Durante muchos años mantuvo un bajo perfil que dejó de lado en forma explosiva durante la nota que le concedió en exclusiva a la revista Caras. La hija de Andrea del Boca, Anna Chiara Biasotti, cumplió 18 años y finalmente como persona mayor de edad puede hablar sobre su propia historia de vida, la cual tenía prohibida por la causa judicial que mantenía su padre, Ricardo Biasotti, a quien llama "progenitor masculino" y a quien asegura no ve desde que tenía nueve años.
Bajo el título "Renací del rechazo, el abuso y el dolor", la publicación destaca que la hija de la actriz "confiesa que sufrió bullying (en la escuela) y que se cansó de lidiar con los jueces y psicólogos". "Hoy se siente libre y confiesa que logró sanar sus heridas gracias al amor de su familia materna", agrega la tapa de la misma.
"Me cansé de vivir rodeada de psicólogos y jueces. No puedo precisar la cantidad de veces que tuve que hablar con los psicólogos. Yo era muy chiquita y pensaba que si tenía que ir tantas veces era porque no estaba bien mentalmente", expresó la joven.
"Hay distintos tipos de abuso, está el físico, el verbal, el sexual y el psicológico. Cuando estaba con él no me sentía respetada, no me sentía en mi casa, no me sentía querida", aseguró sobre el vínculo que mantenía con el hombre que le dio la vida.
"Recuerdo que una vez le escribí una carta a la jueza contándole que estando en una cena familiar él me miraba con asco… Yo no entendía por qué. Entonces él me miró y me dijo: 'Tenés olor a culo, no te quiero al lado mío'. Llegué a casa destrozada. A los nueve años ya no quise verlo más", recordó con dolor.
"Siempre para él había algo mal. Si tenía el pelo largo parecía una sirvienta, si usaba un par de zapatillas era una pobre y ser pobre y sirvienta para él era un asco", sentenció.
"En una oportunidad escuché a mi progenitor decir que mi madre me había lavado el cerebro para que yo no pudiera tener un vínculo con él. Puede que haya madres que obstruyan el vínculo parental, pero no fue mi caso. Pensar de esa manera, y en mi caso, sería minimizar todo lo que personalmente he padecido", recordó.
"No recuerdo haberle dicho un te amo jamás, y él menos. Y eso que yo soy muy cariñosa, a mi mamá le digo 40 veces por día te amo. No había intimidad, no había afecto, no me quería", recalcó.
"Él nunca quiso comunicarse conmigo. Yo no odio nada, pero si hay algo que de verdad me provoca ese sentimiento es la hipocresía. Y haberlo escuchado en los medios hablar de mí me resultaba hipócrita. Me gusta la idea de hacer justicia, de limpiar", subrayó.
"En estos años sentí que estaba en una cajita, gritando y que nadie me escuchaba", concluyó la joven durante su diálogo con Héctor Maugeri, el subdirector de la revista.
"Siempre fui Anna del Boca, para todo el mundo. Tener ese apellido (en referencia al Biasotti) en mi DNI no es lo más feliz de mi vida", concluyó Anna, quien dijo haber reemplazado la imagen de su padre a través de la figura de sus abuelos, Nicolás del Boca y Ana María, Ede y Ala, respectivamente, como le gustaba llamarlos a ella.
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