiar historia, ciencias sociales, política. ¿En algún momento buscaste esos apoyos para estar preparada y sólida? Sin ir más lejos Marcelo Tinelli estaba preparándose de cara a la campaña electoral

—Me parece muy interesante, tengo muchas ganas, de hecho la política me encanta, no me dedicaría porque no me alcanzaría el sueldo. Si querés ser política y honesta no sería política. No, no, no.

—Te adelantaste a algo que te iba a preguntar porque una de las personas que está en tu equipo es Amalia Granata que es candidata, ¿Tenés ganas de participar activamente en política?

No podría hacerlo con el sueldo de los políticos. Necesito mi trabajo y no me queda tiempo, no hoy. Me encanta lo que hace Amalia, la escucho, está firme, cómo se planta, está convencida de lo que quiere y no sé si muchos políticos están tan convencidos de lo que quieren o van arreglando con el que le conviene. A mí ella me parece que se pone firme en eso y me gusta mucho.

Pamela David en familia disfrutando
Pamela David en familia disfrutando el verano

—¿El único motivo por el que vos hoy no participás en política es que no podrías vivir de ese sueldo? Habla de honestidad y que no te interesa ninguna de las cuestiones turbias que muchos buscan en la política

—No, por eso te decía con la mano en el corazón, a mí me encanta y estoy al tanto de las cosas que pasan en Santiago del Estero, en mi provincia, veo el crecimiento porque no estamos en un buen momento, y a pesar de eso veo un montón de cosas y me gusta. Me gusta conocer cómo lo logran. Conocí a un intendente de Junín en Mendoza, Mario Abed, es radical creo, y la verdad que me encanta lo que hace. Llegás y no hay un papel tirado en la calle, los chicos tienen los útiles del colegio porque reciclan todo y les da la Municipalidad todos los útiles para el colegio, los ayudan a hacer sus casas y no hay una sola villa, todas las familias tienen un techo. ¿Cómo puede ser que si un intendente puede con la caja que tiene el país no lo puedan lograr? También vale la pena poder decirlo y hay cosas que sí me interesan. Lo que sí sé es que no podría vivir y a mí me me gusta manejarme con mi dinero, con mi ganancia, con mi trabajo.

—Vos vivís con tu sueldo, no con la economía de tu marido (Daniel Vila)

—No. No, no reniego de eso, pero a mí me gusta, me siento bien manejándome con mi plata. Necesito trabajar, no podría no trabajar. No me importa el título, porque va a pasar que el título no condice a lo mejor con este hermoso vestuario porque de acá me voy a hacer el programa. Y no condice a lo mejor con mi nueva familia, mi marido, porque estoy casada, y la verdad es que sigo viviendo de mí, sigo ayudando a mi familia y, como a todos los argentinos, me pasa que estoy ajustada. Y no me quejo, tengo un sueldo bárbaro, mi programa está muy vendido, y además del sueldo hay una ganancia, un porcentaje de lo que se vende, pero aun así tenía pensada otra cosa. Quería invertir, decir "ahora puedo y arriesgo". No, tengo que bajar la expectativa que tenía. Te juro que es durísimo porque si vos lo comparás con la realidad de muchos otros dicen: "Que se calle esta caradura". No, justamente no quiero… A mí me pasa.

—Eso refleja algo

—Si a mí me pasa que podría tener la vida recontra resuelta y  digo "¿cómo puede ser que nadie se dé cuenta que las decisiones que están tomando le están complicando la vida a la gente?".

—Podés ver cómo aumentan las cosas, no vivís en una burbuja

—No, aparte yo soy de cuidar mucho la plata. Sí quiero invertir en un departamentito de pozo. La otra vez hablé con el dueño porque vamos a tener que achicarnos a uno de menos metros, porque de verdad cuesta. Cosa que yo sé que cuento, si quiero con el…

—Tenés respaldo

—Claro que sí, pero no se trata de eso.

—¿Cómo le transmitís esto a los chicos?

—Olvidate que ellos lo tienen incorporadísimo. No es que me piden y tienen lo que quieren, no. En eso soy re estricta y por suerte Daniel es igual, desde que nos conocemos tenemos los pies sobre la tierra, y cuidamos que los chicos valoren cada cosa que tienen.

—Volviendo al programa, Yanina Latorre te criticó en las redes, ¿cómo lo viviste?

—No, no, no, no. Me niego a contestarle.

—No le das entidad

—A nadie. Te juro que hoy más que nunca quiero disfrutar de lo que estoy logrando. De hecho creo que está buenísimo, todo suma.

—¡Sentís que hay algo de "Ladran Sancho"?

—Tiene que ver con el crecimiento, ¿quién te pega si no crecés?.

Pamela y Daniel en el
Pamela y Daniel en el dia de su boda en Mendoza en abril de 2016

—¿Nueve años con Daniel?

—Sí. Más, ponele. más, menos, nueve.

—¿Qué pensás hoy cuando te acordás de los que al principio no apostaban 2 con 50 por la relación?

