"Mirá, cuando la ganás fácil, la gastás fácil. Regalé mucho: autos, departamentos a amigos, acá, en Europa. Yo pensé que era para toda la vida. En la Argentina, la última guita grande la hice con El Ratón Pérez, y cobré 250 mil pesos". Con estas palabras Joe Rigoli reconocía en una de sus últimas entrevistas los motivos que lo llevaron a vivir sus años finales en la indigencia, a pesar de su exitosa carrera artística.
El actor, que en las décadas del 60 y el 70 lució su histrionismo y gozó de popularidad tanto en Argentina como en España, murió el 27 de enero del 2015 en el Sanatorio Central EMHSA de Mar del Plata, a los 78 años, y a causa de anemia y neumonía. Se encontraba acompañado de pocas personas; entre ellas su primo Enrique Costa, quien ese día confirmó la triste noticia.
(Video: "Casados con hijos", Telefe)
Rigoli nació en un conventillo del barrio de Palermo y empezó su carrera a los 14 años: desplegaba y acomodaba sillas en un circo. En 1961 debutó en el cine en Asalto en la ciudad, de Carlos Cores, y desde entonces participó en 12 largometrajes, protagonizando El novicio rebelde y tomando distintos roles en películas como El destrálogo, Cuidado con las colas, Escándalo en la familia, En una playa junto al mar y Mi mujer no es una señora.
Jorge Alberto Ripoli, su verdadero nombre, se había convertido en uno de los grandes personajes del espectáculo por su participación en programas de televisión como Viendo a Biondi, La Nena, La Tuerca, Los Libonatti y -más recientemente- Casados con hijos. En 2006 había tenido su último papel como comediante en la película infantil El Ratón Pérez, cuando todavía vivía en La Casa del Teatro de Buenos Aires, donde había ingresado por problemas económicos. En 2010 regresó a vivir a España junto a su última pareja, Fátima, una mujer 33 años menor que él.
(Video: "La Tuerca", YouTube)
"Durante el tiempo en el que vivió en La Casa del Teatro, Joe estuvo muy cuidado gracias a Lydia Lamaison que era un ángel", dijo su primo. Y enseguida recordó que Rigoli y Ricardo Bauleo iban los domingos a almorzar a la casa de una prima. "Esa vida familiar lo tenía muy contenido y tranquilo", reveló Costa.
Unos años antes de su muerte, prácticamente sin dinero, Rigoli volvió al país y se fue a vivir a Mar del Plata, donde residía en la casa de un empresario amigo que lo recibió. Desde allí anunció que tenía pensado hacer un programa de televisión que se llamaría Buenas noches con humor, además dar clases de teatro y rodar una película titulada Mi papá es mío.
Deteriorado y con una apariencia física desconocida para muchos, fue entrevistado en un programa de televisión. Con una voz entrecortada y sin fuerza, manifestaba sus intenciones de continuar trabajando. "Espero en algún momento viajar a Buenos Aires y contar la historia de mis últimos años. Tengo el proyecto de hacer una película y la gran ilusión de mi vida es volver a vivir en La Casa del Teatro", auguraba Joe.
(Video: "Informadísimos", Magazine)
Pero ese día comenzó su despedida. Y con unas emotivas palabras se dirigió al público que muchas veces lo había aplaudido, riendo a carcajadas con sus personajes. "No me arrepiento de nada de lo que hice, son 78 años de los cuales muchos trabajé como actor. Quiero morirme sin darme cuenta. La muerte es un estado de ánimo: lo importante no es lo que uno se lleva, lo importante es lo que uno deja. Y si lo que yo dejé sirve para algo, bienaventurados sea el Señor", comentó el actor que supo secundar en alguna oportunidad al gran Alberto Olmedo.
A Rigoli le hubiese gustado pasar sus últimos días en la ciudad donde nació, donde tenía sus cuatro esquinas, sus tres amigos. O en La Casa del Teatro, allí donde un día se sintió amparado.
Joe Rigoli en la película "Mi mujer no es mi señora (Video: YouTube)
La debilidad del actor: sus cuatro mujeres
La primera de sus cuatro esposas fue la actriz Susana Mayo, con quien contrajo matrimonio en 1964. Estuvieron juntos hasta 1977. Formaron una pareja que rápidamente ocupó las principales tapas de las revistas del corazón.
A principios de los años 80, Rigoli comenzó una relación amorosa con una cantante llamada Marisa. En ese momento el interés de los medios había descendido tras su última aparición en el programa El Kiosko, de la Televisión Española, en el que permaneció entre 1984 y 1987.
Luego fue Noemí Lidia Ancerí quien conquistó su corazón. Con esta modelo de profesión se casó en mayo de 1989, siendo el tercer matrimonio del cómico. Se instalaron en un lujoso piso de Madrid, en 1993. Ancerí era budista, y habían instalado en la vivienda un pequeño santuario donde rezaban a diario. Joe tenía entonces 57 años: "La tercera será la vencida", comentaba entre sus amigos.
Aún desengañado de sus tres matrimonios, probó suerte una cuarta -y ya definitiva- vez. Ahora con una abogada pero también actriz llamada Fátima. Rigoli era 33 años mayor, pero ese no fue un obstáculo para casarse. Lo hicieron en 2010. Y fue otro rotundo fracaso sentimental para un actor ya abocado a la decadencia.
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