Matías Alé quiso seducir en vivo a Sol Pérez pero no lo logró: la rotunda respuesta de la vedette

Incentivado por Mirtha Legrand, el actor desplegó toda su galantería al reconocer que fue él quien le envió flores al camarín de manera anónima y durante toda una semana. Pero... no resultó

Guardar

El ida y vuelta de Matías Alé y Sol Pérez (Video: "Almorzando con Mirtha Legrand", El Trece)

"Vos le mandaste flores, Alé…". Mirtha Legrand interrumpió su diálogo con Sol Pérez (venía consultándola, por ejemplo, sobre sus estudios de Abogacía) para cambiar de frente. Y en todo sentido. Porque de pronto se dirigió a uno de los invitados que estaba sentado al otro lado de Sol Pérez, justamente, y cara a cara con ella: Matías Alé.

"¡Ay, Mirtha!", acotó la vedette de la revista Nuevamente juntos, algo incómoda en el almuerzo de este domingo en el Costa Galana, en Mar del Plata. "¡Fue al hueso, eh! Primera pregunta que me hace…", se sumó el actor de la comedia Mi mujer se llama Mauricio. Y de inmediato reconoció ante los televidentes y el resto de los comensales (Flor de la V, Federico Bal, Raúl Lavié y Hernán Lombardi) que había sido él, efectivamente. "Sí, sí, le mandé…", dijo, bajando la vista.

"No te las agradeció todavía", aportó una Chiquita que buscaba oficiar de celestina, pero sabiendo que la misión no se presentaba como sencilla. "Nunca me dijo que eran de él", abrió al paraguas la ex chica del clima. Con gesto de sorpresa, Alé fijó su mirada por primera vez en ella: "¿En serio…?". "Nunca vino Matías, nunca", retrucó Sol, casi como un reproche.

El look de Sol Pérez
El look de Sol Pérez en el programa de Mirtha Legrand; de fondo, el mar de “La Feliz”

Sabiéndose en desventaja, Alé buscó subsanar la situación: "No -admitió-, pero te mandé un mensaje. No sé si te llegó. Tal vez lo mandé a otro lado…". "Ah, no lo abrí", respondió entre risas la también notera, quien parecía desechar una a una las posibilidades del actor, como quien le va quitando los pétalos a una margarita (Me quiere, no me quiere, me quiere…).

Jugándose sus últimas cartas, Matías se explicó. "Le mandé flores toda la semana porque hicimos dos notas muy lindas para el programa en el que está trabajando (Involucrados, en América). Y me encantó (Sol, obviamente, más que las dos notas). Y me pareció que era un lindo gesto mandarle flores con una cartita. Pero nunca… no… ¿Te dijeron que eran mías, o no?".

"Sospeché –sonrió Sol, alumbrando esperanzas–, porque ese día solo había hecho ese móvil con vos, y me pusiste: 'Hoy fue un gran día'. Y yo no había conocido a nadie más".

"Mirá cómo te acordás lo que te dije…", retrucó Matías , sujetándose –todavía con convicción– a una de sus últimas chances.

Y así, con las ilusiones renovadas, lanzó un arrebato final: "Pero bueno, ahora te enteraste que soy yo. Si querés sigo mandando (ramos de flores). ¿Sigo o freno?". La respuesta de Sol fue un puñal: "No, no… Hay muchas flores ya". "Ah, bueno…", lamentó Alé.

Matías Alé y la mirada
Matías Alé y la mirada perdida, al igual que esta “batalla” amorosa

El actor pretendió salvar el desaire: "¿Pero quién fue el precursor (con las flores)?". "Las tuyas fueron las primeras", concedió la rubia, con cortesía. "¡Muy bien! Después, me siguieron…", aportó Matías, nombrándose pionero aun siendo consciente de que ya todo estaba perdido.

Y a todo esto, ¿Sol Pérez? Terminó el programa bailando con Fede Bal.

Fede y Sol al ritmo
Fede y Sol al ritmo de “Agapornis”, en la terraza del Costa Galana (Fotos: Twitter)

SEGUÍ LEYENDO

Guardar