Podría ser una historia de amor de una novela romántica pero fue real. Corría el 2004 cuando Amalia Granata conoció a Ricardo Biasotti durante una fiesta de cumpleaños de un amigo del financista. "Yo le veía cara conocida, pero recién cuando nos pasamos los teléfonos y empezamos a hablar, me contó quién era. Ahí dije: '¡Con razón!'", recuerda la periodista en diálogo con Teleshow.
En ese entonces, comenzaba su carrera en el mundo artístico y la convocaron para desfilar junto a otras modelos en la fiesta privada a la que asistió Biasotti. "Cuando terminó, nos preguntaron si nos queríamos quedar y aceptamos. En un momento estaba bailando y me choqué con él, me agarró la mano y me invitó a bailar", continúa sobre la noche en que empezó la relación con la ex pareja de Andrea del Boca y padre de Anna Chiara, que tenía cuatro años.
En medio del escándalo con la adolescente –que esta semana brindó una entrevista en la cual contó que recibió maltratos por parte de su padre hasta los nueve años cuando decidió dejar de verlo-, la periodista asegura que Biasotti no es como lo describen del Boca y su hija.
"Si bien nos separamos hace 15 años, hoy somos súper amigos y él no es así. Cuando estábamos juntos era súper amable y divertido. Nos reíamos mucho y la pasábamos bien juntos. Hacíamos planes", detalla y agrega que comían afuera "de lunes a lunes".
La periodista cuenta que si bien no convivían, dormían todas las noches juntos. "Salvo los fines de semana que le tocaba estar con su hija. No nos veíamos y tampoco hablábamos mucho porque él se desconectaba del teléfono para dedicarle tiempo a la nena. En esa época había Messenger y chateábamos recién cuando Anna Chiara se dormía", aclara.
En ese entonces, ella tenía 24 y él, 45. La diferencia de edad llevó a que el contador la apodara Chiqui y que en más de una ocasión tuviera el control en alguna pelea. "Yo era chica e impulsiva y él no me daba celos, pero yo buscaba excusas para generarlos", reconoce a la distancia.
Durante el año y medio que fueron pareja, viajaron a Rosario para el casamiento de una prima de ella y entablaron una excelente relación de ambas familias: "Tengo los mejores recuerdos de una persona sana y linda. Su familia era normal, de gente tranquila y que también sufría por no poder ver a su sobrina y su nieta".
La periodista no puede confirmar si Andrea del Boca estaba al tanto de su relación con Biasotti. "Nunca lo supe. Nosotros no nos ocultábamos, pero decidimos que yo no tuviera relación con la nena porque bastantes problemas tenían ellos como para que el padre tuviera una novia", sostiene.
Al ser indagada por Teleshow sobre los inconvenientes que se le presentaban a Biasotti para ver a su hija, la periodista contestó: "No era fácil. Siempre había conflicto para generar el encuentro", explica Granata.
Granata y Biasotti estuvieron en pareja durante un año y medio y se separaron cuando la convocaron para ser la cara de una popular cerveza de Chile, de manera tal que debía instalarse en el país trasandino durante tres meses. "La verdad es que la relación era divina, pero yo era muy joven y no teníamos un proyecto juntos. Ni siquiera yo sabía lo que quería. Mejor dicho, estaba segura de que quería apostar a mi trabajo. Además, me ofrecían buena plata ¡y en dólares!", revela.
"Él me apoyó para que siguiera adelante con mi trabajo". Así fue como se despidió de su entonces pareja, que luego pasó a ser su amigo, hizo las valijas y se fue a Chile. Allí recorrió de norte a sur junto a la marca que la había contratado hasta que llegó la propuesta de ser cronista de un programa de televisión: "No dudé y me quedé".
Mientras tanto, seguía chateando con Biasotti, que fue a visitarla un año después cuando ella ya estaba instalada y triunfando en el país trasandino. "Pero ya cada uno estaba en otra. Éramos amigos y así seguimos manteniendo la buena relación que tenemos hasta ahora", continúa quien es madre de Uma -fruto de su relación con el futbolista Cristian Fabbiani– y Roque -de su actual pareja, Leo Squarzon-.
Biasotti rehízo su vida, hoy es padre de una nena de cuatro años, pero está separado. "Se lleva bárbaro con su ex y tiene una excelente relación con su hija", dice Granata. "No sabés cuánto le gustaría poder juntar a sus dos hijas", desea y lamenta "la cantidad de dinero que gastó en abogados" su amigo por el caso de Anna Chiara que todavía está en manos de la Justicia.
"Me duele la saña que utilizan para decir cosas que no son. No tienen idea de lo que están hablando. Él no es del medio -trabaja en el mundo financiero-, no es su ámbito y no tiene nada que ver con todo esto. Su lucha siempre la manejó en la Justicia", agrega sobre Ricardo Biasotti, que evita responderle a su hija y a su ex mujer a través de los medios.
A pesar de que se separaron hace 15 años, Granata y Biasotti mantienen una excelente relación de amistad. Por tal motivo, ella siente la necesidad de defenderlo públicamente ya que él elige el bajo perfil e intenta mantener su lucha legal lejos del foco mediático.
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