Nai Awada: "Cada vez que hablaba de Macri, mi papá me pedía que pare"

La joven actriz, hija de Alejandro Awada y sobrina de la primera dama, Juliana Awada, abre su corazón y cuenta la crisis que sufrió luego de participar en "Bailando por un sueno"

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Con tan solo 25 años Naiara Awada logró hacerse conocida gracias a su corta pero pujante carrera artística. Hizo cine, teatro, participó en el Bailando por un sueño en ShowMatch y recientemente se incorporó como panelista en Bendita. Muchos saben de su fuerte personalidad por los posteos en sus redes sociales donde dice lo que piensa, caiga quien caiga. Sin embargo muchos supieron de ella por su familia, principalmente por ser la sobrina de Juliana Awada, esposa del presidente Mauricio Macri, e hija del reconocido actor Alejandro Awada.

Hoy se encuentra en un gran momento de su vida: de novia, llena de proyectos y con mucho trabajo. Situación que el año pasado era impensable ya que paso por una crisis nerviosa y ataques de pánico. En esta nota abre su corazón para que la conozcan más. Con ustedes: Nai Awada.

—Se te ve mucho mas tranquila que el año pasado…

—Yo creo que va a sonar un poco a que lo dice todo el mundo pero te juro que es, principalmente, porque me enamoré. Y posta, me cambió la vida porque nunca había tenido novio oficial, así.

—¿Antes qué pasaba con los hombres?

Elegía hombres muy oscuros, como que no elegía bien, para mí era como un boicot. Yo soy una persona que se analiza, hago terapia hace 10 años por lo menos y descubrí con el tiempo que eso era algo que me costaba, no sé, sentía que elegía mal, como que siempre me metía en lugares que la pasaba mal o que no me garantizaba amor.

—¿Salías lastimada?

—Sí, me enamoraba de los malos y tampoco me enamoraba porque no te podés enamorar del dolor, es como que me atraía, me sentía atraía y después para mí era algo medio fóbico, como cuando te garantizás que no te amen, estás tranquilo, como "qué bueno, no hay compromiso".

—¿Nunca te dio miedo que se te acerquen a vos por tu familia?

—Sí, sí, bastante, me pasaba que para mí yo tenía una coraza al amor. Como una cápsula en la cual salía a tomar un trago, a comer o a bailar pero después, cuando venía el momento de conocerme en profundidad, me cerraba porque siempre tenía como desconfianza que me lastimen o me usen, como que capaz con alguno iba a comer y siempre salía el tema de "¿cómo te llevás con tu tía?" Viste cuando decís, veníamos bien ¿hacía falta?

—Pasa a ser una entrevista en una cita…

—También estaba el tema de salir con gente de mi medio que era otro tema, o estaba con gente que no pertenecía al medio y te preguntaba todo y yo decía "Oh, qué fiaca" o que me usaba. Me encontraba con muchos fiascos también, muchos pibes que por ahí se trepaban y publicaban que habían salido conmigo. ¿Viste cuando decís "pará, no puedo creer". Me lastimaron mucho. El rubro de la noche es muy jodido, yo antes trabajaba en otra fiesta los jueves y pasaba por ahí algún músico que me robaba el teléfono… El mundo de la noche es complicado porque hay mucha droga, porque hay mucho alcohol, porque hay de todo, entonces no es un buen rubro, y bueno, con los actores también hay mucha competencia cuando salís con otro actor y de repente a vos te empieza a ir mejor y "ay, pero ese casting que fuiste… a mí no me avisaron de ese casting ¿cómo puede ser?" "No sé, mi amor, qué sé yo"; ¿viste? le mentís, "quizás no necesitaban varones…" y te sentís como culpable porque a vos te va bien o viceversa.

—¿Qué pasó con el Bailando? (abandonó el certamen al poco tiempo de haber empezado)

—Había mucha revolución en mi familia. Por un lado estábamos todos peleados, por lo menos mi papá estaba peleado con su hermana, entonces había mucho conflicto familiar, me cambió mucho la vida el hecho que de repente me levanté una mañana y era la sobrina del presidente de la Nación y mi tía la primera dama, que era mi tía Ju, y no tuve mejor idea que dar mi opinión pero de forma no tan adulta como lo haría hoy, tal vez cuidándome un poco más y a veces los medios no te das cuenta y te usan mucho.

