El 24 de febrero se realizará la edición número 91 de los premios Oscar. El público a nivel mundial estará a la expectativa de lo que ocurrirá en la popular ceremonia en la que se distingue a los más destacado de la industria cinematográfica. Pero, las controversias arrancaron hace unos meses por algunas polémicas decisiones tomadas por La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos.
El primer escándalo tuvo como protagonista a Kevin Hart, quien fue convocado para una difícil tarea: ser el anfitrión de la gala. Apenas se anunció la noticia en diciembre pasado, algunas personas en las redes sociales recordaron que el actor había dicho comentarios homófobos. Por ejemplo, él había asegurado que como "un hombre heterosexual evitaría que su hijo fuera gay". También había dicho que en caso de encontrar a su hijo jugando con una casa de muñecas, "le partiría el juguete en la cabeza y le diría: 'Pará, que eso es gay'…".
La Academia lo instó para que pidiera disculpas por estas declaraciones. Sin embargo, el humorista prefirió dar un paso al costado."He tomado la decisión de renunciar a presentar los Oscar de este año porque no quiero ser una distracción en una noche que debería ser celebrada por tantos artistas talentosos e increíbles. Pido perdón sinceramente a la comunidad LGBTQ por mis contenidos insensibles del pasado", escribió en Twitter.
"Lamento haber hecho daño a la gente… Estoy evolucionando y quiero seguir haciéndolo. Mi meta es unir a la gente y no dividirla. Mucho amor y agradecimiento a la Academia. Espero que nos encontremos de nuevo", añadió en la red social.
Comenzó la búsqueda de un reemplazante para Kevin Hart y se barajaron varios nombres. Los meses fueron pasando hasta que los organizadores decidieron que nadie conduciría la premiación. Como consecuencia, este año no habrá discurso inaugural, ni sketches de humor, ni nadie que presente a los invitados o a los musicales. Es la primera vez en 30 años que no habrá un host.
En 1989, en la edición número 61 de los premios, tampoco hubo un maestro de ceremonias. La gala fue considerada una de las peores de la historia ya que recibió una lluvia de críticas. Lo más criticado de la noche fue el musical de apertura que estuvo a cargo de Rob Lowe y Eileen Bowman (disfrazada como Blancanieves). Varios artistas de Hollywood, como Paul Newman, Gregory Peck, Julie Andrews y Billy Wilder, publicaron una carta en la que expresaban"la vergüenza que semejante despropósito les había hecho pasar a la Academia y toda la industria del cine norteamericano".
(El musical de Rob Lowe y Eileen Bowman)
El enojo de los directores y las estrellas de cine
La ceremonia de 2018 perdió un 20% de espectadores respecto a la del 2017, recordada por el histórico papelón que ocurrió cuando anunciaron que La La Land había ganado como mejor película cuando en realidad era Moonlight. Con el objetivo de lograr mejores niveles de audiencia, la Academia de Hollywood intentará que la transmisión se lleve a cabo en solo tres horas.
Para llegar a este difícil objetivo, dispusieron que el discurso de agradecimiento deberá durar solo 90 segundos, comenzando a partir del anuncio del ganador. También, explicaron que cuatro categorías (fotografía, cortometraje, montaje y maquillaje) no iba a ser televisadas y se darían a conocer durante la tanda publicitaria. Además, informaron que los discursos de los ganadores se emitirían editados y en diferido. No tardaron en alzarse las voces en contra de esta decisión: importantes figuras de la industria presentaron una carta para manifestar su descontento.
"Relegar estas artes esenciales del cine a un estatus menor en la 91 edición de los Oscar no es nada menos que un insulto a aquellos de nosotros que hemos dedicado nuestras vidas y pasiones a nuestra profesión", expresaron personalidades como Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu, Christopher Nolan, Michael Mann, George Clooney, Brad Pitt, Robert De Niro, Elizabeth Banks, Peter Dinklage, Kerry Washington, Martin Scorsese y Quentin Tarantino, entre otros.
Para terminar con esta polémica, los organizadores dieron marcha atrás y la las 24 categorías se anunciarán en su totalidad durante la gala televisada. Esta no fue la única decisión de la que se arrepintieron: este año querían incluir una nueva categoría para premiar a las películas más populares. La idea era intentar que los filmes más taquilleros tuvieran más presencia en la gala y así generar más empatía con el público. Sin embargo, no se pudo concretar.
La música tendrá un lugar destacado
Al no haber anfitrión, los shows musicales tendrán un importante protagonismo en la gala. En el teatro Dolby se presentarán: Lady Gaga y Bradley Cooper (Nace una estrella); Kendrick Lamar y SZA (Pantera negra); Jennifer Hudson (RGB); Gillian Welch y David Rawlings (La balada de Buster Scruggs). Mientras que Gustavo Dudamel estará al frente de La Filarmónica de Los Ángeles para ponerle música al segmento "In memoriam", en honor a los artistas fallecidos. A último momento, se sumaron dos performances más en vivo: Bette Midler (El regreso de Mary Poppins) y el grupo mítico Queen tocará con Adam Lamber (Bohemian Rapsody).
¿Habrá más escándalos? Probablemente, pero ahora solo resta esperar para ver qué pasa en la ceremonia de este domingo 24. A partir de las 20:30 comenzará la alfombra roja que se verá por TNT, doblado al español, y por TNT Series, en el idioma original. Mientras que a las 22 está previsto que arranque la premiación que será transmitida en más de 225 países.
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