El amor se siente, no se razona. Por eso, aunque los actores tengan muy estudiada la técnica para dar besos de ficción y la manera exacta en que se tienen que encarar las escenas pasionales, muchas parejas de telenovelas han traspasado la pantalla para continuar en la vida real. Y otras, más audaces aún, han burlado a los guionistas formando duplas que ninguno de sus libros se avivó de incluir.
Cabe aclarar que muchas de estas parejas surgidas en un set de grabación no han logrado perdurar en el tiempo. Otras, sin embargo, parecerían destinadas a durar para toda la vida. ¡Y qué mejor que hacer un repaso de ellas en el día de San Valentín!
Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini
Se conocieron en 1993 cuando la venezolana había desembarcado en la Argentina para protagonizar la telenovela Déjate querer, junto Carlos Mata. Por aquel entonces la actriz estaba legítimamente casada con el galán Fernando Carrillo, de quien se había enamorado cuatro años en la ficción Abigaíl. Pero en la realidad, el matrimonio ya no funcionaba nada bien…
¿Cómo se dio el flechazo? Fue en los pasillos del estudio donde se grababa la novela. Cuando Cathy lo vio a Ova, quién hacía un papel secundario que no tenía mucha interacción con el suyo, no pudo resistirse y le dijo: "¡Qué bello eres!". Entonces, su amiga Alejandra Gavilanes fue por más y, mirando fijamente a Sabatini, agregó: "Ella quiere que tú la beses". Algo que ocurrió en ese mismo instante.
Al principio la relación tuvo que atravesar muchos obstáculos, ya que Fulop debió hacerle frente a su divorcio y al gran escándalo mediático que se desató con Carrillo tras la confirmación de su romance con Ova. Pero el sentimiento fue tan fuerte que la actriz estuvo dispuesta a todo por el hermano de Gabriela Sabatini. Incluso, dejar su tierra natal y su familia en Venezuela para radicarse definitivamente en la Argentina.
Dos años después de aquel imprevisto beso nació la primera hija, Oriana. Y luego del paso de la pareja por el Registro Civil, el 1 de abril de 1998, y el gran festejo que tuvo lugar en la Estancia Abril, llegó Tiziana para completar la familia Sabatini-Fulop.
¿Crisis? Las hubo, claro. ¡Y hasta algún que otro intento de separación! Sin embargo Cathy y Ova encontraron la manera de superarlas para terminar convirtiéndose en una de las parejas más sólidas y apasionadas del ambiente artístico.
Nancy Dupláa y Pablo Echarri
Esta historia de amor es de lo más particular. Ella soñaba trabajar con él. Sin embargo, a poco de haber comenzado las grabaciones de Los Buscas de siempre, en el año 2000, se enteró de que estaba embarazada de Luca, fruto de su relación con Matías Martín.
Por entonces, el galán venía de terminar su noviazgo con Natalia Oreiro. Y las paredes de los Estudios Pampa, donde se grababa la tira, fueron testigos del cariño con el que se abocó al cuidado de su compañera, quien antes de dar a luz ya estaba en crisis con el padre de su hijo.
Pero el siguiente paso, claro, no fue fácil. Y la confirmación del romance, que llegó en el 2002 de la mano del lanzamiento de la película Apasionados, dio lugar a todo tipo de suspicacias. Sin embargo, Nancy y Pablo decidieron jugarse por sus sentimientos. Y el tiempo les demostró que hicieron lo correcto.
En 2003 nació Morena, la segunda hija de Dupláa y la primera de la pareja. Y tiempo después llegó el pedido de matrimonio por parte de Echarri, pero por cuestiones laborales recién pudo concretarse el 7 de febrero de 2007. Tres años más tarde llegó al mundo Julián, para completar una familia que al día de hoy, cada día se muestra más fortalecida.
Selva Alemán y Arturo Puig
Si de parejas consolidadas se trata, ¿qué mejor ejemplo que este? Se conocieron en 1974 cuando protagonizaron la novela Fernanda, Martín y nadie más. Cuenta la leyenda que, cuando los presentaron en la casa de la directora de la ficción, bastó que se dieran la mano para ambos sintieran esa química tan difícil de explicar y que anuncia el nacimiento de un gran amor.
Claro que, por entonces y como suele ocurrir en estos casos, ambos estaban en otras historias. Así que tuvieron que resolver esas cuestiones antes de poder darle rienda suelta a la pasión que sentían. Pero era inevitable que terminaran juntos. Y así fue.