—¿Te usaron, por ejemplo ir a programas y que te pregunten eso?

—Sí, porque yo también los usé a ellos, pero la diferencia era que ellos no tenían nada que perder, pura ganancia, y en mi caso era perder todo el tiempo, salía una nota y por ahí tenía 800 mil seguidores más pero llegaba a mi casa y era un vacío y una angustia que no aguantaba y después iba a ensayar así. Encima yo vivía con mi mamá en ese entonces y estábamos pasando un momento complicado de la convivencia, porque a todo el mundo le pasa. Vivíamos mi mamá y yo nada más y chocábamos mucho por tonterías. Yo necesitaba mi espacio, no sé, llegaba de una nota angustiada o lo que sea, y encima mamá me cascoteaba y no tenía como paz, no sentía que tenía paz.

—¿Y cómo hacías después para ir y estar en la pista con buena cara?

—Es que realmente por eso terminó como terminó hasta el punto de tener un ataque de pánico, que nunca en mi vida había tenido, jamás había sentido algo igual. Por suerte fue una sola vez y después vino esa crisis tremenda por la cual desaparecí de los medios, de repente me borré. Y era porque la gente especulaba cualquier cosa, que estaba internada, que estaba loca, que estaba medicada y en realidad yo estaba yendo de terapia a mi casa, de mi casa a terapia y estaba buscando paz, porque por todos los ámbitos de mi vida había colapsado.

—Esto de ser anónima y pasar a ser reconocida…

—Sí, es que eso en un punto era lo más lindo, era lo que yo quería, lo que no me bancaba era estar peleada con toda mi familia y la critica constante dentro de mi casa. Creo que si hubiera tenido un poco más de apoyo… que entiendo también, porque hoy con mi viejo y con mi mamá estamos pasando el mejor momento, pero era muy difícil porque mi papá me escuchaba decir a veces las cosas que decía, porque yo soy muy frontal, y por ahí hoy aprendí a ser más inteligente, pero en ese momento era más chica. En ese entonces por ahí sentía que estaba en el living de mi casa y decía frases que eran titulares, pero que mi viejo las miraba desde su casa… Y mi papá es mega perfil bajo, opuesto a mí, o sea casi que no da notas…

—¿Te llamaba, qué te decía?

—Me llamaba para decirme que pare. Él estaba desesperado y encima no me iba a ver al programa y te juro que la crisis que yo pasé no me la voy a olvidar en mi vida, y hoy que ya pasó un año y medio, fue en el 2017, te puedo asegurar que ojalá no la hubiera pasado porque fue horrible, pero todo lo que trajo fue positivo, o sea yo cambié 100%.

—¿Qué fue lo que más cambiaste?

— Mi entorno principalmente. Adentro mío cambié también, mi cabeza y mi corazón cambiaron por completo y además me empecé a juntar con gente que únicamente me haga bien. Yo era muy dada con todo el mundo y la gente se me colgaba, como te puede pasar a vos, y yo era muy confiada y salía lastimada. Te das cuenta que en el medio, a la gente, no le importa lo que a vos te pase. En ShowMatch había parte del jurado con la yo me daba realmente, que le importaba, como Moria, ponele. Y otra parte del jurado que no le importaba nada o sea que si sufría servía ¿entendes? "Sí, qué bueno, tenemos tema para hablar en el programa"…

—O sea es un juego, es un certamen

—Sí, y te puedo asegurar que los productores del programa fueron divinos conmigo y se preocuparon de verdad, pero hubo mucha gente que yo creía que le importaba pero en realidad no, desde miembros del jurado hasta compañeros, ponele, Sol Pérez que vos la ves y decís: "ah, esta piba…" ¿viste que le dicen de todo? Fue la única que me escribió cuando me agarró el ataque de pánico y me dijo "gorda, volvé", o sea compartíamos el camarín y yo no me lo olvido más. Sol es una mina de oro para mí, es una mina que ojalá la gente la conociera cómo es realmente y no sólo por la imagen que vende, porque es una mina re inteligente y Silvina Luna también me escribió.

—Pasa que una vez que te encasillan es muy difícil salir ¿te pasó que te estanquen en ese lugar?

