En medio del escándalo con la familia Bal -acaso la pelea mediática más trascendente del verano-, Nazarena Vélez apostó nuevamente al amor y empezó una relación con Santiago Caamaño, su compañero de elenco en la obra que encabeza en Mar del Plata, Mentiras verdaderas. En diálogo con Infama Recargado, la actriz contó que el romance empezó hace un mes y recordó la romántica historia de su primer beso.
"No pasó nada entre bambalinas, por eso no se filtró. En el teatro prácticamente no tengo relación con él arriba del escenario, solo dos o tres escenas nada más. Él juega todo el tiempo con Adriana (Salgueiro). Yo la jodía: 'Cómo se nota que sos la mujer del productor que te pones el chape con Tito (Speranza) y Santiago (Caamaño), ¡y a mí me tocó Beto César! Sos una copada'", dijo, entre risas.
De todas formas, debajo del escenario las cosas fueron muy diferentes. Al ser consultada sobre qué la enamoró de su colega en un principio, la actriz y productora contó que él le hacía pequeños obsequios: "Lo que no puedo decir no lo digo… Pero lo que puedo decir es que me traía todos los días -y lo sigue haciendo- un regalo: un chupetín, un osito, unas pulseritas que a mí me gustan mucho. Son detalles y él es un divino, un sol".
"Es muy copado, cero creído. Anda en bondi y en bici, es de Avellaneda y yo soy de Quilmes, tenemos un montón de cosas en común. Está a días de cumplir 37 años y es un bombón", confesó Nazarena.
Siempre con una sonrisa en el rostro, muy distinto a lo que había pasado al comienzo de la temporada cuando explotó el escándalo con Fede Bal, relató cómo fue su primer beso: "Me invitó a tomar unas cervezas al lado del mar. Fuimos en camioneta y estaba lloviendo. Yo estaba manejando en pijama y a dos cuadras de la playa se largó a llover y ahí nos dimos un beso".
Y concluyó: "Me acompañó un montón con todo lo que me pasó al principio de la temporada. Es re buen compañero y un pibe muy de barrio que trabaja hace muchos años en el medio, da pasos firmes y es muy copado".
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