—Lo que nos pasó a nosotros fue tan fuerte que, más allá de los prejuicios y del qué dirán, era tremendo. De Animales sueltos, de ser la morocha sexy a salir con el dueño de América era fuerte. Para mí era espantoso porque la que quedaba mal en ese momento era yo, de alguna manera la que perdió todo tipo de crédito: "Tiene el programa porque…" Y no hace falta que te lo cuente a vos, pero laburo desde que soy muy chica, desde que llegué. Pero hablan y van a hablar igual. Lo que nos pasaba era tan fuerte que en ningún momento dudamos en no darle para adelante.

—¿En algún momento te amigaste con eso de: "Bueno, van a hablar"?

—Sí porque lo hacen igual, porque lo hicieron siempre.

—Le pediste otro hijo al aire

—No, pero honestamente después dije: "¿por qué lo hice?". Estaba nerviosa, era mi primer programa. No tendría otro hijo. La veo a Lola más grande, y a Felipe más aún y digo: "Ni loca vuelvo a caer en pañales y a no dormir a la noche". No, no, no.

Pamela y Daniel Vila durante
Pamela y Daniel Vila durante un viaje romantico.

—En nueve años con Daniel, ¿quién es más probable que pida sumar un tercero o una tercera a la pareja?

—Ninguno.

—Si venís y le decís: "Está muy de moda, probemos la pareja abierta"

—Me dice: "¿Con qué me venís? Acá no".

—¿Él es más celoso?

—Podría llegar a proponerlo para ver su cara, me gustaría. No sé si celoso es la palabra, es como inaceptable. Cuando hacés el amor con tu pareja no necesitás a otra persona. Tal vez sería hasta incómodo decirle a la otra persona: "Con vos no estoy bien, me falta algo más". No sé cómo explicarlo.

—¿Tenés un muy buen vínculo con las ex parejas de Daniel?

—Sí, la verdad que sí.

—Incluso con la mujer de tu ex (Bruno Lábaque)

—Bueno, ella olvidate, le salgo de testigo a ella (Cassandra Peressotti). La amo, ella es un amor.

—Pero vos sabés que no es normal eso, lamentablemente

—Puede ser. Igual ojo, me costó, no es cierto que desde el primer día digo: "Ay, que divina". No, tenía mis ataques y he tenido peleas. Con Daniel hemos tenido peleas por esas cosas que uno dice: "¿Pero por qué, tan fácil era llevarnos bien y los chicos felices?". Es automático. Y aprendí a conocerla, al final tengo más cosas en común que diferencias, son buenas personas y son las madres de sus hijos.

—Las cosas funcionan mejor, para los chicos sobre todo

—Igual yo se lo agradezco mucho a mi mamá, yo lo mamé de alguna manera. Mi mamá cuando se separa, y automáticamente mi papá tiene a María Florencia, la primera que le dio un baño cuando nació fue mi mamá. Ella estaba ahí esperándola. Nos llevó a un negocio y nos dice: "Vamos a elegirle un regalo a su hermanita". Con mi hermana no lo podíamos creer.

—Explicame, porque me pierdo con tus hermanos

—Sí, somos un montón.

—Son un montón. Ahora te reencontraste con una hermana nueva. A ver, hijas de tu mamá y de tu papá…

—Tres. Carina, Cristián y yo.

—Tus padres se separan y tu papá tiene a María Florencia…

—Automáticamente mi papá rehace su vida y tiene una mujer con la que tiene dos hijos, pero la primera era como la que uno no habla del tema, esas cosas.

—Y tu mamá una genia…

—Nos dijo: "Ustedes van a tener un hermanito, le tenemos que llevar un regalo". Y pasamos las navidades siempre juntos.

—Aparece una hermana nueva después

—Sí. Siempre supe.

—¿Hija de quién? ¿de tu papá?

—De mi papá, con su mamá obviamente. Pero el padre que la crió siempre supo y…

—Es una relación extramatrimonial que había tenido tu papá…

—Ambos, claro.

—Y ahí la cría otro papá que la cría como suya…

—Pero sabiendo toda la verdad, con la decisión de amarla, cuidarla. De chica no había tanta información, y antes de esto no se hablaba.

—De la identidad

—No se hablaba. Estos temas eran tabú, uno podía dudar. Yo lo escuchaba en mi casa y con mi papá siempre fui muy compinche y de muy chiquita le preguntaba cómo es y él me dijo la verdad siempre. Eso lo valoro y me pareció hasta un acto de amor entender que, si había una persona que la estaba criando, que la amaba y era su decisión, había que respetarla.

—Carolina ¿no?

—Sí.

—Y cuando muere el papá de Carolina ella empieza a buscar…

—Sí, ella empieza a buscar.

—¿Hace cuánto se reencuentran?

—Año y medio, dos años.

—¿Te contactó por redes sociales?

—Ella me escribió por Instagram y de casualidad le contesté porque no soy de contestar los privados, no llego a leerlos y peor es que vean que los lees y no contestas, entonces ni los leo. Fue muy loco.

—¿Cuando te contactó te dijo quién era?