—Sí, es que yo pasé a ser como la loquita ¿entendes? que empezó siendo gracioso con todo lo del planetario, que me encanta porque es muy gracioso y hasta el día de hoy me sigo riendo y está buenísimo hasta empezar a ser como la mala, la peleadora, y la verdad que me pasa mucho hoy que la gente me dice "¿pero cómo no mostraste esta parte tuya?" Porque me pasa hoy que estoy en Bendita y me puedo mostrar cómo soy, un montón de gente me dice "pero al final eras divina" o "eras re simpática". O me van a ver bailar y me dicen: "che, pero bailaba bien"… Estaba tan atravesada y envuelta en ese mundo que medio te enganchás con lo malo también. Así como elegía pibes malos, elegía rodearme de energía fea, y es un circulo vicioso.

—Después de esa crisis, ¿qué lograste ver de vos misma?

—Esos dos meses la pasé mal en realidad, después vino la parte que pude reflexionar. Cuando renuncié al programa (ShowMatch) fue como la peor época de mi vida porque tenía guardias periodísticas en la puerta de mi casa y yo no estaba acostumbrada a eso. Y no podía salir de mi casa porque estaba con pánico, el que tuvo pánico sabe lo que es, sentís que no podés hacer nada, no podés ni salir de tu casa, estás como inhabilitado y yo soy una persona que no para, me encanta hacer mil cosas, odio estar en mi casa, voy de mi clase de baile al gimnasio, del gimnasio a la nota, de la nota a fotos, de las fotos a buscar los looks, después al cine, no sé y ahí tipo no podía ni cambiarme la ropa, a ese nivel, ¿entendés?, como elegirme lo más primario, elegirte qué ponerte para salir, no podía porque sólo pensaba en el timbre que sonaba de Andrea Taboada o de cualquier periodista de Los Ángeles de la mañana que me tocaban timbre para preguntarle a mi mamá o a mí qué me pasaba y no se iban, entonces como que a veces es tremendo. Y después logré que todo baje, pero hubo un mes que no bajó, se prendía la tele y estaba en todos lados y no por algo positivo…

—Y todos opinando ¿no?

—Todos opinando, y yo en mi cama, cambiando con el control, llorando, angustiada. Una vez prendí la tele, no me olvido más, y en un programa que creo que era Confrontados, uno de Canal 9 -que tengo la mejor con ellos- tiraron como que yo estaba en el Hospital Italiano… Yo en mi casa, escuchando eso… Había ido creo que un día a hacerme un chequeo general de rutina, porque como había pasado tanto estrés mi médico me dijo "venite que quiero ver si estás anémica porque cuando estás muy angustiado por ahí comés menos" y al otro día veo que supuestamente estaba internada en el Italiano haciéndome análisis de sangre y medicada.

—La noticia rápida

—Me quería matar, pero aparte nada que ver, cuando inventan así es desesperante, nada más alejado de la realidad, estaba en mi casa. Gracias a Dios no tengo nada, pero no tuve que tomar medicación, fue pura terapia. A mi psicóloga la amo, y lo sabe.

—Ella te sacó adelante…

—Sí, me sacó adelante. Y cuando volví a tomar clases de baile, volví a estar bien. Y también empecé a recibir más apoyo, por esto que te decía de cambiar el entorno, conocer gente nueva. Cambié mucho las amistades que tenía hace años, porque sentía que por ahí en ese momento no me apoyaban tanto en el programa.

—¿Qué te decían? ¿No es para vos?

—Es que lamentablemente en este ámbito se divide mucho entre lo cool y lo popular, no hay cool o no cool para mí, somos todos artistas y punto. Y yo soy una piba que puedo hacer una película cool, como puedo hacer una revista, o puedo hacer algo más popular, de hecho me encanta lo popular por eso trabajo en "Puerca" y en "Plop" porque es una fiesta popular que va todo el mundo.

—¿Y eso te lo decían amigos, familia?

—Sí, me lo decían mucho mis amigos que pertenecían más al palo del cine y, como yo venía de estudiar teatro desde los 8 años -hice toda la escuela con Julio Chávez-,  y de repente empecé a aparecer en los medios así, es como que no entendían.

—¿Y te descalificaron un poco?

