En los 50, Beatriz Taibo era una de las estrellas del espectáculo. Protagonista habitual de las revistas de la actualidad de aquellos años, en una portada posó con su hijo mayor -siendo un pequeño- en brazos: Raúl Taibo. Actor desde la cuna -en sentido figurado, y no tanto…-, con el tiempo aquel niño se convirtió en una gran figura de las telenovelas, así como lo había hecho su madre. Porque la sangre tira. Y el destino suele estar marcado.
Este sábado 2 de marzo Raúl, de 65 años, atraviesa uno de sus días más difíciles: despide a su mamá, quien murió a los 88 años. Retirada de la escena desde hace varios años (había comenzado a alejarse por la profunda tristeza que la envolvió el fallecimiento de su hijo menor, Marcelo, en 2004), se había roto la cadera en 2017. Pero eso no le impidió seguir viviendo sola, aunque debía valerse de un bastón que no siempre usaba para ir a hacer las compras. La salud de la Taibo -como la llamaban todos- había desmejorado en los últimos meses, y falleció en su casa.
Tratándose de Beatriz Taibo, una celebridad del cine, la televisión y el teatro, aun cuando se inició en la radio anunciando comerciales, la triste noticia fue anunciada en las redes sociales por la Asociación Argentina de Actores. El velatorio se realizó desde las 20 horas en una cochería de Palermo, donde se presentaron varios famosos a acercar sus respetos.
El primero en llegar fue Raúl, por estos días protagonista de Perfectos desconocidos (obra que se seguirá presentado en su ausencia, con un reemplazo). Lo hizo solo, tras dejar estacionado su auto en una calle cercana. Evitando hablar con la prensa (un móvil del programa Implacables lo interceptó en la entrada), se fundió en un abrazo con sus familiares apenas cruzó la puerta de la cochería.
Raúl Taibo recibe la contención de sus seres queridos (Video: "Implacables", El Nueve; Foto Gustavo Gavotti)
Lo que sucedió a partir de entonces forma parte de su intimidad, de sus sentimientos y emociones más profundas, en esas despedidas que solo merecen el mayor de los respetos. Y nuestras condolencias.
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