—Flavio, me fascinan los espectáculos que hacés. ¡Quiero trabajar con vos!
—¡Me encantaría, Mirta! Ya se va a dar la oportunidad.
Pasaron siete años desde que Mirta Wons fue a ver el primer show de Stravaganza que estrenó Flavio Mendoza (en 2012) hasta que "se juntaron los deseos" y compartieran escenario. Así lo define la actriz a Teleshow desde la casa que alquila en Villa Carlos Paz para la temporada teatral que realizan con Siddharta en el Teatro Luxor.
La actriz comenzó un 2019 totalmente renovada, dejando atrás y olvidando los problemas de salud que tuvo en 2018 en su rodilla. "Me operé de los meniscos y algo salió mal", cuenta quien no puede detallar el diagnóstico por un pacto de confidencialidad. "Después todo fue empeorando, tuve que someterme a dos cirugías más y estuve durante mucho tiempo en muletas", agregó.
"Mirá lo que son las cosas… ¡Las dejé y al día siguiente hablé con Flavio, me contó que traía la obra a Carlos Paz, que había recambio en el elenco y que tenía un personaje para mí!", celebra quien interpreta a Kamaswami: "En la historia original, es un hombre, pero lo adaptaron para que lo hiciera yo".
Después de tanto tiempo haciendo kinesiología para fortalecer la rodilla, a Mirta le quedó la costumbre de ir al gimnasio y quiere aprovechar la temporada para seguir entrenando tres veces por semana. "Estoy con el fisiatra de Flavio, que hasta me pasea por todo el gimnasio y hasta me hace levantar mancuernas", detalla quien además está haciendo dieta.
"Me cuido, hago vida sana. Cuando te metés en el tren te das cuenta que no es tan terrible y estoy a full. Me gusta lo que hago. Además, no me gusta ir de mi casa al teatro y del teatro a mi casa", agrega quien cerró la etapa de lo que le sucedió en la rodilla porque "ya está todo superado".
Wons también disfruta de que su nuevo proyecto laboral sea en una ciudad de Córdoba, provincia en la que pasó muchos veranos durante su infancia. Además, hace 20 años que se toma vacaciones en Villa Giardino (en el departamento de Punilla), y todos los lunes que tiene libre porque no hay función, recorre los casi 52 kilómetros que los separan para instalarse allí junto a su amigo Damián De Santo.
"Allá él tiene unas cabañas junto a su mujer, en las que alguna vez lo he ayudado a servir el desayuno", recuerda.
Dejé las muletas y al día siguiente me llamó Flavio Mendoza para hacer Siddharta
"Muchas veces pensé en quedarme a vivir ahí. De hecho, averigüé precios de lotes. Lo planifiqué en serio. Pero no me terminaba de cerrar, porque es un proyecto que tiene que ser en familia o por trabajo", continúa y agrega: "En esos momentos de bajón de laburo, pensaba que para estar sin trabajo en Buenos Aires, me iba a Villa Giardino. Yo quiero seguir actuando, pero al mismo tiempo sueño con irme a vivir allá y no cuando sea una vieja chota. Quiero disfrutarlo. Ya lo voy a armar".
Un ritual especial. La actriz tiene una particular costumbre que realiza todos los días minutos antes de salir a escena. "Me gusta pisar el escenario, pero como en este caso hay mucha artística que tienen que preparar, no quiero molestar así que elongo al lado, camino por la sala. Después, vuelvo al camarín, pongo música, me concentro y empiezo a maquillarme", detalla sobre el especial diseño que tiene su personaje.
"Cuando arranca la obra, ya estoy lista. No soy de esas que se quedan esperando a que le toque su turno. Soy parte del equipo", agrega quien tiene divertidos diálogos con el humorista Flaco Pailos y que genera que el público se ponga de pie para aplaudirlos.
Con más de 20 años en la actuación, Mirta asegura que no sabe "hacer otra cosa" y que su cuenta pendiente es interpretar a una malvada. "Pero mala en serio, no una parodia. Que sea perversa, un personaje horrible", finaliza la entrevista la actriz que ya se prepara para continuar con su rutina antes de ponerse en la piel de Kamaswami en Siddharta.
(Agradecimientos: Mamy Blue)
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