Las redes sociales le están trayendo varios dolores de cabeza a Sabrina Rojas, casi tanto como su separación de Luciano Castro. Y es que al fin, una circunstancia está vinculada con la otra.
Por caso, un supuesto hackeo a su Instagram acercó la primera pista de la ruptura, a raíz de los lapidarios mensajes que la mendocina jura y perjura no haber escrito. Hubo otra intervención externa a la cuenta del actor que reveló un presunto chat suyo con otra mujer. Y luego, ya sin Luciano a su lado, Sabrina escribió sobre la infidelidad: "Las mujeres también metemos los cuernos", ¿avisó?
Pero en estas horas la ex Bailando 2016 se enredó en una nueva confusión en la cuenta que siguen casi 800 mil personas. Ocurrió cuando posteó desde Mar del Plata -donde se encuentra de vacaciones- el anuncio de la venta de un lujoso chalet de Pilar. Además de tres fotos del inmueble (sobre las cuales arrobó a varios famosos, como Adrián Suar, Miguel Ángel Rodríguez, Pablo Codevilla y hasta ¡el goleador de Boca Darío Benedetto!), Sabrina aporta su propio mail, que incluye en su dirección el nombre de la inmobiliaria.
Sin embargo, muchos seguidores no notaron este detalle. Y especularon con que esa casa le pertenece al (ex) matrimonio. "Pobres niños, qué mal se van a poner", escribió una mujer, en referencia a los dos hijos de Sabrina y Luciano. La actriz optó por la paciencia: "No es mi casa ni nada de familia. Es trabajo. Por favor, responsabilidad con lo que dicen. ¡Gracias!", dijo, haciendo extensivo su pedido al resto de sus usuarios en las redes.
La aclaración no alcanzó. El ruego de Sabrina tampoco. Y tal vez amparados en los rumores de que se puso en venta el hogar que hasta hace unos meses compartían los actores, los seguidores insistieron. "Es una de las propiedades de las que no quiere desprenderse Luciano. Y vos ya se la estás vendiendo", apuntó otra mujer, con descalificación incluida.
"¡No es propiedad ni de Luciano ni de nadie de nuestro entorno! -le contestó Rojas, ya a un paso de perder los estribos-. ¡Por favor, piensen antes de hablar!". Minutos después, fue más contundente: "ACLARO. No es mi casa". Su amiga Paula Chaves se sumó con mayor prepotencia: "Qué densa sos", le dedicó la esposa de Pedro Alfonso a la seguidora que había volcado el insulto.
En rigor, cuando Sabrina habló por primera vez de su separación (en un móvil con Intrusos) contó que su intención era permanecer alejada de los medios para explorar una nueva faceta: encabezar un emprendimiento inmobiliario junto a una amiga, la martillera pública (Mariana Lamborizio) que mencionó en el posteo de la polémica. Y esta sería, en definitiva, la primera casa que coloca en venta.
Pero sus seguidores no lo entendieron así. Y Sabrina -al igual que Paula- se terminó confundiendo en un nuevo traspié en las redes sociales. Esta vez, sin hackeo mediante.
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