La pareja, en tanto, no fue bendecida con la llegada de los hijos. Arturo ya tenía a Ximena y Juan, de su matrimonio anterior, cuando comenzó su relación con Selva. Pero siempre sintió como una asignatura pendiente el hecho de no haber podido tener descendientes con Alemán. De todas formas esto no impidió que ambos se mantuvieran unidos desde hace 45 años.
¿El secreto? Tanto Selva como Arturo, que recién se decidieron a pasar por el Registro Civil en 2001, aseguran que son una pareja común y corriente y que, por lo tanto, cada tanto discuten. Y hasta han llegado a separarse sin que el periodismo se enterara. El respeto y la admiración mutuos hizo que el amor prevaleciera por sobre todas las cosas. Y en la actualidad suele ser un placer verlos caminar, de la mano, por la vida.
Nico Vázquez y Gimena Accardi
Otra pareja emblemática que no figuraba en los libretos. Se conocieron en 2007 cuando ambos coincidieron en la tira Casi Ángeles, dónde él hacía de galán y ella, de villana. Y desde entonces, nunca más se separaron.
El primer beso fue, justamente, en la ficción. Y aunque el guión indicaba que el personaje de Nico debía enamorarse del de Emilia Attias, en la realidad los ojos del actor solo tenían la capacidad de ver a la bella Gimena. Y el amor no tardó en llegar.
En ese momento el galán llevaba un año de casado con la actriz Mercedes Funes, con quien había compartido otros siete de relación. Y antes de poder entregarse de lleno a los brazos de Accardi, primero tuvo que dar por finalizado su matrimonio. El 11 de diciembre de 2016 se casó formalmente con Gimena.
Bergüzar Korel y Halit Ergenç
En tiempos en los que las telenovelas turcas están en auge, hay que destacar también la relación de los protagonistas de Las mil y una noche. La ficción en la que ella encarnaba a Sherezade y él, al inolvidable Onur, se grabó durante tres años a partir de 2006, y conquistó al mundo entero. Los fanáticos de la pareja celebraron el que hecho de que esa relación que fue creciendo con el correr de los capítulos se hubiera trasladado también a la realidad.
Pero para los actores turcos no todo fue color de rosas. El amor, cabe aclararlo, fue surgiendo de a poco. De hecho, Halit contó que ni siquiera imaginaba que una mujer tan bella como Bergüzar pudiera fijarse en él. Pero el flechazo de Cupido fue inevitable.
Entonces, ambos tuvieron que terminar con sus relaciones anteriores, ya que al comenzar las grabaciones ella se había puesto de novia con el bailarín Tan Sagturk y él había contraído enlace con la actriz Gizem Soysaldi, con la que duró apenas siete meses casado. Finalmente, en 2009, ambos pudieron casarse para, un año más tarde, convertirse en padres de Alí.
La consolidación de la familia no pudo evitar que la fama de mujeriego del Halit, previa al matrimonio, interfiriera en la pareja. Los rumores cuentan que durante la grabación de su participación como estrella invitada a El Sultán, la serie que Ergenç protagonizó después de Las mil y una noches, Bergüzar terminó discutiendo con una de las actrices que lo pretendía.
A pesar de las incontables crisis que relatan las revistas del corazón turcas, los actores a los que el mundo sigue identificando con los nombres de sus personajes (Sherezade y Onur) siempre se mostraron perdidamente enamorados ante los ojos del público. Y hoy, vuelven a seducir a la audiencia Argentina con la telenovela Mi vida eres tú.
Gastón Soffritti y Stefanía Roitman
Conforman una de las parejas más nuevas de las que surgieron entre las cámaras y los decorados. Es verdad que los chicos ya se habían besado en un boliche hacía unos cinco años. Pero no habían vuelto a verse las caras hasta que los juntó la ficción de Simona, donde ella interpretaba a la novia oficial del galancito, que en realidad se enamoraba del personaje de Angela Torres. Al menos, en la novela.
Porque en la realidad el reencuentro entre Gastón y Stefanía sirvió para que ambos se sumergieran en un apasionado romance. Y aunque por pudor no hablaron de aquel primer beso hasta varios meses después de haber iniciado el noviazgo, cuando ya habían entrado en confianza, quedó claro que la chispita de la pasión había quedado encendida.
¿Planes? Por ahora no hablan de convivencia, de casamiento, de nada por el estilo. ¡Tienen mucho tiempo por delante para eso! Pero se muestran súper enamorados, y por lo visto, pese a su juventud la historia parece que va muy en serio.
SEGUÍ LEYENDO