—No. De casualidad le contesté, tipo manito, "gracias, besitos", y vi. Abrí la foto y es muy igual, es un clon, es muy igual a mi hermana Carina y es también en muchas cosas parecidas a mí.

—¿Ella te contactó ya sabiendo?

—Sí. Me puso un mensaje buena onda, no me dijo nada en particular. Y le pongo: "¿Vos cómo estás con lo tuyo?" Y eso fue como: "Vamos a hablar del tema". Desde el primer día fue muy lindo porque nos pasamos el teléfono y empezamos a whatsappear. Ella fue a Mendoza la primera vez en enero del año pasado. Y fue muy fuerte. No solo por el parecido que son, como un clon, sino su forma de mover las manos, de hablar, cómo piensa. Hermoso. Qué sé yo, podría haber pasado que no, pero Dios me bendijo con una hermana divina.

David, con la estatuilla que
David, con la estatuilla que le entregó APTRA como mejor magazine

—¿Cómo te llevás con el feminismo?

—A veces hay cosas que me parecen súper positivas, algunas que me parecen súper agresivas, que no me representan. No estoy de un lado ciento por ciento ni del otro. Me parece necesario porque en la lucha tenés que ir con todo para poder ganar. Después hay un tema que yo, con la agresión, no transo, no entro, no me gusta.

—Año de elecciones. ¿Estás esperanzada?

—Sí, nunca pierdo las esperanzas, pero estoy preocupada.

—¿Seguís apoyando a Massa?

—No sé todavía qué es lo que me ofrecen. Hoy no sé a quién votar porque el Massa que conozco es el Massa que hizo un montón en Tigre. Yo viví en Tigre, parece otro país en cuanto a la seguridad, a las calles, a la iluminación, es otra cosa. Pero no me alcanza con eso, me gustaría todo un conjunto. Me interesa el todo, cuál es la línea ¿no?

—¿Votaste a este gobierno?

—Sí, primero lo voté a Sergio Massa.

—Primero lo votaste a Massa, después lo votaste a Macri

—Sí.

—¿Te decepcionó?

—Sí, me decepcionó mucho porque esperaba mucho más. Vos los escuchas y creo que eso tal vez es lo que me quita las pocas esperanzas que me quedan, dicen: "Estamos por buen camino, estamos haciendo las cosas bien y está bajando la inflación". En esa "campaña del miedo", en muchas cosas estaban diciendo la verdad. Eran todas mentiras supuestamente y muchas cosas terminaron siendo ciertas.

—¿A Cristina la entrevistarías?…

—Sí. había dicho que no en un momento, pero hoy sí. A riesgo de que es una persona que podría llegar a exponerte. Me da la sensación que desde su lugar…

—¿Soberbia?

—Sí, y aparte tiene un aparato muy fuerte que que denosta al otro. Pero sí, sería una entrevistada importante, más en este año electoral, sí.

—¿Te interesa tener a todos los candidatos en el programa este año?

—Sí, sí. Me gustaría entrevistar a todos, no son todos atractivos. Y además me dan miedo las operaciones. Que en el vivo te digan cualquier cosa y vos decís: "Ay no, acá estos vinieron para que los levanten". Me ha pasado, no me acuerdo, D´Elia. Uno se arriesga, si invitás a un personaje así, te arriesgas.

—¿Cómo te impactó la muerte de Natacha Jaitt?

—Me shockeó. Pero es alguien a la que, al igual que a Yanina (Latorre) nunca le contesté e imaginate, hoy me parece que es una falta de respeto hablar de ella. Sobre todo porque nunca le contesté estando viva y hoy no se puede defender.

—¿La reciente nueva paternidad de Maradona?

—No me sorprende para nada. Me parece que es un nuevo Maradona que por lo menos acepta sus errores. Querrá sanar tal vez, ¿no?

—Sí, a la vez le sigue haciendo juicio a la madre de sus hijas. Es bastante contradictorio

—Vaya a saber qué le pasará por su cabeza. Es diferente el querer reconocer o sanar el tema de: "sí, sí, me hago cargo de los hijos". Después él tiene esa cosa de posesión, que como a ella no logró poseerla, la ataca, me da la sensación.

—¿Cuáles de los temas que se cubren en el programa son los que a vos más te tocan?

—Las historias. Cuando tenés que contar la muerte de un menor o las violaciones, eso es te indigna, no se puede volver el tiempo atrás, no podés hacer nada, te da impotencia. Cada vez son más las noticias. Vidas arruinadas, familias terminadas.

—¿Lográs dejarlas en el canal o te las llevás a casa?

—Me las llevo porque arranco cuando me despierto y me desayuno con la noticia, y  ya me invade una angustia. Sí, seguramente cargaremos en el cuerpo todo eso, no lo puedo dejar.

—Llegás a tu casa, ves a los chico comidos, dormidos, tranquilitos y hay algo de paz en eso…

—Tratamos siempre de hacer lo mejor. Pero a los chicos trato de contarles todo. A ellos los involucro un montón con las cosas que pasan.

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