—Sí, incluso me sentía descalificada en mi mismo ámbito, no sólo mis amigos, de repente iba a un estreno de cine y sentía que por ahí me miraban raro como la mediática y era tipo "che, hace 10 años que vengo a estrenos con mi viejo y sola ¿qué pasa? ¿por qué ahora así? ¿porque estoy en el Bailando? Y era como un torbellino de sensaciones feas todo el tiempo, todo el tiempo lo que más me mataba era el juicio ¿no? propio y externo. Yo creo que si hoy estuviera en el Bailando lo aprovecharía mucho más porque estoy mucho más plantada.

—¿Y vos soñabas con  ser conocida?

—Yo re quería entrar al Bailando por eso me da tanta pena que se haya dado de esa manera porque realmente quería estar, lo busqué yo, no es que vino de arriba, yo me acuerdo que hacía campaña y quería más que nada porque me gusta bailar, si no bailara no sé si me hubiera metido a exponerme tanto, pero…

—Porque es abrir la puerta de tu casa, de tu corazón, todo

—Sí, todo, es muy difícil, todos te lo dicen, lo que pasa es que es tanta la satisfacción de salir a la pista que se lo bancan, pero no creo que a nadie le guste ensayar 400 mil horas y "che, éste dijo esto de vos ¿qué opinas?" O que te armen como chistes feos, no sé, o te degraden o lo que sea, entonces creo que te lo bancás porque es más la satisfacción de estar en esa pista y aparte porque me abrió mi primera gran puerta y yo me hice popular gracias al Bailando.

—¿Te sentiste envidiada?

—Yo creo que en mi caso no tanto porque yo soy otro perfil, no soy ni modelo, tengo como mi estilo entonces no, no creo, pero sí capaz que había participantes o bueno, me pasó cuando tuve que acceder a bailar con Mica Viciconte que justo no me llevo bien, y la pasé mal por eso, porque hay personas que son poco humildes y vienen y quieren estar sí o sí. Ella se peleaba con todo el mundo y llegó con un serrucho más o menos, quería sacarme el lugar, de hecho cuando renuncié se quedó ella reemplazándome y tampoco me gustó porque hubiera preferido que me reemplace alguien con el que tengo buena onda. Y hay mucha soberbia también.

¿Mucho ego?

—Vi mucho ego, mucho maltrato también a los que laburan detrás y yo soy cero así, a mí me maquillás y te puedo decir "ay, ¿me haces más acá?" Pero nunca te voy a decir "¿qué me hiciste?" O "¿qué es esta ropa que me diste? Me queda horrible", cero. Soy educada por mi papá y es como que es un extremo en eso, entonces me es imposible maltratar a alguien que está trabajando o a una compañera de trabajo más que un show de la tele, es inconcebible para mí.

—¿Y ahora con tu papá tenés  buena relación?

—Sí, sí, de hecho tuvimos una charla hace poco porque él va a estar en El Marginal, estaba re contento y mi viejo tuvo también una crisis muy fuerte, en un tema de salud que estuvo internado. Él sí estuvo internado y también a partir de ahí la relación cambió 100% porque también fue otro de los perores momentos de mi vida, verlo a él internado, tuvo una neumonía muy fuerte, fumaba mucho y a partir de ahí también dejó de fumar. El susto te lleva también a valorar todo, o sea fue una semana o diez días de ir a verlo todos los días al sanatorio, verlo de la peor manera y me asusté mucho. Entonces a partir de ahí también la relación nos unió mucho más y él volvió a trabajar ahora hace poco. Además de estar en El Marginal, va a hacer una obra de teatro y también estará en otra serie. Volvimos a tener eso de dos actores, padre e hija, de "che, hablé con los productores de Underground me dijeron que por ahí voy para El Marginal" "ah, qué bueno pá"…

—¿Y te da consejos?

—Ahora estoy más grande y no tanto, pero cuando era más chica sí, cuando recién arranqué por ahí me acompañaba a los castings. A los primeros castings de cine me acompañó él. Nunca fue de pasarme contactos directos porque él decía que yo tenía que conseguirlo sola, que eso iba a ser más meritorio, pero sí era mucho de por ahí de recomendarme: "fijate esta mujer que está haciendo muchos castings, ¿por qué no la buscas y le escribís?", entonces iba y la buscaba… "¿me acompañas pá al casting de esta peli?" "Sí, vamos". Me ayudaba a pasar letra, eso es algo que siempre tuvimos juntos y está buenísimo compartirlo.

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