El escenario elegido para recrear el femicidio de Alicia Muñíz en la serie de Carlos Monzón

Datos desconocidos de una de las tragedias que sacudió al país. El presente de Maxi Monzón, el hijo de la pareja. Detalles exclusivos

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Fue un verano negro, trágico y doloroso. Hace 31 años Mar del Plata vivía una temporada fatal, envuelta en un contraste inédito: los teatros estaban llenos pero el mundo del espectáculo lloraba a sus ídolos. Alberto Olmedo vivía el apogeo de su carrera y terminaba la temporada cayendo del piso 12 del edificio Maral 39 un 5 de marzo de ese 1988. Pero menos de un mes antes, durante ese verano, Carlos Monzón, el campeón mundial de boxeo, ídolo de un país, asesinaba a su mujer, Alicia Muñiz, arrojándola por un balcón tras una feroz golpiza, en una madrugada fatal.

Más de tres decidas después, producida por Disney Internacional, se recrea la vida del boxeador en una miniserie internacional que se verá su infancia, sus años de oro, sus éxitos y también su debacle después del femicidio de su pareja, la madre de su hijo Maxi, quien tenía seis años cuando sucedió el crimen.

Para las escenas más duras del rodaje, la de las horas del asesinato, la producción quiso grabar en la misma casa donde sucedieron los hechos, sobre la calle Pedro Zani, en Mar del Plata. Como no fue posible, consiguieron una locación similar que emula aquel lugar, en la localidad bonaerense de Ranelagh. Lo que nunca imaginaron fue la escalofriante coincidencia que descubrieron una vez allí: en el lugar de la filmación hubo un intento de femicidio. El dueño de la propiedad quiso matar a su mujer y luego se suicidó.

Fue la propia actriz Carla Quevedo (El Maestro, El secreto de sus ojos) quien interpreta a Alicia Muñiz en la serie, la que lo confirmó en un reportaje durante la grabación: "Esta casa es inusualmente fría y oscura —afirmó— y yo lo sufro mucho porque tengo poca ropa, ya que las escenas que estamos haciendo se supone que son en verano. Además, noté una energía rara de inmediato; una energía rara, como espesa. Hace poco me enteré que el dueño original de esta casa intentó matar a su esposa aquí mismo hace unos años. Le disparó tres veces durante una discusión y luego se pegó un tiro. Ella milagrosamente sobrevivió y él falleció en el acto. Me pareció significativo porque es una historia que se repite, estamos haciendo algo que pasó hace más de veinte años pero que se sigue actualizando con cada víctima de violencia de género".

Monzón y Alicia Muñiz tras el nacimiento de Maximiliano
Monzón y Alicia Muñiz tras el nacimiento de Maximiliano

Cuando Monzón asesinó a Alicia Muñiz no existía la figura del "femicidio". El ex boxeador fue condenado por "homicidio simple" tras el juicio en el que se comprobó que había matado a su mujer. En la ocasión del crimen, la madrugada del 14 de febrero de 1988, justamente el Día de los Enamorados, que en esa época no se celebraba en la Argentina, el boxeador se cambió el pantalón de pijama que llevaba puesto y se arrojó por el mismo balcón por el que había empujado desmayada a Alicia Muñiz, y trató de instalar la coartada de un accidente.

Fue un testigo clave que pasaba por la calle Pedro Zani, a quien se conoció públicamente como "El cartonero Báez", el que vio todo y atestiguó contra el ex púgil campeón del mundo, quien fue condenado a once años de prisión. Tiempo después, cuando ya cumplía parte de su condena en libertad, Monzón moría en un accidente de tránsito en una ruta santafesina. Ha pasado un cuarto de siglo de la segunda tragedia de esta historia.

Maxi Monzón, el hijo de la pareja, dormía en la casa del crimen la misma madrugada en que sucedió. También estaba allí su amiguito, el hijo del actor Adrián "El Facha" Martel. Nunca se sabrá cuánto escucharon o vieron esos niños de seis años cuando sobrevino el peor final. El nene se crió con sus abuelos maternos y hoy tiene 37 años. Está realizando aún un tratamiento ambulatorio en una clínica psiquiátrica porteña por los trastornos ocasionados por una adicción a las drogas de la que intenta recuperarse. Hoy pasa sus vacaciones en Uruguay con sus tías maternas luego de cobrar parte de los derechos de la serie.

Alicia Muñiz y Carlos Monzón
Alicia Muñiz y Carlos Monzón

"Esa madrugada habíamos tomado mucha cocaína", le contó años después del episodio El Facha Martel a Ximena Capristo cuando hacían en teatro el éxito de Gerardo Sofovich, la comedia El champán las pone mimosas. Así lo confirmó la bailarina y actriz ayer en el programa Confrontados (El Nueve) donde hoy trabaja como panelista. La noche previa al crimen, la del 13 de febrero, Monzón y Alicia iban a ir al teatro a ver a Jorge Porcel, quien hacía la comedia ¿No es fino?, producto del suceso televisivo Las gatitas y los ratones de Porcel. Les guardaron entradas pero nunca llegaron. Estaban envueltos en una noche de excesos que terminó trágicamente: en el amanecer del día siguiente el ex boxeador arrojaría a su mujer por el balcón y la historia cambiaría para siempre.

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