"No me imaginaba mamá por segunda vez y acá estoy, feliz de la oportunidad de serlo". Mariana Brey transita su octavo mes de embarazo, esperando a Juana, fruto de su relación con el piloto de Turismo Nacional Pablo Melillo.
Están en pareja hace poco más de dos años y desde que se enteraron que agrandarían la familia comenzaron los preparativos para ensamblar su familia. La panelista de Los ángeles de la mañana es mamá de Luca (seis) mientras que él es padre de dos niñas y un varón que viven en Córdoba.
"Estuve medio vaga con el armado del cuarto, pero esta semana empecé a full. Apareció la ansiedad porque me dí cuenta que se me viene la fecha. Así que lo estoy armando en estos días", detalló la periodista que tiene fecha de parto para el 10 de abril, en una entrevista exclusiva con Teleshow.
Mariana asegura que durante los primeros meses su hija dormirá en una cuna colecho "para poder compartir la noche con la beba". "Además, la lactancia es más fácil", agregó y también se refirió a la diferencia que siente de cuando fue mamá por primera vez y ahora.
"Con Luca aprendí tanto. Él me enseñó día a día mucho de esta mamá que estoy siendo. Por lo cual, creo tener las herramientas para criar a Juana con todo lo que ya experimente más lo que ella venga a enseñarme", aseguró Mariana.
—¿Hasta cuándo vas a trabajar en Los ángeles de la mañana?
—Me gustaría trabajar hasta el último día, hasta que sienta que ya no doy más. Me encanta mantenerme activa, me hace bien.
—¿Cuánto tiempo te vas a tomar de licencia?
—El tiempo que necesite dependerá mucho de cómo me sienta yo, y las necesidades de mi beba. Es algo que no puedo prever, pero serán algunos meses, seguro.
—Sabemos que es algo que no se elige, ¿pero preferís parto natural o cesárea?
—Mi médico, el doctor Rodolfo León, que es el mismo que me acompañó durante el embarazo de Luca, es partidario, al igual que yo, de llegar a que el parto se dé naturalmente a su tiempo. Y con Juana todo está dado para repetir la experiencia.
—¿Cómo te preparás para ese momento?
—Bien, aunque con algunos miedos que antes no tuve. Pero es normal que pase. Ahora, hay más consciencia, ya sabés de qué se trata y aparecen los miedos. Además, tengo otro hijo y estoy muy pendiente de él también: para contenerlo y que viva esta etapa con felicidad.
—¿Y Pablo cómo se prepara? ¿Va a estar en el parto con vos?
—Sí, estará presente en el parto y también está muy ansioso. Lo vive con mucha felicidad y emoción.
—¿Cómo viven los hermanos la llegada de su hermanita?
—Por ahora, súper bien. Igual, la conexión será después de su nacimiento. Ahí siento que tengo que estar más atenta para atender las necesidades de todos. Sobre todo las de Juana y las mías, pero sin perder de vista que el cambio es para todos. Bienvenidos los cambios para crecer.
—Cuando anunciaste que quedaste embarazada, dijiste que en realidad el plan de la pareja era casarse antes de tener un hijo. ¿Hay planes de boda para después del nacimiento de Juana?
—Ya no hablamos de casamiento. Creo que es un proyecto que por ahora no llevaremos a cabo. Hay otras necesidades y otras ocupaciones que son prioridad. Viví un año intenso que incluyó una mudanza, ensamblar la familia… Luego quedé embarazada y ahora, ser mamá. Además, nunca dejé de trabajar. El casamiento sería sumar algo para lo que hoy no estoy preparada.
—¿Cómo te sentís con tu cuerpo?
—En este octavo mes ya empezaron los dolores físicos. Hay días que no doy más y quiero descansar y otros que me sobra energía y hago mil cosas como estar activa: hago gimnasia, tomo clases de yoga ashtanga, que es mi practica habitual. Y ahora a veces salgo a andar en bici. ¡Voy gestionando mi energía! Respecto a mi cuerpo, estoy atenta a que necesito cada día sin exigencias.
—Seguiste haciendo mucha actividad, entonces.
—La actividad la continué durante todo el embarazo porque el médico me lo permitió y yo puse voluntad para no dejarme estar. Forma parte de mi elección de vida desde hace años.
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